NADA

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No me ha hablado.
Es que no lo entiendo, lo digo enserio.

Aquella anoche estuve esperando que me hablara o que me dijese algo, pero nada. Ni siquiera me respondió mi mensaje anterior. Les dije a las chicas que se le habría olvidado, pero en el fondo pensaba que se lo estaría pensando de verdad.

Al día siguiente me levanté y me vestí ya que me iba a ir a ver un musical que estrenaban en la ciudad junto con mi madre. Más tarde de eso decidí salir con mis amigas un rato para despejarme y contarle lo que pasaba. Bueno, mejor dicho, lo que no pasaba.

Decidimos ir a cenar a un nuevo bar que habían abierto el otro día y que nos habían recomendado. Mientras que Jess y Ali pedían yo hablaba con Laura.

—Es que, ¿por qué no me habrá dicho nada?

—La verdad es que no tiene sentido —Laura arrugó la frente.

—Yo que sé, podría decirme que sí, o que no, o que no lo sabe todavía porque se lo está pensando o algo —suspiré —simplemente algo.

No respondió.
Las chicas pensaban que Liam me diría que sí al enterarse de lo mío, y dejaría a Elena. Ahora, al ver que no ha hecho nada, están tan flipando como yo. 
Tal vez en el fondo sí que pensaba que me diría que sí. Tal pensaba que al enterarse de que a mí me gustaba los sentimientos pasados aflorarían de nuevo. O eso era lo que deseaba. Me imagino que esperaba que pasase cualquier cosa que me ayudase a olvidar a Justin.
Pero nada.

—Deberías hablarle.

—¿Qué?

—Sí, deberías hacerlo.

Lo pensé durante unos minutos y decidí que era buena idea, total, ya no había mucho que perder. Entonces, justo cuando iba a enviarle un mensaje, Ali y Jess trajeron las hamburguesas, así que decidí dejarlo para más tarde.

La cena estaba de muerte, hicimos bien en ir a ese bar a cenar. Cuando terminamos ya era tarde así que Ali y Laura se fueron hacia sus casas y Jess y yo hacia las nuestras.

Cuando llegue a mi casa lo primero que hice fue quitarme el sujetador y más tarde me desmaquillé y me lavé la cara. Cuando terminé, bajé cenar algo y después me subí a mi cuarto a ver una película. Lo único que quería hacer en esos momentos era distraerme con mis amigas pero eso parecía imposible así que busqué alguna película para intentar dormirme cuanto antes.

Justo cuando mis ojos estaban cerrando por el cansancio, mi móvil comenzó a sonar. Miré la hora, eran las 2 de la mañana. Me fijé en la pantalla y era un número desconocido, estaba muy cansada, así que decidí no cogerlo. Y justo después me dormí.





—¡Salgamos de fiesta! —chillé.

—Sí, ¡salgamos!

—Oh, genial, necesito relajarme.

—Estoy allí en un abrir y cerrar de ojos —gritó Jess desde su ventana.

Empecé a recoger un poco mi habitación ya que estaba más o menos en la mierda y yo siempre le echaba la bronca a Jess cuando su habitación estaba desordenada.

—¡Eh, ESPERA!

—¿Qué mierdas quieres ahora? —rodé los ojos.

—¡¿A dónde iremos?!

—¿Qué mierdas importa eso?

—Para saber que mierda ponerme. ¡Deja de repetir eso!

—Al club de Ann.

—Oh, venga ya, ¿ES QUE NO QUIERES LIGAR? —la gente que pasaba por la calle comenzaba a mirarnos raro.

—¿Ligar? ¿Es que no te enteras de lo que acaba de pasar?

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora