Aunque los rayos del sol aún iluminaban todas las cosas, me sentí absorber por alguna clase de oscuridad, cerré el diario cuando el miedo abrazó mi cuerpo.
No podía entender claramente las palabras de June, definitivamente estaba leyendo pensamientos demasiado íntimos, me sentí un mal hombre, lo que estaba haciendo era peor que espiarlo mientras se vestía. Las palabras en aquel cuaderno desdoblaban cada uno de sus secretos y yo, inexperto y curioso estaba violando su privacidad.
¿Cómo podría explicarse el hecho de que un hombre como él cuestionara el sentido de la ley, qué imaginara un escenario donde la ley podía cometer un crimen?
Me sentí angustiado ante todas aquellas preguntas, no quería pensar sobre ello, no quería pensar en la posibilidad de que June fuera un mal hombre. Decidí dejar de leer, pues no quería seguir escarbando más profundo un hoyo de donde no pudiera salir.
Escondí de nueva cuenta el diario debajo del colchón para disponerme a dormir.
Mi madre me despertó para que comiera con ella, con un poco de esfuerzo me levanté de la cama para dirigirme a la cocina. Nos sentamos juntos y en silencio, estaba tan distraído en mis propios pensamientos que me mantuve callado toda la comida.
—¿Puedo ir a la biblioteca?— Le pregunté después de lavar mis platos.
—No, la señora podría verte y ya no quiero escuchar sus gritos.
—¿Cuándo le ha gritado?
—Es una señora algo especial, estaba muy enojada después de que su esposo la regañara por hacerte trabajar enfermo. No sabe hacer otra cosa cuando está enojada.– Observar como empuñaba sus manos, saber que mi madre estaba molesta, me hizo sentir muy furioso.
—Madre, usted es alguien mayor, esa mujer no tiene porque gritarle. Lamento meterla en problemas.– Bajé mi rostro mientras apretaba los dientes.
—Quizás puedes ir a la biblioteca un rato, los señores no están.
—Gracias, prometo no tardarme.
Salí de la cocina para dirigirme a la biblioteca, aunque estaba un poco emocionado por sumergirme en la lectura, de alguna manera no me podía quitar de la mente que June y su esposa estuvieran juntos.
Cuando llegué a la biblioteca me apresuré a tomar un libro de cuentos tradicionales, me gustaba mucho leerlos cuando no quería pensar mucho. Me senté en el suelo y comencé a leer, vaciando mi mente de aquello que me mortificaba.
Después de terminar con aquel libro abandoné el lugar. Pude darme cuenta de que el sol había comenzado a ocultarse, mientras caminaba hacia mi cuarto paseaba mi miraba por las demás habitaciones, para encontrarme con el hecho de que los señores no habían llegado todavía.
Pronto estuve acostado sobre mi cama pensando, enojado y celoso. No era un tonto y mucho menos inocente, no llevaba muchos días en la mansión pero era evidente que June no compartía la habitación con su esposa, existían barreras invisibles entre ellos.
Sin embargo, ellos eran esposos, llevaban años de casados y June era un hombre después de todo, aquella idea invadió mi mente atormentándome, los celos revolvían mi estomago y yo me sentía culpable, pues sabía que comenzaban aparecer mis pecados del pasado.
La noche cayó sobre mí, todo era silencio en la mansión, me encontraba muy inquieto. Tenía que devolver el diario a mi escondite en los rosales, aunque aún no estaba seguro de seguir leyéndolo, sabía que tener el cuaderno en mi habitación no era una buena idea.
Cuando mi madre estuvo dormida, salí de mi cama sigilosamente, para comenzar a caminar de la misma manera hacia el jardín. Como un fantasma, recorrí los pasillos de la mansión hasta que estuve afuera, caminando descalzo y tembloroso sobre el pasto, en cuanto llegué a mi escondite caí de rodillas para comenzar a escarbar.
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El Diario. JunHwan- iKON
FanfictionJunHwan (JunhoeXJinhwan) iKON "Los seres humanos se protegen con mascaras, cubren sus secretos con realidades intencionalmente creadas. Enjaulan al monstruo y viven vidas ordinarias. ¿A quién le mostrarías tu verdadero rostro? ¿A quién le pertenece...