Capítulo 9.

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Mi corazón dio una fuerte sacudida al escuchar aquella pregunta, realmente me sentí demasiado confundido y nervioso, ¿por qué no estaba gritándome? ¿Quizás estaba planeando correrme de la mansión pero antes quería saber mis motivos?

Estaba luchando contra los pensamientos y sentimientos que se habían apoderado de mí, me sentía al borde de una crisis nerviosa y al mismo tiempo, la infame curiosidad creaba en mi mente miles de posibilidades.

—¿Y bien? Estoy esperando...

—¿Alguna vez ha hecho algo esperando cierta clase de consecuencias?– Pregunté después de interrumpirlo.

Frunció el ceño, para después esbozar una ligera sonrisa. —Soy de esa clase de hombre que hace las cosas porque quiere hacerlas. ¿Qué era lo que estabas esperando que pasara?

—Pues... es un secreto.– Había estado a punto de confesarle mis motivos reales, pero no podía arriesgarme a que me juzgara.

—Te pedí hablar honestamente, estoy dándote una oportunidad de explicarte ¿y vienes con esto? ¿Pretendes hacerme enojar?

Ni siquiera estaba gritándome, pero el tono de su voz me provocó tanto miedo que no puede evitar caminar unos pasos hacia atrás.

—¿Usted no tiene secretos que quiera guardar a toda costa de aquellos quienes nunca podrían entenderlo? ¿No es justo que yo necesite protegerme? No... no quiero hacerlo enojar, pero no puedo hablar, le tengo miedo.– Hablé sin pausas, estaba tan fuera de mí, que no estaba pensando con claridad.

El tiempo en que el silencio se apoderó de la habitación me pareció una eternidad, podía escuchar claramente las palpitaciones aceleradas de mi corazón, también podía percibir la respiración de June.

Alcé mi rostro al no tener respuesta de su parte, su mirada era penetrante y profunda, parecía estar en completa serenidad, pero pude observar como apretaba los puños con fuerza.

—De alguna manera parece que no tengo como contra argumentar lo que dices, no porque no pueda, soy un abogado, sé cómo hacerlo, pero simplemente no quiero, y no quiero porque la idea de que tú me tengas miedo me causa repulsión.

—¿Por qué?

—Porque a ti no quiero lastimarte, Jinhwan.

Dejé de respirar después de escucharlo, mi mente no lograba entender con claridad sus palabras, ni su actitud, y menos podía entender el hecho de que no estuviera furioso conmigo después de haberlo besado. Sentí la necesidad de disculparme, estaba profundamente arrepentido y no sabía cómo enmendar mi falta.

—Lo siento, lo siento mucho, de verdad, de corazón estoy muy arrepentido. No volverá a pasar, por favor discúlpeme.

—Voy aceptar tus disculpas, aunque ese no era mi objetivo al hacerte venir aquí.– Hizo una pausa y antes de continuar hablando volvió a sonreír. —Jinhwan, eres la primera persona que logra confundirme o quizás, inconscientemente quiera dejar que me sorprendas.

—¿Cómo podría sorprenderlo? No tengo ningún tesoro impresionante.

—Todo tú eres un tesoro, tu inteligencia es impresionante.

—Gracias.– Respondí completamente avergonzado, traté de ocultar el rubor en mi rostro desviando la mirada de sus ojos. —Gracias por ser comprensivo.

—Eres joven, Jinhwan, muy joven, puedo entenderlo. Aunque me decepcionaría que sólo actuaras por impulsos o por pasiones, sin nada más allá.

—Tener deseos no es malo, tampoco soy como un animal que sólo hace lo que su cuerpo le ordena.– La idea de que él estaba pensando en mí como un estúpido adolescente me ofendió realmente.

El Diario. JunHwan- iKON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora