La Hija Del Presidente [editando]

Capítulo 27: ¿Charlotte?

AMBER CLAYTON

Nunca pensé que al venir a visitar a mi abuela Sarah de nuevo, conocería a los padres de Ashton. Y para ser sincera en cierta parte estoy algo emocionada. Necesito saber que tan bien han llevado la muerte de su hija, si Ashton se sintió terrible, no me quiero imaginar a ellos.

—¿Lista, cariño? — pregunta mi abuela Sarah entrado a la recámara, asiento con la cabeza mientras termino de amarrar mis convers. —Bién, andando entonces— me dice, me levanto de la cama lista para visitar a los señores Green.

Cuando logramos salir de la casa sin que nadie se diera cuenta, nos cruzamos hacia la casa de la familia Green. Mis nervios aumentan mientras doy un paso más, necesito comportarme bien. De algo debe de servir las normas de mi mamá en las cenas, como me debo de comportar y bla bla bla. Nos detenemos frente a la puerta de madera, mi abuela me hace un gesto con la cabeza para que toque, hago una mueca de disgusto y con los nudillos de mi mano derecha, golpeo la puerta.

Pasan unos minutos y aún la puerta no es abierta. Vuelvo a tocar de nuevo, pero nada.

—No se encuentran en casa, vamonos— inquiero mientras me doy media vuelta para comenzar a caminar, pero el sonido de la puerta siendo abierta hace que me detenga de golpe. Maldición, ya no hay vuelta atrás. Me doy media vuelta para después encontrarme con una señora de la misma edad de mi madre, su cabello es totalmente negro y está recogido en un coleta alta.

Ya veo a quién sacó ese cabello negro, Ashton.

—Oh, señora Sarah. Que sorpresa que me venga a visitar— la dulce voz de la señora penetra mis oídos.

—Bueno sí, ya hacía tiempo que no te visitaba— habla mi abuela, la miro raro. ¿No se supone que viven a la par? ¿Cómo no se visitan? —Mira Doris, ella es mi nieta Amber Clayton— me presenta mi abuela, Doris posa su mirada en mí y sus cejas se alzan con asombro. Le sonrío con nerviosismo.

—¿Cómo no recordar a esta chica tan guapa? Sí ella era muy amiga de mi hija Charlotte— me dice con una gran sonrisa en su rostro, la miro sin entender lo que está hablando. ¿Charlotte? ¿De qué coños me está hablando?

—¿Amiga? — inquiero algo perdida sobre el tema, mi abuela rápidamente se adelanta a hablar.

—Creo que Amber, no se acuerda muy bién de su infancia— habla Sarah, ella suelta una carcajada.

—Oh, disculpame señorita Clayton— me dice apenada, bién creo que no entiendo nada ¿Yo, amiga de Charlotte? Definitivamente las sorpresas no dejan de salir.

—No, no tranquila. Más bien ¿te molestaría contarme sobre mi infancia con Charlotte? — inquiero, una sonrisa se le dibuja en sus labios. Creo que le gustó la idea.

[...]

—Así qué... Charlotte era muy amiga mía desde mi infancia— opino mientras proceso todo lo que me acaba de contar Doris, y debo de admitir que tengo memoria de corto plazo ya que aún sigo sin recordar a Charlotte.

—Sí, mira aquí tenemos una foto de niñas— me dice mientras que se levanta de su sofá y toma una foto de uno de sus muebles, se acerca a mí y me la entrega. La examino con la mirada, en la foto aparece dos niñas jugando en un jardín, animadamente. Una sonrisa se me dibuja en el rostro al verme ahí, claro que era yo. Pero ¿cómo es que aún no me acuerdo de nada? y esperen, ese lugar yo lo conozco, ¡claro! es la cabaña en Washington el mismo lugar donde me conto lo de su hermana.

—Ese de ahí— me dice mientras señala una parte de la foto, mi mirada cae en un niño jugando en el fondo con sus carritos de juguete. Inmediatamente el rostro de Ashton aparece en mi cabeza— Es mi hijo Ashton, uno de los mejores jugadores de los Chicago Bears— me dice pero algo noto en su voz, no se oye igual de alegre como hace unos minutos.

—¿Qué ha pasado con él? — pregunto con demaciada curiosidad, ella vuelve a tomar asiento en el sofá frente a mí.

—Después de la muerte de mi hija, Ashton se llegó a culpar por la muerte de su hermana— comienza a contarme, pongo toda mi atención en ella— Se encerraba en su cuarto, no iba a la Universidad y mucho menos salía con sus amigos, un día le dije que se dejara de culpar por ello, él no tiene la culpa de nada— me dice, siento como su voz cada vez baja más el tono— nos llegamos a pelear, él muy enojado agarró sus cosas y me gritó que se quedaría con el fútbol americano. Él sabía muy bién que no estábamos de acuerdo, ese deporte es muy peligroso— me dice mientras juguetea con sus manos, ¿Ashton prefirió el fútbol americano ante su familia? ¿pero qué coños tenía en la cabeza? —Desde ahí, no volvió a la casa. Siempre lo observamos por la televisión, cada vez que él juega y debo de admitir que estámos orgullosos de él, aunque no se lo podamos decir. Logró superar algo tan trágico como la muerte de su hermana con una pasión al fútbol americano— me dice, la miro con melancolía.

Nesecito urgentemente hablar con Ashton, nesecito que me dé explicaciones del porqué no me dijo nada de que yo conocía a su hermana. Ahora mismo me siento terrible, una amiga de la infancia murió en un asesinato y yo ni sabía nada. Ashton definitivamente tiene mucho que explicar pero ante todo ¿Por qué no me acuerdo de nada? ahora que lo pienso muy bien no me acuerdo absolutamente de mi infancia. Esto es muy raro.

—Yo... Talvez no fue una buena decisión pero le benefició en algo— opino, ella no dice nada. ¿Será que dije algo malo? Y esperen ¿Dónde está mi abuela Sarah? Rápidamente la comienzo a buscar con la mirada por toda la sala de estar pero ni rastro de ella.

—Tranquila, se encuentra con Adam— me informa Doris al verme buscándola, asiento con la cabeza y me quedo en silencio. Pasan al rededor de unos cinco minutos y ninguna dice nada y creo que ésto me está comenzando a incomodar.

—He hablado con Ashton, en realidad nos hablamos desde hace unos meses— comienzo a hablar, talvez lo que tenga que decirle la dejará un poco más tranquila— Ashton se encuentra bién, ahora mismo tiene mucho trabajo en el equipo ya que están en la finales— le digo, ahora mismo tengo toda su atención en mí. —Él me llegó a contar lo de su hermana Charlotte, pero... no me habló de ustedes. Igualmente no le pregunté, no soy de esas persona que quiere saber todo de la otra— termino de decir, Doris me mira con atención.

—Ustedes son amigos— habla Doris, la miro sin saber que decir. Era algo que no había pensado ¿Ashton y yo en realidad somos amigos? ¿o qué coños somos? ¿Unos desconocidos que se hablan hace unos meses o unos chicos que tienen una infancia en común? ¡Dios!

—Algo así— digo no muy convencida de mi respuesta, sus cejas se comienzan a alzar lentamente.

—¿Son novios? — pregunta con asombro, rápidamente comienzo a negar con la cabeza ¿Ashton y yo novios? Pero que imaginación.

—No, no, claro que no— niego sucesivamente, ella hace una mueca de disgusto.

—En realidad eres una buena candidata para mi hijo— me dice con una sonrisa tímida en su rostro, la miro raro. ¿Candidata?

—¿Lo dices por ser la hija del presidente? — pregunto en tono burlón, ella rápidamente comienza a negar con la cabeza.

—No, claro que no. No quize decir eso es solo que... — no la dejé terminar de hablar, no nesecito que me dé explicaciones.

—Sólo estaba bromeando— le digo mientras suelto una carcajada, ella me sonríe ¿Qué acaso no se cansa de tanto sonreír?

Debo admitir que Doris me cae muy bién, no he conocido a Adam aún. Quizás porque mi abuela Sarah lo está dejando sin paciencia en el patio trasero, ya que, mi abuela habla más que quién sabe qué. Típico de ella, a mi madre la vuelve loca con sus historias de adolescente pero para ser sincera a mi me gustan, ya que, le ha pasado tantas cosas con sus novios y no querría estar en su lugar.

Esperaré con impaciencia el día del siguiente partido de los Chicago Bears, nesecito hablar con Ashton de muchas cosas. Nunca pensé verme en esta situación con el mariscal de mi equipo favorito pero definitivamente... La vida dá muchas vueltas.

Y como dijo Amber "aún no acaban las sorpresas"

Espero que les esté gustado mi libro y porfavor no se les olvide sus likes.

Besoooos ❤