Capitulo 42: Fin (Parte 3)

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—Vaya, vaya lo que ven mis ojos— se escuchó a Miguel a tan solo dos palmos de los pies de sus hermanos, mientras éstos ahogados en su propio silencio no respondieron. — ¿Os ha comido la legua el gato?, ¡¡¡bajad de una puta vez del caballo!!!— gritó con furia.

Gabriel soltó los arreos y de un salto torpe se situó cerca de su caballo, Pereza justo después bajó sin quitarle la vista de encima a Miguel, en alerta.

— ¿No os alegráis de verme? —preguntó Miguel observando a Pereza, con los brazos abiertos y el cuerpo relajado. No buscaba la confrontación, es más parecía por unos instantes alegrarse de verlo.

Pereza titubeó e hizo un amago de ir hacia su hermano, al poco se lo pensó mejor y se quedó clavado en el húmedo pavimento.

— Te recordaba más joven—insinuó apenas una sonrisa el ángel. — el paso de los tiempos no os ha sentado muy bien—.

— Al igual que vos—vaciló Pereza.

— Ay la edad... la edad... como ha cambiado las cosas— arqueó las cejas a la vez que comenzó a andar hacia su hermano.— Recuerdo cuando éramos jóvenes, llenos de inquietud buscando aventuras, cualquier misión nos valía para sentirnos... ¿Cuál es la palabra correcta? Diría que completos. Si nos sentíamos plenos. — Se detuvo con un rostro apenado— ¿Os acordáis hermano cuando nos escapábamos del reino?, ¿Cuándo aprovechábamos el despiste de los soldados y nos camuflábamos entre los humanos?, ¡Eso si eran buenos tiempos! —

— Hace ya siglos de aquello, eras... ingenioso...— se rio—sí que eras ingenioso, me acuerdo ya en un leve recuerdo....mmm... aclaradme hermano, ¿Cómo conseguimos que la policía no nos detuviese? — volvió a reír Pereza.

— ¿No dicen por abajo que el dinero lo compra todo? — se miraron ambos olvidándose por completo lo que le había llevado hasta ahí.

—Y ahora que os observo no veo al mismo de antes... ¿Qué os ha ocurrido hermano? —

— Pereza, Pereza...—chasqueo los dientes, mientras negando respondió — ¿Yo soy quien ha cambiado? Recordad que vosotros fuisteis quien cayó en pecado—.

— Yo recuerdo como nadie, como el Cielo se fue convirtiendo en lo que Dios nunca quiso, como las órdenes que nos mandaban cada vez iban alejándose de los deseos de nuestro creador y acercándose a nuestro propio beneficio. ¿No es eso pecado? —

—Siento contradeciros pero estáis equivocado nosotros siempre hemos velado por nuestro reino, eso es lo que el creador siempre ha querido y si fuera cierto lo que vos habláis... ¿no creéis que nos hubiera desterrado a todos? — expresó con burla.

— No olvidéis que quienes me desterrasteis fuisteis vosotros, los arcángeles. El señor nunca se ha pronunciado. Y... ¿veis noble reinar un Cielo donde se ha sacrificado a víctimas por poder? —

— ¿Es eso lo que vais a hacer con ella? — se interpuso Gabriel.

—¡¡¡Por supuesto que no!!!— Respondió violento el ángel—voy a entregársela a mi Rey, para que... a pesar de lo que penséis hermano...—miró a Pereza— se cumpla las ordenes de Dios. — Se detuvo y respiró hondo. — No me esperaba Gabriel que vos fuerais el traidor, os juro que me obligaba a creer que no caeríais tan bajo—.

—Miguel de verdad que... ¿no veis lo que está ocurriendo?, ese hombre está cegado por sus primitivos sentimientos. — contestó el bello Gabriel.

—Vos dejasteis el reinado en sus manos, vos no os inmutasteis cuando os destronó. Asco me dio veros al lado del Infierno. Y creo fielmente en que Dios creo al humano para acabar con el dichoso Infierno—.

La Manzana Prohibida [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora