Capítulo 19: Peligro en carretera

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AMBER CLAYTON

El sonido de mi celular hace que me despierte, mato a quien sea que me está llamando a esta hora. Gruño con fastidio y contesto la llamada, no me tomo la molestia de mirar quién es.

—Amber ¿No piensas ir a la Universidad o qué? — la voz de Ethan se oye al otro de la línea, pongo los ojos en blanco.

—Sí, joder pero ¿para eso me llamas? ¡Dios! Estaba durmiendo bién angelical— me quejo mientras paso una de mis manos por toda mi cara.

—Pues yo no sé en que mundo estás pero solo falta diez minutos para que entres a tus respectivas clases— me informa, mis ojos se abren como plato. ¿Diez minutos? Oh vamos, me tiene que estar jodiendo. Rápidamente giro mi cabeza hacia el despertador el cual está en la mesita de noche al lado de mi cama, ¡Dios! Sí es cierto, solo diez minutos. ¿Porqué Connor no me despertó? Él siempre lo hace, igualmente le reclamare cuando lo vea.

Rápidamente tiro el IPhone en la cama y me hago sacada de mi cama pero gracias a mi grata torpeza, me tropecé con las sábanas de mi cama haciendo así caer de golpe. Quedando como un huevo cocido.

—Ten cuidado Amber, tienes que llegar viva a la Universidad— se burla Ethan desde la otra línea, miro mi celular con cara de pocos amigos. Me levanto del suelo y camino hacia el baño, me bañare lo mas rápido que pueda aunque conociéndome, durare más de los diez minutos.

Después de darme la ducha me coloqué un conjunto de flores junto con unas sandalias doradas, no me molesté en peinarme y me dejé el cabello suelto, tomo el bolso en mis manos y corro escaleras abajo. Espero que Ethan ya me esté esperando sinó lo mataré.

Horas después...

—¿Cuándo se supone que me vas a dar clases de manejo? — pregunto mientras acomodo mejor los libros en el bolso, por salir rápido hice un desorden en mi bolso pero sinceramente no me importa, ya quería volver a mi casa. Creo que el día de hoy fue sumamente estresante ¡no tube ninguna libre! Casí todo el día en clases y eso simplemente me vuelve loca.

—Solo dime cuando— me responde Ethan sin despegar la mirada de la carretera. Lo pienso por un momento, esperen... No tengo auto ¿Cómo coños voy a apreder a conducir?

—Bién— dije, cuando mi padre se digna a comprarme un auto ya sabré conducir por el momento, me tocará practicar con una de las camionetas de servicio. Siento como la limosina se detiene, aparto mi mirada de los libros y la poso en Ethan, la confusión se apodera de mí.

—¿Porqué paras? — pregunto con curiosidad, veo como Ethan baja del auto y inmediatamente se sube en el asiento del copiloto.

—Ven, conduce— habla mientras me mira por el espejo retrovisor, frunzo mi ceño. ¿Y a este, que mosca lo picó? Nunca en mi vida he tocado un volante y mucho menos manejar.

—Si que estás loco— me burlo, sé que solo está jodiendome. Es obvio que no me vá a poner a conducir ¿o sí? Tiene que estar muy loco si piensa que voy a conducir y mucho menos donde estamos en una carretera principal donde cientos de autos viajan de un lado a otro.

—No estoy loco y mueve ese trasero a este asiento, que no tengo todo el día— me regaña mientras señala con su dedo índice el asiento de el conductor. Hago una mueca de disgusto, rápidamente salgo de la limosina y me subo en el asiento del conductor; una vez lista vuelvo a mirar a Ethan esperando un "no Amber, estaba bromeando" o un "quiero vivir todavía, quítate de ahí" pero no, nada de eso sale de sus labios.

La Hija Del Presidente [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora