La Hija Del Presidente [editando]

Capítulo 34: Un Actor

AMBER CLAYTON

—¿Amber? — la voz de Ashton, hace que abra los ojos de golpe y así logre caer de la cama. ¡Demonios! Se supone que me tenía que levantar primero. Me levanto rápidamente del suelo y lo miro un poco asustada, su dorso desnudo se deja ver a simple vista, su cabello negro se encontra totalmente desordenado, sus labios se ven un poco más gruesos y sus ojos un poco más achinados. Ya entiendo como es que las fanáticas mueren por ver a sus ídolos despertar en una mañana, ahora lo entiendo todo.

—No es lo que parece— me adelanto a decir, él niega con la cabeza mientras se le dibuja una sonrisa burlona en sus labios.

—Me gusta tu pijama— me dice, siento como mis mejillas comienzan a calentarse. Y a mí tu dorso. ¡¿Qué?! ¿Pero que coños acabo de pensar?

—¿Gracias? — inquiero, ¿y ahora que hago? ¿Debería de ir planeando las mentiras que le diré?

—Llama a mi mamá, quiero conversar con ella— dice mientras baja de la cama, lo miro sin entender. ¿A su mamá? Oh Dios, ya sabe donde lo vine a dejar.

Él al ver mi cara, suelta a reír y dice:

—Fingí, Clayton. El día de ayer supe muy bién para donde me llevabas, esta borracho pero no inconsciente— me dice, trago duro. Mierda, ahora si que me siento terrible.

—¿Porqué dejaste que te trajera? — pregunto con curiosidad, él deja escapar un suspiro. Mi mirada baja a su pantaloneta deportiva, maldigo el hecho de tiene nalgas tan redondas y lindas y yo ser una plana de mierda.

—Ayer, en el bar. Estuve pensando en todo lo que me dijiste en el estadio y tienes razón, siempre la has tenido Amber— me dice, sus ojos azules se posan en mí. Pongo toda mi atención en él y no en su maldito cuerpo de atleta, en serio que debo de controlarme en momentos serios ¿pero cómo hacerlo cuando tienes a un chico a unos metros de distancia con tan solo una prenda puesta? —Decidí actuar, dejar que tú y mi madre me trajeran hasta aquí. He decidido que el día de hoy, hablaré con los dos— termina de decir, dejo escapar un suspiro. Buen comienzo del día.

—Me asustas pero me gusta tu cambio de opinión— digo, mientras paso mis manos por toda mi cara para alejar el sueño. —Iré por Doris y Adam— digo y comienzo a caminar hacia la puerta de la recámara pero al pasar a su lado, él me detiene con uno de sus brazos.

—Gracias, gracias por todo lo que has hecho Amber— murmura, siento como mi corazón dejó de latir durante unos segundos y después comenzó a latir en un ritmo sobrenatural, asiento con la cabeza sin decir nada y sigo mi camino. No quiero que sienta mi nerviosismo al estar a su lado, no entiendo cómo me pasa esto.

—Oh mi niña, el desayuno ya está hecho— me dice con amabilidad Doris una vez que entro a la cocina, ya el señor Adam se encuentra desayunando. Ojalá no le caiga mal el desayuno cuando le diga que Ashton quiere hablar con ellos en este momento.

—Eh... Doris, Adam— digo para llamar su atención, ellos posan su mirada en mí. —Ashton ya despertó y quiere hablar con ustedes— les informo, ellos alzan sus cejas con asombro. Sí, una noticia que no esperaban.

—¿Qué sucedió? ¿Se puso muy furioso? — pregunta con preocupación Doris, niego con la cabeza.

—Vé, él te lo dirá todo— le respondo, la mirada de confusión aparece en el rostro de Doris.