Capítulo 3.

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20 de Junio de 1967.– Aquella sorpresa que me dieron mis abuelos no era la que yo esperaba. Crecí siguiendo sus normas, sus estrictas tradiciones y jamás recibí de ellos alguna clase de afecto, cuando dijeron que tenían una sorpresa para mí, pensé que sería algún regalo por haber terminado mi carrera de derecho graduado con honores.

Pero no fue así, la orden fue clara, te irás a vivir a la casa de tu padre. ¿Cuál padre? Crecí huérfano hasta los 15 años y ahora, tenía que ir a la casa de un desconocido, en un pueblo bastante alejado de la ciudad. Con veinticuatro años lo único que quiero es divertirme, en cambio tengo que ir a encerrarme a un pueblo alejado de Dios.

25 de Junio.– Es peor de lo que imaginé, la mansión está alejada de todo rastro de progreso, la gente aquí sigue arraigadas tradiciones, aunque bastantes pintorescos todos ellos.

Mi padre me recibió mostrando todos los lujos que tiene, tratando de arreglar todos aquellos años de ausencia con su riqueza. Voy aceptarlo, me cobraré cada maltrato de mis abuelos, las lágrimas que derramé en mi adolescencia, escuchar la palabra bastardo por parte de aquellas crueles personas.

Su esposa es mala actuando, me abrazó con fuerza, besó mis mejillas y me llamó hijo, pero he aprendido a leer a la gente muy bien, sé como interpretar minúsculos gestos, por eso lo supe inmediatamente, la esposa de mi padre detesta el hecho de que esté aquí. Tendré que acostumbrarme, saber que me desprecia hará más divertido quedarme en la mansión.

26 de Junio.– No hay nada que hacer en este lugar, mi padre me sugirió unos meses de descanso antes de comenzar a trabajar, accedí porque había pasado los últimos años de mi juventud encerrado en la escuela y devorando libros. Quiero descansar.

Pero este pueblo es tan aburrido, ningún alma con la que valga la pena fraternizar, nadie para hablar. Ya no estoy simplemente solo, sino que muy aburrido también.

Tropecé con ese niño como dos veces en el día. Parece un niño inofensivo, dejaré que siga tras de mí.

<<Me sentí tan avergonzado que cerré demasiado fuerte el cuaderno, el ruido de la gruesa pasta cerrarse violentamente provocó un ligero retumbe en las paredes de la habitación, vi a mi madre moverse e inmediatamente sentí mucho miedo.

Sabía que si mi madre se despertaba iba a estar en muchos problemas, así que sin pensarlo mucho me levanté de la cama y salí de la habitación, no me importó que los pasillos de la mansión estuvieran completamente oscuros, o que estuviera caminando descalzo, ni la hora que era; con pasos grandes llegué hasta el jardín.

No podía tener nada oculto en la habitación que compartía con mi madre, la paranoia por ser descubierto me hizo pensar en una rápida solución, por lo que con mis propias manos comencé a cavar un hoyo en el jardín, la tierra fría ocultaría el diario de June.

Cerca de los rosales estaría su secreto y el mío.

Volví a la cama con pasos callados, de la manera más sigilosa que podía me metí a las cobijas otra vez. Mi corazón palpitaba tan alto, que creí que mi madre se despertaría por el sonido que provenía de mi pecho.

Trataba de calmarme, pero en mi mente se repetían aquellas líneas: "Parece un niño inofensivo, dejaré que siga tras de mí."

Cuando niño, siempre creí que nadie me había descubierto mientras seguía a June, pero había sido demasiado ingenuo, un hombre tan brillante como él por supuesto iba a descubrir a un niño. Estaba tan avergonzado que sentía el calor de la vergüenza en mi rostro.

Apenas y sabía algunas cosas sobre June, nunca pensé que su niñez y adolescencia estuvieran tan llenas de recuerdos amargos, creía que el dinero le daba la felicidad a las personas, pero al parecer, las carencias emocionales pueden ser muy dolorosas para cualquiera.

El Diario. JunHwan- iKON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora