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Jess en multimedia ("Tengo un grano!!!)

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Hannah

Me había dormido a punto de llorar y sin ganas de nada pero me había levantado un poco de mejor humor porque mamá me había preparado tortitas con chocolate y había subido a mi cuarto a dármelas. Me las comí y me levanté de la cama para vestirme.

Cogí el móvil de la mesa y cuando lo hice fui al baño a hacerme dos trenzas y a ponerme rímel

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Cogí el móvil de la mesa y cuando lo hice fui al baño a hacerme dos trenzas y a ponerme rímel. Siempre me veo más guapa con rímel.

Me lavé los dientes y me puse colonia y bajé a darle un beso a mi madre.

—Qué guapa, ¿a dónde vas?

—A casa de Justin.

Ella levantó una ceja.

—Vamos a ver una película con Jess e Ian —aclaré. —Por dios, mamá, sabes que somos amigos. Siempre haces lo mismo cuando voy a salir con él

Llevaba un mes saliendo mucho con Justin y nunca había pasado nada ni se me había insinuado.

Ella se rió

—Está bien. No vuelves muy tarde, me siento sola aquí sin tí —dijo poniendo morritos.

—Tal vez deberías salir a la calle y echarte un novio.

—Tal vez lo haga. Pesada —me dijo.

—Adiós mami —le di un beso en la mejilla.

—Adiós cariño.

Salí de mi casa y fui hacia la de Jess. Toqué el timbre  y Tyler me abrió.

—Peeeero bueno —dijo mirándome de arriba abajo y me sonrojé. —Qué guapa estás

—Gracias —le dí un beso en la mejilla y entré a su casa —¿y Jess?

—Arriba.

—Está bien.

Subí las escaleras y la vi en la cama boca abajo.

—¿Se puede saber que haces? ¡Vamos a llegar tarde!

—Cállate —Dijo y el sonido de su voz se vio camuflado por las sábanas.

—Qué pasa —me senté a su lado.

—Me ha salido un grano. —Seguía sin poder escucharla bien.

Y me empecé a reír como una foca.

—Por dioooooos ¡levanta y vístete! No puede ser tan malo

Se levantó y me miró. Oh, dios, sí que puede serlo

Abrí mucho los ojos y lo inspeccioné detenidamente.

—Déjame quitártelo.

Entonces fue el turno de que ella abriese mucho los ojos y se tapara la cara. —¡NI DE COÑA!

—Ven —la agarré de la mano y la llevé al baño.

Ella se sentó en la tapa del váter y yo me lavé las manos. —Será rápido —le dije.

Ella sacudía la cabeza diciendo que no quería pero yo la ignoré, puse las manos en su cara sentándome en sus piernas. —Una... Dos.... Y tres

Apreté y salieron mil toneladas (está bien, no tanto) de pus.

—AUUUUUU —gritó Jess.

—Ug que ASCO —reí. —Eres una bola grasosa. Ya está —dije limpiándole con papel higiénico. Ahora duchate y lávate bien la cara

Me hizo caso y yo la esperé en su cuarto preparándole la ropa. Elegí esto

Cuando ella salió se vistió y se puso una diadema negra

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Cuando ella salió se vistió y se puso una diadema negra. Se maquilló y se echó perfume.

—Vámonos Ann —me gritó desde el baño

—Oh sí, no vaya a ser que lleguemos tarde —dije irónica.

Ella rodó los ojos y cogió su móvil de la mesa de su cuarto.

—Mierda, 44%.

—No lo usarás, estarás ocupada —reí

—Estúpida

Salimos de su casa y esperamos al autobús en la parada de la esquina.
Cuando llegó subimos y nos sentamos al final.

—Ahora que me acuerdo, Ann... ¿Por  qué te fuiste esta mañana? Te llame mil veces y no me lo cogiste.

Qué raro que no me preguntó hasta ahora

—Hable con Justin y se me quitaron las ganas de ir a las últimas clases.

—¿Qué hablásteis?

—Sobre nosotros. Ayer volvieron a llegarme amenazas y esto no puede ir a más, Jess. No quiero que una o más locas me hagan daño por tener de amigo a Justin. No vale la pena —dije apenada. En verdad sentía lo que decía. 

Me miró fijamente. —Pero os queréis. No puedes dejar que eso se vaya por la borda.

—Tengo miedo, Jess. Las cosas malas empiezan así.

—Deberías hablar de ello con él.

—Ya lo hice esta mañana. Y ni siquiera me respondió.

Jess suspiró y miró hacia alante. —Tendréis toda la tarde para hablar de ello.

No  le respondí.

Cuando llegamos bajamos del autobús y llamamos al portero automático del piso de Ian y Justin.

—¿Sí? —se escuchó la voz de Justin por el telefonillo y una sensación extraña recorrió mi estómago.

—Nosotras —dijo Jess mirándome.

Justin respiró hondo y abrió. Subimos por el ascensor.

—Tranquila, Ann. Te veo nerviosa

La miré y le dí un abrazo. El ascensor llegó al piso y salimos de él.

—Hola —dijo Justin abriendo la puerta.

—Hola —dijo Jess y le dió un beso en la mejilla y después pasó dentro del piso. Este último mes Jess y Justin se habían llevado muy bien.

—Hola —le dije.

—Pasa

Entré y fui directamente al cuarto de Justin después de saludar a Ian. Justin venía detrás mía.

—Quiero hablar contigo —dijo tras cerrar la puerta de su habitación.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora