Tenías que ser tú

CAMBIO DE PLANES

Justin

Acaba de firmar el traslado. Mi madre piensa dejarme aquí. Dice que le han dado un trabajo mucho mejor en Santa Bárbara. Y se lleva a Em. Y me deja aquí. Dice que será bueno para mí, que ya es hora de que me independice aunque sea solo un poco. Dice que quedaré a vivir con Ian. Mamá cobrará mucho más y tendrá un horario decente. Em irá a un nuevo cole.

Me quiero ir con ellas

—Quiero ir con vosotras —repetí por enésima vez mientras veía hacer las maletas a mamá.

—Esta es la oportunidad que estaba esperando. Me han ofrecido un puesto de trabajo fantástico allí y todo será más fácil. Y tú eres suficientemente independiente como para poder vivir sin tu madre. Fuera como fuese iba a pasar, antes o después ya que este año te gradúas y al año que viene hubieses ido a una residencia en la universidad. Además, ¡estamos únicamente a seis horas en coche! No te desanimes.

Suspiré

—Iré a veros en cuanto pueda

—Lo sé, mi vida—se acercó y me besó la mejilla

—Mamá llegaremos tarde —dijo Emily con su voz chillona mirando su reloj rosa.

—Ven aquí —dije a Em mientras la cogía en brazos. —Te voy a echar mucho de menos —susurré

—Yo también Justin —sollozó levemente —no quiero irme.

—Todo será mejor allí y estarás más con mamá

—Pero menos contigo —me abrazó fuerte

—Te quiero pequeña —le dí un beso en la frente

—yo más —dijo frotándose los ojos

—Vámonos, Em. Es hora de irse.

Em la cogió de la mano y salieron de casa. Me levanté y me apoyé en la puerta principal. Las maletas ya estaban en el maletero del coche y Em se estaba intentando poner el cinturón.

—Mañana vendrá el inquilino. Ya he hablado todo con él, solo tendrás que darle estas llaves —puso unas llaves en mi mano.

Suspiré.

—Todo irá bien, ¿de acuerdo? —dijo dándome un abrazo.

—Está bien. Ten cuidado con el coche

Asintió y se montó en el coche. Em me dijo adiós con la mano mientras el coche arrancaba y yo devolví el gesto. Miré la figura del auto hasta que giró y desapareció de mi calle.

Suspiré.

Qué asco

Cogí la moto y decidí ir a casa de Ian. Debía deshacer mis maletas y poner todo en orden. Gracias a Dios Ian vivía en un piso solo y tenía una habitación grande de sobra que usaba para poner trastos. Por lo menos me había quedado con él en vez de en un piso compartido con cualquier chiflao.

—Justin, llegas justo a tiempo —me dijo Ian con dos cajas en la mano —hay que vaciar tu cuarto

—Manos a la obra

Después de una hora llenando cajas y bajándolas al trastero (¿De dónde cojones saca tantas cosas?) abrimos el soporte de la cama que estaba en el armario.

Justo cuando lo poníamos en el suelo me dijo —Hoy viene Hannah.

—¿Qué?

Y se me cayó el soporte que estaba sosteniendo y me dio en el dedo del pie

—Oh joder, mierda. —Salté sobre la otra pierna. —Qué dolor —me agarré el pie

Ian reía

—¿Qué tiene de gracia? —dije mientras expiraba aire muy rápido.

—Te has puesto nervioso —Siguió riendo

—Oh, bobadas —le resté importancia con la mano

El levantó una ceja

—Seguro

•••
Se me fue la hora ya que era el cumple de mi amiga, así que lo subí con una hora de retraso. Espero que les guste!