Capítulo 19.

1K 136 43
                                    






Me encontraba recostado en mi cama, despierto a pesar de estar sumamente agotado. El viejo reloj que estaba sobre la pared de nuestra habitación, marcaba que la hora del encuentro estaba muy cerca.

Estaba ansioso y al mismo tiempo terriblemente nervioso, pues sentía que debía estar más alerta que nunca, por alguna razón, Hanna parecía muy alterada con todo lo que nos involucraba a June y a mí; lo cual me parecía muy extraño, era como si ella sospechara, como si estuviera cerca de inferir lo que sucedía entre nosotros.

Aguardé con la emoción en mi pecho porque los minutos transcurrieran, porque el mundo girara de prisa y pudiera encontrarme con June. El sentir la distancia entre nosotros, había provocado en mí un profundo sentimiento de anhelo, lo extrañaba y deseaba tenerlo cerca con mayor intensidad que nunca.

Cuando el reloj por fin marcó la hora, abandoné mi cama con mucho cuidado, siendo lo más cauteloso que podía salí de mi habitación, para comenzar a caminar hacia la biblioteca de la mansión.

Abrí la puerta lo más silenciosamente que me dejaban mis manos, que temblaban un poco inquietas por el abrumador deseo. Ingresé en la biblioteca sin encontrarme con nadie, sentí como mi corazón se agitaba angustiado, me obligué a mi mismo a calmarme para disponerme a esperar un poco más.

De pronto, unos brazos me envolvieron, unas manos conocidas y posesivas sobre mi abdomen, ciñéndome con fuerza a un cuerpo que emanaba la misma intensidad con la que me abrazaba.

—Casi me vuelvo loco mientras esperaba por ti.– La voz de June acariciando mi oído, calidez y dulzura envolviendo mis sentidos.

—Apenas he tardado unos minutos.– No pude evitar reír un poco ante sus palabras.

—Llevo más de unos minutos esperando, ni siquiera he podido tocarte en días. Pero no importa, siempre seré paciente mientras pueda volver a sentir tu piel.

—Lo sé, han sido días largos. Parece que no has estado del todo bien.– Dije sintiéndome agobiado por la angustia de él.

—He tenido muchos problemas, últimamente mis decisiones no son las más adecuadas, supongo que mi mente no está completamente concentrada en lo demás. Y tú eres el culpable.– Dejó un beso en mi cuello, despertando cada centímetro de piel.

—¿Yo? Entonces creo que debes hacerte responsable de lo que provocas en mí...

—Me haré responsable, después de todo soy mucho mayor que tú.

Con firmeza en sus movimientos, giró mi cuerpo entre sus brazos, permitiéndonos estar de frente. La bienvenida de su mirada ardiente me desequilibró un poco, aferré mis manos a su camisa, acariciando sobre la tela los músculos de su pecho.

—Te extrañé mucho.– Me paré sobre la punta de mis pies para poder besar su cuello, inmediatamente sentí como su cuerpo se tensaba ante el tacto.

Una oleada de lujuria me atravesó el alma completamente, sentir que June, que su cuerpo, me deseaba tanto como yo, llenó de atrevimiento mis pasiones, tiré de él para unir nuestros labios, que a la distancia se habían extrañado en demasía.

Está vez era distinto, quizás se trataba de lo mucho que se habían extrañado nuestros cuerpos, pero podía sentir las caricias de sus labios, la humedad de su lengua que tocaba cada parte del interior de mi boca, de una forma tan real, tan mágica y gloriosa, que podía asegurar que nunca nadie iba a volver a besarme así.

Me encontraba completamente entregado al sabor de su saliva, a la intensidad de su tacto, la piel me hormigueaba, mi sangre y mi carne vibraban felices. Mi cuerpo embriagado en infinitud por las caricias de June, ebrio de su cuerpo y tacto, convaleciente y necesitado de más.

El Diario. JunHwan- iKON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora