La Hija Del Presidente [editando]

Capítulo 17: ¿Castigada?

AMBER CLAYTON

Camino a paso lento hacia la sala de estar, un movimiento en falso y siento que me mantan con la mirada que me están dando ahora mismo, trago duro y me siento en uno de los sofas frente a ellos. Miro a Connor de reojo, él susurra un "lo siento" con los labios, lo vuelvo a mirar con la peor cara que puedo poner. Sí algo hizo, después me lo pagará.

—Amber ¿Me puedes explicar, dónde estuviste todo el día? — pregunta mi madre con el mismo rostro, miro a mi hermano. Sé que él abrió la bocota sobre esto, después me la pagarás Connor Clayton.

Aunque la paz y la tranquilidad vuelve a mí, por mi mente pasaba mi madre o mi padre viendo alguna de esas revistas donde salía en New Jersey, o que alguno de nuestros empleados le digan que me he estado escapando de la casa.

—En el centro comercial— miento con dificultad, los ojos de mi padre y de mi madre me examinan. Esto es peor que un interrogatorio en la comisaría— Quería salir de compras, así que tome el día para eso— les informo, intento sonreír pero con la cara de burla que puso mi hermano, sé que me salió terrible.

—Interesante— indaga mi padre— Y me puedes decir ¿Dónde estan las cosas que compraste?— inquiere mientras eleva una de sus cejas, lo miro sin saber que decir.

—Hee, las compras no eran para mí. Una amiga me pidió ayuda para comprar ropa y pues...no pude negarme— le respondo, bién Amber ni mentir sabes.

—Bién— habla mi madre mientras se levanta del sofá junto con mi padre. — Pero no creas que esto termina aquí, estás castigada por una semana. Nada de salir, nada de tecnología dentro de una semana— dicho esto, salió de la mansión junto con mi padre. De seguro se van a meter en la Casa Blanca como siempre lo hacen. ¿Castigada? Oh me tienen que estar jodiendo, aunque viendo el lado bueno no me voy aver obligada de nuevo a asistir a reuniones y cenas dentro de una semana. Rápidamente giro mi cabeza como el exorcista donde se encuentra Connor, él levanta la manos en forma de rendición.

—Primero déjame explicártelo— habla Connor rápidamente, asiento con la cabeza y me acomodo mejor en el sofá. Lista para escuchar todo lo que tenga que decir, aclaro que si es algo revelante o inepto lo dejo sin dientes.

—Habla— le digo, él deja escapar un suspiro con frustración.

—Cuando llegué a la casa, nuestros padres ya se encontraban aquí. Lo que me dijieron fue que los llamaron de la Universidad y les preguntaron que si tú estabas enferma es obvio que ellos dijieron que si fuiste como siempre lo has hecho y es ahí donde les dijieron que tú no habías asistido a clases en toda la jornada, también me preguntaron porqué tú no venías conmigo como siempre, entonces me preguntaron que si era verdad eso de que no fuiste a clases y...— habla mientras hace gestos raros con sus manos, mi ceño se frunce. Odio las Universidades privadas, son tan estrictamente repugnantes. Todo lo tienen que saber los padres y qué mejor manera que llamarlos a su celular.

—Con la mirada que me estaban dando no pude mentir, Amber. Tú sabes muy bién que no puedo mentir cuando nuestro padre está presente— me dice mientras hace una mueca, ruedo los ojos.

—Sí, claro "El hijo bueno que nunca hace cosas malas y mucho menos mentir"— digo con sarcasmo mientras hago comillas con los dedos.

—Si, si, digas lo que quieras pero no creas que esto vá a pasar de ser percibido— habla con autoridad, bién ya vá a comenzar con su investigación de hermano sobreprotector— ¿Dónde diablos pasaste todo el día? Y no me vallas a decir que con esa chica April porque no soy nuestros padres para creer tan mala mentira, además April llegó unos minutos después que te fuiste con ella— interroga, ruedo los ojos. Mi hermano no debería estudiar Derecho, debería estudiar para que trabaje en el FBI. No le quedaría tan mal el papel de Agente.