Me muevo incómodo de un lado al otro, son los rayos del sol que terminan mi sueño sin recordar.
Me incorporo y bostezo un poco, busco el peso del pequeño animal negro a una esquina de la cama, pero no hay nada. Entonces, los recuerdos vienen a mi mente como un rayo.
El hombre trajeado que entró a mi departamento con su supuesta llave, la persecución hasta recepción, la pequeña discusión entre el azabache y la recepcionista, y por último, el minino negro que cruzó y sin mirarme hasta su departamento y que resulta ser el de enfrente.
¡No hay problema! ¡Es Sábado, y los Sábados no hay mucho que hacer!
Me levanto con una energía sacada de alguna parte escondida de mi cuerpo. Decido darme una ducha, desayunar y jugar un rato con la consola. Mis deberes estaban terminados, no tenía amigos, y el chico que siempre se me insinúa, por alguna extraña razón no me invitó a tomar algún helado hoy.
¡Por fin iba a estar en mi departamento! ¡Solo yo y el mini...ah....Él ya no está...
Tomo mi toalla roja de baño, mis sandalias y me desvisto cuando ya estoy dentro.
---Ahora que lo pienso....Él había dicho que estuvo por dos años fuera...y el gato estuvo al cuidado de las dos recepcionistas....Eso suena muy cruel--- hablo para mí mismo mientras abro la llave del agua caliente.
[~__◇__~]
---¡¡Waaah!! ¡¿Cómo es posible que no haya podido ganar?!--- me quejo a voces altas en la mini consola que llevaba en mi mano.--- ¡Ya no quiero jugar!La dejo a un lado del sofá y me hago bolita en mi lugar, abrazando mis piernas con fuerza mientras escucho el aire que entra por mis fosas nasales.
No puedo dejar de pensar en el minino negro. ¿Ese hombre cuidará bien de él?
También debería darle una pequeña disculpa al tipo ese. No tenía idea de que este departamento ya estaba habitado por él, pero en cierto modo tiene la culpa también.
¡¿Un hombre que sale de viaje por dos años y piensa regresar al mismo departamento que alquiló tiempo atrás?! ¡Eso suena absurdo!
Estoy reclamando inocentemente en mis pensamientos, pero un maullido fuera de mi departamento me hace recordar que he estado fuera de sí por varios minutos.
No puedo evitar sentirme feliz, corriendo a la puerta para después abrirla con una emoción plasmada en mis rápidos movimientos.
Y ahí estaba. El gato negro se encontraba sentado cerca de mi puerta, me mira con sus enormes ojos verdes y entra a mi departamento.
---¡Regresaste!--- exclamo feliz.--- Pero....¿Y tu amo?
Mi mirada carmesí se mueve hasta la puerta abierta del departamento contrario.
---¿Salió?--- parpadeo repetidas veces.--- ¿Y dejó la puerta abierta?
Cuando busco al pequeño gato, lo encuentro en el sofá ancho en el que estaba hecho bolita mucho antes. Picaba con sus tiernas patitas delanteras los botones de la mini consola, esperando una reacción de ésta.
Sonrío y cierro la puerta sin importar lo que pueda pensar su dueño.
---Creo que si no te encuentra, se le ocurrirá que estas conmigo~
Llego hasta donde el minino se encuentra, acariciando su cabecita suavemente para después escuchar un ronroneo de su parte.
---Desperté pensando que estabas ahí, pero olvidé que te habías ido anoche--- lo veo cerrar sus ojitos para disfrutar del leve masaje con mis dedos en su cabecita.
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El Gato Negro [SORAMAFU]
Fanfic》Pequeño minino. Tenías todo fríamente calculado, ¿cierto?《 El bello gato que Mafumafu encontró fuera de su departamento y que trajo consigo una especie de suerte divina. 》Tú. Animal tan inocente, me has guiado a mi perdición《 Soraru, una persona...