La primera sensación que recorrió mi cuerpo cuando estuve despierto en la mañana fue de dolor, punzadas voraces atravesando los músculos de mi espalda, el feroz sufrimiento recordándome lo vivo que estaba.
Con mucho cuidado me levanté de la cama, para vestir la parte superior de mi cuerpo. Me sentía casi como un autómata, realizando las cosas de manera mecánica. Fui al baño a intentar asearme un poco antes de salir de mi habitación.
Abatido por el dolor y algo perezoso abrí la puerta, sólo para encontrarme con la definición de caos plasmada por toda la mansión, como en la pintura bélica del siglo anterior.
Poco a poco, de forma extremadamente lenta comencé a ser consciente. Como sombras, las imágenes pasaban ante mis ojos de forma pausada y borrosa. De pronto todo luces, de repente el ruido, un gran alboroto a mí alrededor, una sensación de horror reinando por las paredes de la mansión.
Algo había pasado, una conmoción tan grande que todos parecían histéricos y frenéticos, sin saber qué hacer exactamente.
Tratando de pasar desapercibido entre todo el ajetreo, comencé a caminar hacia la cocina, no me atreví a mirar a nadie y buscar alguna respuesta en los ojos de alguien. Atravesé la puerta de la cocina que estaba vacía, ignorante de todo me serví un vaso de agua.
De pronto, Sun entró a la cocina, luciendo más pálida de lo normal, cierto asombro y horror era evidente en su rostro. En cuanto me vio sus gestos se agravaron más, caminó hasta mí e hizo una reverencia.
—Jinhwan.– Dijo en un tono apagado.
—Sun, te ves algo cansada.
—Tú luces... algo enfermo ¿te encuentras bien?– Preguntó preocupada.
Aunque las heridas en mi cuerpo eran en un lugar oculto, seguramente el rastro de los golpes y la huella del dolor eran percibidos en mí.
—Estoy bien.– Intenté con todas mis fuerzas sonar convincente.—¿Qué es lo que está pasando? Todos parecen... nerviosos.
—¡¿No lo sabes?!– El horror fue más tangible, ella parecía sumamente asustada.
—¿Qué está pasando, Sun?– Pregunté, esperando escuchar la notica que había estado saboreando durante toda la noche, imaginando los escenarios y la tranquilidad que la muerte puede representar.
Un sollozo sincero escapó de su pecho, se cubrió el rostro con ambas manos y sus hombros comenzaron a temblar.
Me acerqué a ella para llevar mis manos hasta sus hombros, tratando de tranquilizarla un poco.
—La señora... ella murió, después de tomar el desayuno ella murió.– Se descubrió el rostro, en donde no habían lágrimas pero si algo de pesar.
Tuve que reprimir el impulso de sonreír, me sentí de pronto calmado, satisfecho, tragué el coraje que se había acumulado en mi garganta durante los últimos meses.
—¿Cómo pasó algo así? Ella no parecía enferma, ¿qué fue lo que pasó?– Traté de sonar genuinamente asombrado, aunque realmente lo que quería era conocer los detalles.
Saber si Hanna había sufrido.
—No lo sé, desayunó en su habitación, dicen que comenzó a sentirse mal y después se desplomó. Dicen que fue espantoso... todos están muy asustados, algunos creen que la envenenaron, es horrible.
Casi reí.
—¿El señor Koo cómo está?
—No lo he visto, me parece que salió desde temprano.
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El Diario. JunHwan- iKON
FanfictionJunHwan (JunhoeXJinhwan) iKON "Los seres humanos se protegen con mascaras, cubren sus secretos con realidades intencionalmente creadas. Enjaulan al monstruo y viven vidas ordinarias. ¿A quién le mostrarías tu verdadero rostro? ¿A quién le pertenece...