Un apartamento minúsculo

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Tras quedar con Jess y contarle todo lo sucedido lentísimamente (y con esto quiero hacer hincapié en que estuvimos TRES HORAS hablándolo. Las caras de Jess eran un completo cuadro, pero no podría culparla. Horas antes yo había sentido lo mismo), pedimos pizza dormimos juntas.


Días más tarde ella me llevaba a una especie de dirección secreta, porque Justin me había invitado a pasar el fin de semana con él, pero en un lugar que no quería desvelarme.

—Mierda. Joder —. Intenté quitarme la mancha de rímel que acababa de hacerme sin querer.

—Es lo normal si te pintas los ojos en el coche en marcha —dijo Jess.


Resoplé.


—Al menos espérate a que pare en un semáforo, chica, estás de los nervios —dijo mientras paraba en un stop.


—¡MIERDA! ay ay ay ay joder joder —me llevé la mano al ojo rápidamente —me lo he metido en el ojo —chillé.


—Jess ME LO HE METIDO EN EL OJO —Reafirmé al ver que nadie me respondía.


—Te lo dije —y puso una de sus muecas en plan "madre"


Entonces el ojo me empezó a llorar y el maquillaje se extendió por toda mi parte derecha de la cara.


—Me duele mucho —lloriqueé. —Seguro que se me ha infectado.


—Eres como una niña pequeña —bufó. —Pararemos en una farmacia, pero cállate.


Se veía a la legua que ya estaba harta de mí, pero en mi defensa estaba de los nervios porque era la primera vez que me iba de viaje con Justin. No tenía muy claro a dónde íbamos, pero según él me había dicho, unos amigos de sus padres tenían una pequeña casita con un par de habitaciones en un pueblo cercano e iríamos a pasar el fin de semana juntos.
Jess me llevaba donde habíamos quedado con Justin. Estaba a las afueras y mi amiga se ofreció a llevarme en coche, pero algo me decía que se estaba arrepintiendo.


Después de cruzarme de brazos como "una niña de tres años" según Jess, ella paró en una farmacia y me compró unas gotas para el ojo. Entonces vino el consiguiente problema.
Tras cinco minutos Jess consiguió ponerme dos de las cinco gotas que tenía que ponerme en el ojo, y para entonces mi cara estaba llena de churretes.


—¡Mira como te has puesto! —Me regaño Jess. —No sé en que momento accedí a llevarte hasta allí. De verdad que no lo sé —repitió suspirando.


—Lo siento —fruncí el ceño —es solo que estoy nerviosa.


—Lo entiendo. Ahora ponte el cinturón y lleguemos de una vez.


Veinte minutos más tarde ya anochecía, y avisé a Justin de que ya llegábamos y justo al levantar la mirada del móvil vimos una casa enorme y lujosa justo en la dirección que Justin me había dado.


—Joder, Hannah, la dirección estaba mal, coño. ¡Hemos venido hasta aquí para nada!


—Joe, juraría que la había copiado bien, de verdad. A lo mejor el que se ha equivocado ha sido él.


—O no... —dijo Jess lentamente mientras miraba por el parabrisas.


Entonces giré la cabeza y vi a Justin al lado de la verja de aquella casa.


—Imposible...


—¡Bienvenidas! —Gritó desde fuera del coche por lo que su voz se escuchaba muy atenuada.


Me quité el cinturón rápidamente y justo a bajarme del coche cuando Jess me agarró del brazo y me puso algo en la mano.


—¿Un condón? —dije sorprendida.


—Por si acaso. Supongo que él tendrá más, pero si no es así al menos lo pasaréis bien un ratito —empezó a reírse.


—Estás en todo.


—Lo sé, nena.

Me bajé del coche y cogí mi mochila del  maletero (donde metí el condón). Después Jess se despidió de Justin por la ventanilla, puso el coche en marcha y se fue.

—Hola guapa —dijo mientras se acercaba para bersarme. Pensé en quitarme y preguntarle el tipo de producto que había usado para que su "minúsculo apartamento" se hubiese puesto tan grande en un par de semanas, pero no pude resistirme.


—Entremos —dijo cuando se separó de mí dejándome en las nubes.


—¿No tienes nada que explicarme?


—Ah, sí. Al final he decidido que estaríamos más cómodos aquí.


—¿No me digas? ¿Y de quien es esta casa?


—Era la casa de mis abuelos. La usan cuando vienen a vernos. Entremos y te la enseño, a ver si te gusta.


asentí emocionada mientras el abría la verja.







Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora