La Hija Del Presidente [editando]

Capítulo 20: Una caja de sorpresa

Una semana después...

ASHTON GREEN

Hoy es el partido contra los Kansas city Chiefs y es uno de los más importantes ya que es un equipo excelentemente bien preparado, y no solo eso también son muy fuertes. Para eso nos encontramos desde las seis de la mañana entrenado como quién sabe que, Noah se a pasado quejando en todo el entrenamiento y ni hablar de Gabe. El pobre a ido como unas diez veces al baño, aún sigo sin entender que comió que lo puso así.

—¡Más fuerza chicos! Ocupo más fuerza— grita el coach, empujo con más fuerza. Dios, siento que me voy a quedar sin aire.

—¡Esta mierda pesa mucho! — se queja Noah a mi lado.

—Pesa como mi abuela— grita Larry frente a mí, todos a mi alrededor soltamos a reír. Mala idea, ahora el coach nos está matando con la mirada.

—Menos palabras, más acción— ordena el coach, oigo un bufido por parte de Noah.

El viaje fue todo un éxito como todos los demás, aún sigo pensado en Amber. Nosé si vá a asistir el día de hoy, pero para ser sincero espero verla en las graderías del estadio. Hoy vamos a dar el máximo de nosotros y quiero que ella vea todo de lo que soy capaz. ¿Pero qué acabo de pensar? ¡Dios!

—¡Hey Green! Deja de pensar en las chicas y camina hacia acá— oigo un grito del coach, rápidamente salgo de mi trance. Miro a mi alrededor, ninguno de los chicos está, poso mi mirada en el grupo a unos metros de mí. ¿En qué momento se fueron hacia ahí? Definitivamente el día de hoy me encuentro muy distraído y todo por... La señorita Clayton.

AMBER CLAYTON

Camino a paso rápido por los pasillos de la Universidad ¿Dónde coños se habrá metido Connor? Quedé con Ethan a ir al partido en California y se supone que tengo que estar afuera de la Universidad dentro de 5 minutos ¡y nosé dónde está Connor! Me detengo en seco y rápidamente tomo mi IPhone en la mano y tecleo nuevamente su número, al tercer timbre contesta ¡Gracias Dios!

—¿Dónde coños te metiste Connor?— pregunto algo estresada.

—Estoy en clases, espérame detrás de los arburtos cerca del portón. Procura que no te vean por las cámaras— dicho eso colgó, dejo escapar un suspiro frustrada. Bién, es ahora o nunca. Rápidamente comienzo a caminar donde se encuentra los arbustos, a lo lejos veo al guarda de vigilancia dentro de su oficina, uno de los tantos que le trabajan a mi madre. ¿Ven lo malo de tener padres que tienen mucha influencia en tu país?

Sín dejar de mirar las cámaras, me escabullo entre los grandes arbustos verdes. Pero nuevamente mi torpeza se hace presente, la rama de uno de los arbustos me ha pegado en la cara dejándome un poco desorientada. ¿Qué nunca puedo hacer algo bién?

—Yo que tú, arrancaría esa rama— se burla Connor llegando a mi lado, lo miro con cara de pocos amigos. Nunca falta el Connor burlista haciéndose presente.

—Deja de burlate y dime que hacer— hablo molesta mientras vuelvo mi mirada al guarda de seguridad, Connor hace lo mismo.

—Bién, aquí es donde tienes que ser ágil y veloz. Intentaré distraer el guarda, mientras que tú te escabulles por aquellos arbustos— comienza a dar ordenes, miro los arbustos. Son un poco más pequeños que estos, se me vá a hacer difícil ya que soy alta. —Tienes que ser rápida, no lo podré entretener mucho— finaliza, asiento con la cabeza dándole a saber que he entendido todo.