Capítulo 7: Reencuentro

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AMBER CLAYTON

¿La sigo o mejor salgo corriendo de este sitio? La última creo que es la mejor opción para mí en estos momentos, paso mi mano por toda mi cara con frustración.

—Hola chicos— saluda mi madre con amabilidad ganándose las miradas de los once chicos del equipo, trago duro al ver la cara de asombro de muchos de ellos.

—Hola— responden todos al unísono, bien creo que fue mala idea salir un momento a comer helado. Comienzo a caminar hacia ellos con nerviosismo.

—Mamá ¿Nos podemos ir? — le pregunto incómoda, ahora todas las miradas de los once chicos están en mí sobre todo la de Ashton Green, el mariscal del equipo.

—¿Porqué? Acabamos de llegar— dice mi madre, paso una de mis manos por mi largo cabello con frustración.

—¿Acaban de llegar? — pregunta Ashton curioso, le doy una mirada asesina. Mi madre asiente energéticamente con la cabeza.

—¿Porqué no toman un helado con nosotros señora Clayton y tú señorita Clayton? — ofrece el que creo que es Gabe, se me confunden de nombres. Creo que hasta aquí llegué, adiós mundo cruel.

—Claro, me encantaría— acepta mi madre, creo que me acaba de dar un ataque cardiaco.

—¡Mesero! Dos sillas más por aquí, por favor— grita Gabe, Ashton no aparta su mirada curiosa de mí. Bién, creo que ese helado no me vá a caer muy bién.

Minutos después...

—Y dígamen chicos ¿Qué hacen aquí en Washington? — pregunta mi madre energéticamente, como lentamente de mi gran helado de chocolate. Al parecer a mi madre les cae bién a los once chicos ¿Y será que a ella también? Porque sí es así a lo mejor cambia de opinión y así me deja ir a los demás partidos de ellos.

—Aquí se realizará el siguente partido— le responde Larry, bién creo que gracias a estos minutos (que se me hacen eternos y perturbadores) con ellos me aprendí bién sus nombres. Pero ¿El siguiente partido será aquí en Washington? Eso es ¡génial! Me quedará más cerca de lo que creí.

—Oh que bién— dice mi madre con una sonrisa en sus labios ¿Será que está actuando o en verdad la está pasando bién? —Aunque ese juego es peligroso para mí por eso a Amber... — opina mi madre, tengo que salir de aquí ahora mismo antes que mi madre abra su bocota.

—Iré al baño, permiso— digo levantándome de mi silla y comenzando a caminar hacia los baños de damas. Nesecito estar en paz por un momento y como dije; ese helado no me está callendo bién gracias a la mirada curiosa de Ashton Green en mí.

Despues de tomar un poco de agua y relajarme un poco, decido ir a enfrentar la realidad pero definitivamente hoy no es mi día, cuando iba saliendo del baño de damas me encontré con Ashton Green recostado sobre la pared con sus brazos cruzados sobre su pecho. Sino me hubiera detenido en seco lo más seguro hubiera chocado contra él. Y exatamente ahora nos encontramos a tan solo unos centimetros de distancia, el pasillo es muy estrecho para dos personas.

Trago saliva con dificultad pero ¿Porqué mi corazón late tan rápido? Entiendo que me dió un buen susto pero tampoco es para que se quiera salir de su lugar.

—Así que— comienza a hablar, sus ojos azules no se despegan de los míos ni un segundo—No querías comer con nosotros ¿eh? — termina de hablar, doy un paso hacia atrás. Nesecito espacio personal.

—¿Y si no quiero qué? No me vas a obligar ¿o sí? Mariscal— digo lo más normal que puedo, una sonrisa de medio lado se dibuja en sus labios.

—Eres una caja llena de secretos, señorita Clayton— habla aún manteniendo su postura, tal y como lo encontré.

—¿Qué quieres decir con eso? — le pregunto algo nerviosa, él se endereza. Su camisa azul marino deja relucir sus abdominales, ok concentración Amber, concentración.

—De lejos se te vé lo nerviosa que te pusiste cuando tu madre nos llegó a saludar, está claro que ella no te dió permiso para asistir aquel día al partido en New Jersey y tienes miedo que tu mamá se dé cuenta que te escapaste— me aclara, mi ceño se frunce ¿Cómo diablos Ashton Green sabe todo eso? ¿Es brujo o qué?

—¿Tú...tú cómo sabes eso? — tartamudeo, él simplemente se encoge de hombros.

—Eso no se hace, señorita Clayton— me dice en tono burlón, lo miro fijamente ¿Quién es él para decirme que no hacer?

— Mira, lo volveré hacer una y otra vez si es necesario— digo acercándome peligrosamente a él— Y no te metas en la vida de la hija del presidente, señorito Green— le advierto, sin decir nada más paso a su lado dándole un pequeño golpe con mi hombro ya que el pasillo es estrecho.

En mi vida he enfrentado a alguien que no sea mi hermano o mi madre pero ¿Porqué traté así a Ashton? ¡Dios! Es el mariscal de mi equipo favorito. Pero ya no hay vuelta atrás, ya he llegado donde están los demás chicos junto con mi madre.

—Oh mi niña, que bueno que ya llegaste. Nos tenemos que ir— me informa mi madre, asiento con la cabeza. Veo como lentamente Ashton llega a nosotros con paso lento y sus brazos cruzados sobre su pecho, creo que debería irme ahora mismo antes que me arrepienta por hablarle así.

—Adiós— me despido de ellos para después salir rápido de ahí, dejando atrás a mi madre. ¡Dios! ¿Qué fué lo que acaba de pasar? Amenacé a un chico que apenas le he hablado una vez, el soltero codiciado de los Chicago Bears.

Y vuelvo a decirme a mi misma: ¿Dónde quedaron tus modales Amber?

[…]

—Bueno, aquí la pregunta es: ¿Cómo coños Ashton Green sabe que te escapaste ese día de tu casa? — inquiere Ethan mientras conduce a la mansión, en el camino le conté lo ocurrido con el mariscal de los Chicago Bears.

—Eso es lo que no sé, talvez ese chico es brujo— digo encogiendo los hombros, Ethan me mira por el espejo retrovisor con cara de pocos amigos. —El problema de todo ésto es que él no tiene porque saber eso, además ¿Qué le importa lo que hago yo? —hablo cruzando mis brazos sobre mi pecho.

—Analizándolo bién, creo que Ashton pudo aver visto alguna de esas revistas y tú al llegar al mismo lugar donde ellos estaban y ponerte nerviosa es obvio que se dió cuenta. Talvez tu madre dijo algo como: "A mí no me gusta dejar ir a mi niña a esos juegos y bla bla bla"— analiza, me quedo en silencio tratando de procesar lo que acaba de decir Ethan y talvez tenga razón. En la pequeña conversación de ella con los chicos alcancé a escuchar algo como "Ese juego es peligroso para mí por eso a Amber.. " Y después de ahí me levanté para ir al baño.

¿Y si terminó deciendo algo como "por eso a Amber no la dejo ir"? Porque si es así, es obvio que los chicos del equipo y sobre todo Ashton se dieron cuenta que ese día me escapé.

Gracias madre, muchas gracias.

La Hija Del Presidente [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora