'- Dime la verdad.' (1/3)

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Casi me estrello 3 veces contra personas en el camino hacia la casa de playa. Que conste, fueron a propósito, no es porque estaba emocionada de andar en un Jeep, obvio no.

Ok, si, tal vez un poco pero shh.

Al llegar a la casa se me hizo agua la boca, primero por unos chicos que caminaban por la acera, estaban malditamente buenos; pero la razón principal fue la casa. Que casa? Es una mansión tipo campestre pero moderna al mismo tiempo. Odio a Sabrina, pero la idiota tiene dinero hasta en la mierda.

Al terminar de ubicarnos cada quién en el cuarto correspondiente, me metí a la bañera y sí, hay una tina en el baño. También habían un montón de jabones raros, supuse que eran para la tina.

- Mmm.. que pasará si le pongo rosas y tulipanes junto con papaya y limón?- pregunté a mí misma. :- Ñah, qué es lo peor que puede pasar?- puse las dos bolsas en la tina y encendí la llave. Me desvesti y me puse mi bata. Me recosté en la cama, según yo por 10 minutos mientras se llenaba, pero ya saben cómo es mi suerte y me dormí una hora.

- SANTO NEGRO- grité al ver todo el piso lleno de espuma. :- No te estreses, a ver, a ver, a veeer, cómo resuelvo ésto?- dije empezando a caminar encima de la cama. :- Ya!- agarré las toallas encima de la mesa de noche y las puse encima de la espuma. No fue tan buena idea ya que no pensé que había agua bajo la espuma. Genial!
Miré hacia la puerta y se estaba saliendo el agua, mierda, mierda.

Aunque... Ésto molestará a Sabrina. Salí de la cama y, a como pude, llegué hasta la puerta y la abrí. No tuve en cuenta el hecho de que el agua me llegaba hasta los tobillos y me resbalé siendo guiada por el poco de agua que estaba saliendo de mi habitación. :- Mierda!- chillé tratando de levantarme toda mojada del piso, al estar completamente de pie, me traté de quitar el pelo de la cara y la papaya y el limón hicieron efecto. :-Te maldigo papaya y limón!- grité y volví a caer, pero ésta vez de culo.

- Camila, qué pasó? Estás bien? Te duele algo?- llegó Chase al rescate señoras y señores. Me tomó del brazo e intentó ayudarme pero yo soy orgullosa, yo me puedo levantar sola.

- Deja, yo puedo sola- jalé mi brazo y al hacerlo boté a Chase por accidente. Abrí mi boca por la sorpresa y él me miró super enojadisimo.

Oh oh.

- Con que así quieres jugar, eh?- dijo levantando una ceja. Mierda, que sexy.

Concéntrate Camila!

Run bitch, run- pensé. Empecé a tratar de levantarme con rapidez pero no funcionó ya que él me agarró de la cintura y me volteó a caer encima de él.

- Chase, esto es trampa- susurré con mis manos mojadas y mi cara a centímetros de la suya.

- Tu nunca mencionaste reglas- dijo en su defensa.

- Pues, ahorita estás rompiendo una- dije tratando de sacarme de sus brazos fuertes.

- ¿Se puede saber por qué?- preguntó. Cerré mis ojos por un segundo, pensando en la respuesta.

- Porque..- no pude terminar porque me interrumpió un grito que creo que llegó hasta China. Puta, que garganta.

- ¿Qué es esto? ¿Cómo pa-? ¿Usted-? AHHH- volvió a gritar.

- Podrías dejar de gritar, algunos aquí amamos nuestros oídos. Gracias- dije ahora sí poniéndome de pie para enfrentar a esa perra furiosa. Oh fuck, creo que se me va a pasar la rabia. No no, iu.

- ¡¿Ves lo que has hecho, no?!- preguntó chillando. Rodé los ojos.

- Pues obvio que si, no estoy ciega. Pero estaré sorda si no dejas de gritar, por Dios- respondí.

- ¡Yo dejo de gritar cuando se me plazca, es mi casa, tú en cambio, vas a limpiar todo éste desastre!- gritó.

- Sabrina, cálma-

- No te metas, Chase. Camila, agarra tus cosas, te vas de aquí ya- sonreí.

- Ok, pero no pienses que yo voy a limpiar esto. Ve a buscar a unas de tus perras para que lo haga. Me largo- dije caminando hacia el cuarto para agarrar mis cosas.

- Camila, detente, no tienes porque irte- trató de excusar a Sabrina. No estoy para esto.

- No, Chase. Adiós- agarre mi maleta y me fui. Choqué mi hombro con el de la perra y me fui con todo orgullo y dignidad.

No esperaba que Chase me siguiera, no soy tan importante ahora.

Al salir de esa casa me eché a llorar. ¿Cómo llegué hasta aquí? Mi objetivo era uno, y cómo siempre lo tengo que llevar más lejos. Camila, eres estúpida.

- Camila..- Chase. Sequé mis lágrimas a como pude y volteé. Él solo me abrazó. Mierda que si necesitaba esto.

- Espera, te estoy mojando todo- dije soltando una risita. Él agarró mi cara y me miró serio.

- Dime la verdad- tragué saliva fuerte.

Creo que es el momento.

Compañeros de cuarto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora