El Diario. JunHwan- iKON

Capítulo 17.

"Si pudieras verme como soy por dentro,
no me abrazarías, no me desearías tanto...
sin miedo, solo así podrás tenerme."

Piel- Le Baron.

El doctor Kim parecía tan sorprendido, que por un momento me dio la impresión de que se sentía amenazado con mi presencia.

—¿Qué hace en este pueblo, doctor? Nunca pensé verlo por aquí.

—Lo mismo digo, Jinhwan. Verás, yo... solo vengo a visitar el dispensario. De hecho, sin querer ser pretencioso, suelo visitar los dispensarios de los pueblos aledaños al nuestro, con la simple convicción de ver si puedo ayudar en algo.– Una sonrisa sincera escapó de sus labios. —¿Y tú, qué haces aquí?

—Debe ser genial, poder ayudar a las personas, es usted admirable.– Le dije completamente convencido de su gran labor. —Pues yo pasé algunos años de mi adolescencia viviendo aquí, la casa de mi tía está en este pueblo.

—¿Haz venido a visitarla?

—No, ella falleció recientemente, de hecho el señor Koo vino acompañarnos al sepelio.

—Lo lamento muchísimo, Jinhwan. Espero puedan recuperarse pronto de la perdida.– Guardó silencio un momento antes de continuar hablando. —El señor Koo siempre ha sido muy considerado contigo.

Aquel comentario me hizo sentir algo avergonzado, pues al ser su amigo me preguntaba si él conocía alguno de los secretos de June.

—Mañana será el entierro de mi tía, quizás podría acompañar a mi familia.– Le propuse tímidamente.

El doctor se quedó en silencio algunos segundos, poniéndome algo nervioso, pues tal vez mi invitación era demasiado, parecía estar pensándolo mucho. Después de aquella larga pausa, soltó un suspiro antes de hablar.

—Claro, mañana estaré ahí presente. Bueno, tengo que hacer algunas cosas, nos vemos y de nuevo, mis condolencias.

—Gracias. Hasta mañana, doctor Kim.

Me quedé un momento observando cómo ingresaba al dispensario, pronto continué con mi camino hacia la casa. Al entrar, pude ver a mi madre y a June sentados en la sala, envueltos en un silencio que parecía ser incómodo.

El cielo nocturno ya se encontraba sobre nosotros, por lo que después de un rato todos nos sentamos a cenar. El único que faltaba en la mesa era otro de mis primos que no había visto, aunque no estaba interesado, pues no me importaba saber dónde se encontraba.

Cuando terminamos de cenar y todos se disponían a dormir, la simpleza por decidir dónde dormiría cada uno, sacudió mis recuerdos, trayendo a mi mente temores del pasado.

—Lo mejor será que tú y tu primo compartan habitación, el señor Koo puede dormir en la que era recamara de tu tía y yo dormiré aquí en la sala.– Aquellas palabras de mi madre me pusieron absolutamente nervioso.

—No, no, por favor, no quisiera molestar a mi primo. Prefiero dormir en la sala con usted.– Le rogué a mi madre, totalmente alarmado.

—Siempre haces lo que quieres ¿no, primo?

—Jinhwan, deja de ser una molestia y has las cosas que te mando, ¿no te da vergüenza ser siempre un hijo tan desobediente?– Dijo mi madre muy molesta.

Prefería dormir en el patio, acostado sobre el pasto en medio de una oscuridad tan desoladora, que dormir en la misma habitación de mi primo.

—Creo que soy yo quien es la molestia aquí, ni siquiera soy un invitado. Jinhwan puede quedarse en el cuarto de su tía.– June, quien se había quedado callado sentado en la mesa, intervino acercándose a nosotros.