Nacimiento

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Poder.

Alguna vez sintió que todo lo debía tener.


La glorificación misma de la perfección estaba encarnada en su ser pues se sabía a sí mismo bendecido por Ra. No solo tocado por su luz como lo fue su padre, sino bañado en su grandeza. Pues en su llegada al mundo, Ra oscureció las tierras que todo tocaba, al trasladar el astro solar y dejar que la fecundada luna interpusiera su camino para preparar los campos a su nacimiento.

Mientras los agónicos gritos de su madre se escuchaban en todo el palacio, una fiebre que le quemaba desde las entrañas la debilitaba, como si toda su fuerza y juventud fueran absorbidas por esa pronta criatura.

Sa-Ra, o hijo de Ra fue proclamado por los sirvientes que asistieron su parto, pues ellos mismos tocaron la piel de la mujer que ardía en llamas al tener el sol en su interior.

Nació con la piel dorada, y los cabellos bañados en oro fundido, con ojos de rubí que centellaban como piedras solares. Y cuando su primer llanto resonó como fulgor de vida fue que el astro rey se posiciono en lo más alto del cielo, y la luna descendió a perderse en la inmensidad del horizonte hasta que la noche le volviera a reclamar.

Hubo fiestas, clamores y felicidad esparcida a lo largo y ancho de Egipto, los sacerdotes y sacerdotisas honraron su nacimiento con visitas al palacio, con reverencias al primogénito por excelencia y con el ritual que reestablecería la vitalidad de quien ha parido al sol ardiante.

Un ritual en honor a Nut la gran diosa que ha parido todos los dioses.

Tres copas de sangre fresca de cordero, la primera en honor a Nut inmediatamente después de haber dado a luz al sano varón. Esta copa representa el don de dar la vida, tal como lo hizo Nut y tal como lo ha hecho ella.

La segunda en nombre de Geb y su casa, Geb el creador, aquel situado en la tierra de los hombres que profiere todo cuanto puedo tener en su vida terrenal.

Y la tercera copa, la sangre que solo se puede extraer del corazón de un cordero pues esta se alza y bebe en contemplación al Duat, o mejor conocido como el reino de los muertos. Especialmente en honor Anubis dios que les concederá la vida eterna después de la muerte, y conservara sus cuerpos de la inmundicia.

El rito, se extiende 5 o 6 horas después del parto pues la mujer tiene que dar el alumbramiento, y expulsar la casa de sangre que ha hecho su interior para su hijo. Pero como la casa es parte de ella, templo sagrado de fertilidad, las sacerdotisas se encargan de prepararla, de machacar y formar pequeñas bolitas con su placenta que ira comiendo en diferentes horas ese día.

También debe recibir un baño con aguas cristalinas del rio Nilo, en el pequeño afluente privado que dispone la casa real, allí revitaliza y purifica su cuerpo. Al estar lista no se puede perder tiempo, se viste de gala y oro para ser digna madre y alimentar a su hijo.

Da de beber su leche a su pequeño, frente a una sala de cortesanos y políticos que comprueban la fuerza del primogénito. Si puede alimentarse por sí mismo al amamantar será fuerte entre los hombres y si por el contrario su llanto no cesa producto del hambre que no puede saciar será una carga y más aún un faraón al que no dudaran en traicionar.

El bullicio de su llanto, se detiene prontamente.

Las sirvientas de su madre han suspirado de calma. Ellas están agazapando a la reina.

Una carga de rodillas el plato de oro donde reposan los aperitivos de sus entrañas mientras otra abanica con calma el calor perdurado de la madre.

Hay 2 que ayudan en la labor, la nodriza y la niñera. La primera ha instruido con palabras sencillas los pasos que debe seguir la madre primeriza y la otra sostiene el peso del cojín donde descansa el primogénito mientras se alimenta.

La sala real se llena de risas consiguientes a la del faraón que le alegra ver la vivacidad de su hijo al pedir a gritos el otro seno de su madre, para continuar con su labor de succionar.

Y cuando el niño se ha llenado viene el banquete para todos los presentes y los ausentes. Pues es el pueblo se encuentra cenando los mejores granos y comiendo sus mejores ganados, todo en nombre del hijo del faraón.


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¡Hey! Este será un corto relato (o tal vez no tanto) del medio Egipto, vi que muchos querían algo así y la idea me fascina con toda su cultura y mitología. Espero no hacerlo muy denso ni nada~

Cualquier pregunta, comentario o estrellita será bien agradecido.

La grandeza del faraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora