Capítulo 22: Señorito Green

6.7K 352 32
                                    

AMBER CLAYTON

Frente a mí tengo aún hermoso atardecer, es algo tan maravilloso que muy pocas veces tengo la dicha de ver. A mi lado se encuentra el chico que en tan poco tiempo me ha llevado a conocer dos lugares que en mi vida había visto como por ejemplo, su cabaña que por cierto una vez que tenga la licencia de conducir en mis manos, iré a visitar. Ese lugar no solo me dió tranquilidad, sino que también me hizo olvidar el mundo por un momento.

—Ashton— hablo para llamar su atención, él posa sus ojos azules en mí. Vamos Amber, tú puedes, solo díselo. —Me escapo de mi casa no porque quiera, sino que mi madre junto con mi padre me tienen prohibido ir a los partidos de la NFL, según ellos son muy peligrosos— comienzo a contarle, siento como sus ojos aún no me dejan de ver y eso simplemente me pone aún más nerviosa. —Desde mis quince años estoy obligada a asistir a cenas y fiestas elegantes de la Casa Blanca y no sabes lo mucho que odio eso, no soy de esas chicas fresas Ashton, soy todo lo contrario. Odio las compras, odio la prensa, odio todo lo que sea legante— sigo hablando, y todos los recuerdos se hacen presente en mi mente. —Mi madre me tiene como su muñeca, y aunque tu veas en las revistas que somos la "familia perfecta"—hablo mientras hago comillas con los dedos— en realidad no lo somos, mi padre nunca pasa en casa y mi madre tampoco; mi hermano Connor es con el único que socializo más, he llegado sentir un gran sentimiento hacia los empleados ya que comparto más con ellos que con mis padres— le digo, la imágen de Anna la mucama y de Ethan, pasan por mi cabeza.

—Créeme, ser la hija del presidente no es tan perfecto como muchos piensa. Ser la hija del presidente es tener una madre y un padre ausente— termino de decir, levanto mi mirada lentamente y me conecto con sus hermosos ojos azules. En su rostro veo sorpresa y compasión.

—Yo... no sabía nada eso y ahora mismo me estoy arrepintiendo de averte hecho confesarme tal cosa— habla en un tono muy bajo, casi que no se puede oír.

—Nadie lo sabe, solo mi mejor amigo. Es uno de los que siempre a estado ahí para mí, siempre ha escuchado mis quejas sobre mi madre— le confieso, él me mira con atención.

—¿Y ese chico es con el que siempre has venido a los partidos? — pregunta, asiento con la cabeza afirmando. Él pasa una de sus manos por toda su cara, poso mi mirada nuevamente en el atardecer frente a mí. Nosé como se esté tomando todo ésto, creo que no es algo muy normal y menos si lo cuenta la misma hija del presidente. Sé que él nunca se llegó a imaginar algo así.

—Tienes mi apollo— habla rompiendo el silencio que se ha formado a nuestro alrededor, poso mi mirada en él confundida.

—¿Qué? — inquiero, él rueda los ojos.

—Que tienes mi apollo, Amber. Si necesitas escaparte de nuevo y ocupas mi ayuda, ahí estaré para tí— comienza a hablar y sus ojos azules se vuelven a posar en mí. — Sé que lo que haces no es correcto pero entiendo tu desesperación, entiendo como te debes de sentir ser la muñeca de tu madre y no poder hacer lo que realmente quieres— sigue hablando, cada palabra que sale de su boca es procesada en mi cabeza, aún no creo que esté diciendo tal cosa.

—Haber si entiendo— hablo mientras me acomodo mejor para mirarlo de frente— Tú estás dispuesto a ayudarme a escapar de mi casa— hablo, él asiente lentamente con la mirada.

—Y no quiero un NO como respuesta— me dice, sonrío ampliamente. Quién lo pensaría, Ashton Green, el mariscal de los Chicago Bears ofreciéndose a ayudarme.

No solo logré asistir a la finales de la NFL, sino que hasta el mismo mariscal me ayudará. No entiendo porqué hace tal cosa, no he hecho nada a él para que me esté devolviendo el favor, bueno apesar de enseñarle cocinar pizza no veo el porqué de su ayuda.

La Hija Del Presidente [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora