8._ ❘ ❘Haré que lo olvides❘ ❘

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¡¡Hola querid@s lector@s!! Les traigo un nuevo capítulo de está historia, espero y les guste.

Camila_acuario

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El lunes llegó mas rápido de lo que imaginó. Eran aproximadamente las nueve treinta de la mañana. El timbre resonó en todo el instituto, y un pesado suspiro escapó de sus labios. Guardó con cautela sus cosas y salió del aula con su mochila en el hombro, era el último en salir al parecer, y aquello ya no se le hacía raro. Como siempre sus compañeros salieron despavoridos del aula, riendo a carcajadas, contando algún mal chiste seguro.

Nadie lo tomaba en cuenta, ya ni le afectaba, era un cero a la izquierda para todos. Su presencia no era notada por nadie, ni siquiera por los profesores, era una simple sombra, y le gustase o no tenía que aguantarlo, por lo menos durante el tiempo que le faltaba por salir.

Una vez llegado al lugar buscado tiró su mochila y se sentó a un lado. El viento revoloteo sus largos cabellos y por inercia sonrió. Amaba esa sensación. Cogió su mochila y de ella extrajo un delicioso sándwich, el cual su madre le habría preparado con todo el amor del mundo (como siempre lo hacía), seguidamente buscó su libro y comenzó a leer en silencio, al mismo tiempo que le daba un mordisco a su almuerzo. Tan sumido estaba en la lectura que ni cuenta se dio del correr de las horas. El recreó había terminado hace ya mucho, los alumnos debían encontrarse en clases, a excepción de él y unos cuantos que se saltaban las horas.

Pegó un brinco en su lugar, y a como pudo devolvió éste a su mochila, para después colgársela al hombro. Seguidamente empezó a correr, paró de golpe al toparse con el chico que hacía mucho tiempo se le había declarado.

—A-aioria —susurró. El castaño le miró por breves segundos y sin esperárselo tomó con fuerza su brazo, estampándole después contra a la pared más oculta—  ¡Ah! —un gemido de dolor escapó de su boca, al sentir su cabeza impactar en la dura superficie.

—Mira, solo quiero advertirte algo: Aléjate de Milo, lo más que puedas ¿entiendes?, es muy peligroso —advirtió, mirándole directo a los ojos.

—¿Qué..? —No entendía a lo que se refería.

—Ah, se me olvidaba —sin esperárselo estampó sus labios contra los suyos. Sus ojos se abrieron a más no poder—. Mm, tienes una boca tan deliciosa — un fuerte sonrojo se apoderó de Camus—. Nos vemos pronto lindura —le giñó el ojo, alejándose lentamente.

No entendía para nada lo que acababa de pasar.


⍖ ⍅ ⍆

La hora de salida llegó, su caminata era rápida; Tenía miedo, mucho miedo, Milo y sus amigos homofóbicos le venían siguiendo desde que salió del colegio. Apenas llevaba caminado cinco cuadras, y para llegar a casa aún le faltaban por lo menos seis. Sus manos comenzaron a sudar, miraba cada momento hacía atrás, donde los otros le observaban con una malévola sonrisa, al mismo tiempo que apuraban sus pasos.

Fue entonces cuando un auto negro se detuvo a su lado, quienes lo seguían pararon de golpe. De éste salía Saga, con una sonrisa de oreja a oreja. El corazón del menor latió apresurado, y ya no era porque lo seguían.

—S-saga, ¿Qué..? —Unos fuertes brazos rodearon su pequeña cintura, estremeciéndolo— ¿Qué haces? —preguntó nervioso.

—Mmh —sus esmeraldas se toparon con el grupito que seguía al galo y sonrió en grande al ver a ese tal Milo que tanto molestaba al menor. Los miraba a ambos con odio, y a su lado se encontraba Aioria, aquel idiota que se atrevió a rechazar y humillar al pelirrojo. Se notaban lo celosos que esos dos estaban en ese preciso momento.

Su sonrisa se ensancho aún más.

—¿Saga?

—Te amo. —Y sin esperar más lo besó de la manera más dulce y delicada que jamás nadie había hecho.

Solo él.

Y entonces recordó algo.

«—Sí, sí quiero ser novio — dijo con seguridad, tomando por sorpresa al peli azul.

—¿Qué? Estas...

, mi respuesta es . —El griego lo abrazó con protección y amor, sin creer que al fin había aceptado.

—Te amo... —susurró.

Yo también te amo —sus labios se unieron de inmediato.

Su primer beso...

—No temas más, desde hoy te cuidaré, y me aseguraré que ese idiota salga de tu corazón.

Sa... —Fue callado.

—No digas nada, haré que lo olvides.»



—Cami.

❝Me das Asco❞© CaMilo❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora