AMBER CLAYTON
—Es lo que debo de hacer— inquiero con obviedad, él me mira fijamente analizando mi rostro como si estuviera buscando algo en él. Talvez espera que lo que le estoy diciendo es una broma pero eso no va a llegar.
—¿Desde cuando aquí eres tan amable? — pregunta Connor muy confundido, ruedo los ojos. Esa chica después me vá a matar por hacerla esperar.
—Desde siempre— contesto con orgullo, bueno, eso ni yo me lo creí. —Luego nos vemos, no tardaré mucho— me despido para después darme media vuelta y subirme al auto de April el cual ya se encuentra encendido y con April adentro. Una vez dentro le regalo mi mejor sonrisa de disculpa que le puedo ofrecer, ella lo único que hace es rodar los ojos. Increíble.
El trayecto al centro comercial fue en un silencio profundo, varias ideas pasaron por mi cabeza como hacerle algunas preguntas sobre Ethan pero no sabía como hacerlo sin que ella sospeche que conozco a Ethan, me conozco muy bien y sé que puedo abrir mi bocota.
Una vez que el auto es estacionado en el parqueo del centro comercial, me abajo de él. Aún no puedo creer que estoy asiendo esto, es obvio que April se puede comprar su blusa, es de clase alta ¿Será que es muy tacaña? Pues eso no lo dudo, ya que no me perdonó el "accidente" ¿O será que solo lo hace para fastidiarme? Porque ella sabe muy bien que no me llevo bién con su amiga Brittney.Aunque ya no puedo retroceder a lo que ya hice ¿En que momento se me pasó por la cabeza hacer tal cosa? Definitivamente no sabía con la que me iba a meter, estamos hablando de April Wells.
—Camina más rápido, Clayton— se queja la rubia frente a mí, mi ceño se frunce. ¿Quién se creé para llamarme así? El único que puede llamarme por mi apellido es mi hermano irritante.
—¿Alguna vez no te han dicho que eres peor que un dolor en el trasero?— le pregunto sin importancia, April gira su cabeza como la chica de la película el exorcista.
—¿Qué acabas de preguntar? — inquiere mientras me mira con cara de maniática, me encogo lentamente de hombros.
—Lo que oíste— le respondo, ella me mira fijamente como si me estuviera dando una oportunidad para arrepentirme de lo que estoy diciendo, pero vuelvo a decir: eso no vá a suceder. Sus ojos se desvían por un momento hacia un punto atrás de mí, segundos después su boca se abre con asombro al igual que sus grandes ojos celestes. La miro cofundida ¿Y su enojo dónde quedó? Oh vamos, yo queria ver que tan bueno se ponía esto. Sin más remedio alguno, doy media vuelta para averiguar que es lo que ahora mismo la tiene tan estupefacta.
—Green— dije su apellido en un susurro mientras lo veía entrar al centro comercial ¿Acaso hasta en un centro comercial me lo tengo que topar? Camina a paso despreocupado mientras que sus manos estaban metidas en su suéter negra. Sus lentes de sol descansan en el puente de su nariz, como todo un chico Badboy. Pero sé que es todo lo contrario a eso, sí, él es un Goodboy.
Ok, no ¿Qué coños acabo de pensar?
—Es todo un galán ¿no crees? — inquiere la rubia a mis espaldas, volteo lentamente para mirarla con cara de pocos amigos ¿Galán? ¿No pudo buscar una palabra mas razonable? Nosé, algo así como guapo o atractivo.
¡¿Qué?! ¿Acabo de opinar eso?
—¿No crees que deberíamos seguir con nuestro camino? Por si no te dás cuenta, aún tengo clases a las cuales asistir— le informo pero su mirada no se a quitado ni un segundo de Ashton Green. Ella aparta la mirada al fín y me mira con odio.
—Primero le hablaré, es ahora o nunca— me dice, no me dió tiempo de reclamarle sobre mis clases ya que no esperó nada más de mí y hizo su camino hacia él. Me volteé con indignación y caminé tras ella, simplemente no quiero que me quite de mi valioso tiempo y con mi presencia estorbando, seguramente no durará mucho esa conversación.
—Ashton Green, un gusto conocerlo en persona— habla muy coqueta April llegando al lado del chico, Ashton se voltea y la mira confundido. No me puedo ni imaginar a cuantos chicos llegó a seducir cuando ilusionaba a Ethan, bién no debí pensar eso. Ahora mismo quiero dejarla sín dientes.
—Disculpe ¿La conozco de algún lado? — pregunta Ashton mientras la mira detenidamente, una sonrisa de medio lado se le dibuja en los labios a April. Ruedo los ojos, esta chica sí que es intensa.
—Es claro, Green. Es otra de tus maniáticas fans— le respondo llegando a su lado, la sorpresa de Ashton al verme se hace presente y la mala cara de April también.
—¿No deberías estar comprando mi amada blusa? ¡Anda vé, quiero mi blusa ahora mismo! — gruñe con fastido, la miro sin poder creer lo que me está diciendo. ¿Acaso me creé su empleada personal o qué? Oh vamos, ahora mismo la bajo de esa gran nube de donde se a subido.
—¿Acaso te estoy estorbando? Porque si es así ahora mismo me voy— digo sin mayor importancia, éste juego apenas comienza April— Pero con él— agrego antes de agarrar a Ashton de un brazo y jalarlo hasta la salida del centro comercial. Nosé que coños estoy haciendo pero se siente bien ver la cara de odio y sorpresa de April antes de desaparecer con su "Conquista" del día de hoy.
—¿Ahora que se supone que soy? ¿El mariscal de los Chicago Bears o el muñeco de juguete de dos chicas que se odian a muerte? — inquiere con diversión Ashton, me detengo en seco. Suelto mi agarre de él, estar pensando en lo mal que se debe de sentir April en éste momento me hizo olvidarme de hacia donde iba y lo peor aún es con quien iba. Me volteo lentamente hasta encontrarme con unos intensos ojos azules, los cuales ahora mismo me miran con diversión.
—Si creés que nos odiamos a muerte ¿Cómo puedes explicarme que hacíamos en el centro comercial juntas? — inquiero mientras cruzo mis brazos sobre mi pecho, esperando una respuesta de su parte.
—¿Casualidad? Es lo más obvio— me responde orgulloso de su respuesta, una carcajada escandalosa sale de mi boca al oír lo que acaba de decir.
Si solo supieras lo que mi mente malvada piensa hacer con esa pobre chica, si solo supieras señorito Green.
—Primo averiguá antes de hablar ¿bueno? — le digo en tono burlón, él me mira fijamente. Y ahora la pregunta del momento ¿Que diablos hago ahora? No puedo volver con April para comprar su estúpida blusa pero tampoco me voy a quedar con Ashton en medio del parqueo. Lo mejor será volver a la Universidad y después ya veré como le compro la blusa a la ridícula de April, además no creo que cueste mucho comprarla ¿O sí?
—¿Y ahora que se supone que haremos? Me arrastraste a la fuerza hasta el parqueo ¿Y qué se supone que vinimos a hacer? —inquiere muy curioso y confundido Ashton, lo miro sín saber que decir.
—No lo sé, ni siquiera sabía para donde estaba caminando— admito mientras me encogo de hombros, él me mira con diversión. Con esa típica sonrisa en sus labios que tanto me fastidia ¡No entiendo que tanto le divierto!—Lo mejor será que me valla a la Universidad, tú puedes entrar al centro comercial a comprar lo que fueras que te vallas a comprar— termino de hablar para después comenzar a caminar, tendré que tomar un taxi. Lo más seguro April ya se fué igualmente no pensaba regresar con ella.
—Te llevaré— fue lo único que dijo Ashton antes de pasar por mi lado a paso rápido mientras que sacaba unas llaves de su suéter, me detengo en seco. ¿Es enserio? ¿Otra vez me está haciendo ésto? ¿Porqué coños no me permite irme en taxi?
—Ni lo pienses Green, una vez lo hiciste ya dos no— le advierto, él se detiene a unos metros de su auto para después girarse sobre sus talones. Su ojos azules caen en mí, su ceño está totalmente fruncido. —Y no me vas a obligar— le digo mientras cruzo los brazos sobre mi pecho, esta vez será diferente Ashton Green. Una sonrisa maliciosa se le comienza a formar en sus labios, lo miro con horror. ¿Ahora que coños piensa hacer? No lo pienso ni dos veces para comenzar a correr, nosé porque lo estoy haciendo pero simplemente corro como si un ladrón me estubiera persiguiendo aunque en este caso es Ashton Green. El mariscal de mi equipo favorito.
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La Hija Del Presidente [editando]
RomanceAmber Clayton es una jóven que no le gusta la política y mucho menos ser una chica fresa. Por desgracia su padre es el Presidente de los Estados Unidos, Amber se ve obligada a asistir a fiestas elegantes y a cenas. Llega un día en el que se cansa d...