Buenos días

5.8K 297 2
                                    

—¡Dónde está!


—¡Que no lo sé, joder! —grité por quinta vez.




—La he llamado diez veces. No responde a mis mensajes y vino aquí anoche. ¿Qué coño hiciste?



—Que no me acuerdo de nada. ¡Ya te lo he dicho! Voy a buscarla.




—¿Qué? No, ni de coña. ¡A saber que le hiciste! Ya voy yo. —Ian cogió las llaves de su coche y salió por la puerta.




Suspiré y me senté en mi cama. La cabeza me daba vueltas por la resaca y tenía nauseas así que no comía. Estaba muy nervioso, no me acordaba de nada de lo que había pasado esa noche. ¿Qué había pasado? ¿Le había hecho algo malo? No, yo nunca le haría nada malo. ¿Y entonces por qué no estaba en casa? ¿Se había ido sola por la noche? ¿Por qué no respondía a las llamadas?




Unos minutos más tarde los cuáles me parecieron días Ian tocó a puerta y corrí a abrirle.



—¿Dónde está? ¿Está bien?



—Está perfectamente —dijo extasiado —algo confundida respecto a anoche. Se fue de casa porque estaba algo incómoda aquí, pero aún no me cuenta que pasó.



Suspiré y me encogí de hombros. No tenía ni idea de lo que pasó ayer, de lo último de lo que me acordaba era de que bebí demasiado en el bar de Claudia.



—Quiero verla —aclaré con firmeza.



—Me parece que no va a ser lo mejor en estos momentos.



—Ian, voy a verla quieras o no.




—¿Es qué no te das cuenta? Hannah es una tía de puta madre y ayer no tuvo que pasar nada bueno si decidió irse andando a su casa a las tres de la mañana en vez de quedarse aquí. ¡Es de locos, Justin! ¡La estás jodiendo!




Le miré fijamente a los ojos mientras la rabia hervía en mi sangre, pero de repente paró. Ian llevaba razón, Ann nunca hubiese hecho eso sabiendo los peligros que conllevaba. Suspiré y me fui a mi cuarto dejando allí a Ian mirándome mientras esperaba a que le gritase de la misma manera que él había hecho conmigo.



Cerré la puerta suavemente y me senté en la cama. Esto no podía estar pasando, había alcanzado un punto demasiado alto. Le estaba metiendo en demasiados líos desde que "éramos amigos" y eso le traía problemas.



No era suficientemente bueno para ella.


Ann llevaba razón, debíamos separarnos.




***
¡Ya he vuelto y con muchas ganas de escribir!  Ahí va otro cap

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora