❝Me das Asco❞© CaMilo❇

4._ ❘ ❘Sonreír de nuevo❘ ❘

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Una semana Después 

Camus permanecía tranquilo, y sobre todo feliz; Su rojizo cabello se encontraba tan largo como antes, la respuesta era muy simple, Saga le había llevado a un salón de belleza, en el cual le colocaron un montón de extensiones hasta quedar como antes, y vaya que lo hizo. No era lo mismo pero le importaba poco, su felicidad no se iría.

Se preguntarán ¿Qué paso con el cabello cortado de Camus?

Bien, lo donó a una hermosa niña de siete años, la cual había vencido el cáncer; La pequeña una vez que fue al hospital le dijo lo hermoso que era su cabello, y ojalá hubiera tenido la dicha de poseer uno tan largo y brillante como el suyo.

La menor de nombre Pamela chilló de emoción al ver que el cabello que tanto quiso ahora le era dado. Con una sonrisa, el pelirrojo se despidió de ella.

P.O.V MILO

Mi nombre es Milo Dalaras, tengo 17 años y soy griego; Mi familia no es rica, ni mucho menos pobre, se podría decir que nuestro nivel de vida es medio. Tengo una hermana de siete años, la cual fue diagnosticada con cáncer hace más de dos años, pero que hoy logró vencer. Mi pequeña hermana es tan fuerte. La adoro más que a nada.

«Soy heterosexual —lo aclaro»

Lo que más odio en la vida son los ‘homosexuales', me repugnan más que nada.

Todo se debe tiempo atras. Cuando tenía once años mis padres se divorciaron, mi hermana y yo sufrimos mucho por la separación de lo que creíamos nunca sucedería; Papá se fue de la casa, decidió abandonarnos a mamá y a nosotros por irse con su nueva pareja, el cual resultó ser un ‹hombre.›

Mamá enloqueció al saber que la había cambiado a ella, una mujer por un hombre. Es que es ilógico. Mi padre prácticamente nos desechó, solo nos manda dinero, ya que al parecer es muy feliz con su esposo y sus hijos ¿Por qué si?, tuvo bastardos con él, y... ¡NO ES NORMAL! Los hombres «No pueden tener hijos.» No, me niego a apoyar tal cosa.

La ‘homosexualidad’ es un asco, mamá siempre lo ha dicho.

Al entrar al colegio hace un año pude presenciar como un chico se le declaraba a otro, me dio repulsión el solo verlo. Obviamente fue rechazado, y me alegro mucho. Me encargué de expandir su orientación por toda la escuela, nadie lo quería, ni lo querrá nunca.

Desde entonces me encargó de hacerle la vida un infierno, y ya no estoy tan seguro de por qué sea ‹gay› ugh, si no porque desde hace unos días lo noto más...más...lindo.

Sí. Ya sé, no puedo tener aquellos repugnantes y horrorosos pensamientos.

¡¡Por todos los dioses!! SOY HOMBRE, pero me encuentro confundido. Así que para dejar de pensar en estupideces me desquito más de la cuenta con ese idiota. Y no puede decir nada, lo amenacé con no solo echar a sus padres del trabajo, si no también de meterlos a la cárcel.

Hoy mi hermana regresa a casa, y estoy feliz.

—Bienvenida Pamela —corro hacía ella y la abrazo, pero noto algo muy raro e inusual en su infantil persona.

—¡Hermanito! Mira mi cabello ¡¿No esta hermoso?! —observó su largo cabello rojo fuego, y solo hay una persona que lo tiene así.

Su rostro aparece en mi mente, y su nombre sale sin pensarlo de mis labios.

—Camus...

—Cami.