❝Me das Asco❞© CaMilo❇

21._ ❘ ❘Confrontación parte 2❘ ❘

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El pelirrojo permaneció callado durante un par de minutos, con la mirada clavada en el frío piso. Y con una sola pregunta rondandole la cabeza, ¿Qué respondería a sus padre? No tenía idea, pero era más que obvio que su «aún» prometido se estaba aprovechando de la situación, dejando así fuera del juego al rubio.

No podía permitirlo, si bien Milo había sido un patán con él en su pasado en el presente no lo era tanto.

“Él es el culpable de todo lo malo que le ha pasado a Cami. Fue éste hijo de puta quién junto a sus amigos y sus novias retrazadas al igual que ellos golpeaban hasta cansarse a su hijo. Y eso no es todo, creanme que no me extrañaría que éste homofóbico de mierda haya tenido que ver con su desaparición hace años, además que su odio y asco hacía nosotros los ‘gays' lo hubiera llevado a prácticamente pasarle el carro en cima dejándole tirado a media calle para después huir, él le arruinó la vida, fue ese malnacido quién lo dejó postrado en una silla de ruedas”

Fueron aquellas palabras llenas de veneno que Camus alcanzó a escuchar. Parpadeó y miró confundido al acusado, permanecía a su costado sin mirarle siquiera, con la vista clavada en aquel peli azul idiota que estaba diciendo idioteces de su persona. Difamándole de la peor forma.

Aún confundido vio a los presentes a unos metros más allá señalar incluso con el dedo al rubio, para después murmurar y negar. Tal pereciera que Milo era el malo de la historia, pero él sabía que no era así. Quizás lo fue en su momento, pero ahora no lo era más, ese papel se lo había ganado Saga, a pulso.

—¡¡Maldito desgraciado!! —escuchó decir a su madre, quién llena de furia y con lágrimas deslizándose por sus mejillas se acercaba a paso veloz al hombre a lado suyo. Abrió los ojos tan grandes que casi se salen de sus órbitas cuando el heleno bajó la mirada rendido, la mujer aprovechó para levantarle el mentón con su delicada mano y mirarle llena de pena y odio, para después alzar la mano contraria y reventarle el labio de una fuerte cachetada, dejando al afectado con la cara volteada a un lado.

Se llevó una de sus manos a la boca cuando su padre avanzó hacía él, pasándole a su pequeño hermano en brazos sin lograr aún salir del estado en que se encontraba. Le vio caminar hacía Milo y detallarle fijamente para después derribarle de un solo puñetazo. Empezó a sollozar de la impotencia, Milo no se merecía eso, sus padre estaban equivocados al creer tal cosa, quizás y lo primero fuera verdad pero lo demás no lo era.

Cuando miró a Saga le vio con una sonrisa llena de maldad, su rostro reflejaba lo victorioso que se sentía al ganar con artimañas. Y entonces se dio cuenta del verdadero Saga, éste era verdaderamente él, y no aquel ser bondadoso, comprensivo y humilde que le había mostrado ser.

Fue entonces cuando aquella venda que aún colgaba de sus ojos se calló.

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¿Odian el personaje de Saga?

¿Se esperaban esa reacción de los padres de Camus?

¿Se merecía Milo eso?

Si les gusto voten⭐ y comenten que les pareció el capítulo.

—Cami.