Capítulo 28: Llamada inesperada

5.8K 323 10
                                    

AMBER CLAYTON

Camino de un lugar a otro en la recámara con el IPhone en mi mano, no creo que pueda esperar hasta el día del partido. Necesito verlo y no entiendo del porqué de mi desesperación, talvez sea por el hecho de que quiero oír la versión de la historia por su parte. A veces me maldigo por llegar hacer tan curiosa y no descansar hasta tener las respuestas necesarias.

Miro su número una última vez, en un movimiento rápido lanzo el celular en la cama. Definitivamente no lo llamaré, además si hablaré con él no será por llamada,  siempre he dicho que todo es mejor hablandolo frente a frente. Estoy a punto de dar un paso para ir en busca de mi abuela Sarah pero para mi grata sorpresa el celular comienza a sonar, dándome a saber que tengo una llamada entrante. Tomo el celular en mis manos y el nombre "Ashton" aparece en mi campo de visión. Una llamada inesperada y necesaria.

—Hola señorito Green— contesto la llamada, oigo una carcajada de su parte.

—Un gusto escuchar tu voz, señorita Clayton— habla en tono burlón, sonrío como idiota pero ¿pero que coños me pasa?

—¿A qué se debe esta inesperada llamada? — inquiero con curiosidad, ahí viene otra vez la curiosidad. Definidamente debería dejar de ser tan curiosa.

—Me enteré que andas en San Francisco, y pues yo también ya que aquí es el siguiente partido— me informa, alzo las cejas con asombro. Génial, una idea muy buena está pasando por mi cabeza. —Así que me estaba preguntando ¿Será que a la señorita Clayton le apatecerá una pizza con extra queso? — inquiere, mi corazón a comenzado a latir muy fuerte. ¿Me está invitando a comer? Eso no me lo esperaba pero creo que es una exelente idea, al fín hablaré con él sobre el tema de Charlotte y sobre sus padres.

—Sabes que a la señorita Clayton, ama la pizza. Eso no debería de ser una pregunta, sino una afirmación— le digo, oigo una risa de su parte. — Pero aquí la pregunta es ¿cómo te enteraste que me encontraba en San Francisco? — pregunto mientras tomo asiento en la cama.

—Deberías de prestarles más atención a la prensa— me dice, ruedo los ojos. Ya lo imaginaba, poco de personas chismosas ya ni visitar a los familiares se puede.

—Ya lo imaginaba— hablo con aburriendo.

—Bién, pero antes que todo dame la dirección ¿cómo pretendes que te llegue a recoger? — me dice con diversión, muerdo mi labio inferior sin saber que decir. Él no puede venir, sabrá que estoy al lado de la casa de sus padres y no quiero que lo sepa aún, tampoco creo que es una buena idea que venga ya que mis padres están aquí y sobre todo Connor. Además no sé la dirección.

—Hee... Quizá no sea necesario, en unos minutos tengo que salir con mi abuela. Mejor nos vemos en el local a las siete de la noche ¿te parece? — miento, quizás era la mejor opción en el momento.

—Bién, nos vemos ahora señorita Clayton— se despide.

—Adios, señorito Green— digo para después colgar, bién, el día cada vez se puede pone mejor.

[]

Termino de hacerme la coleta alta, simplemente me encanta hacerme este tipo de peinados ya que es una ventaja de tener el cabello largo y liso. Paso mis manos por el vestido que me he colocado, el vestido es sumamente sencillo pero lo que más me gusta es que es de girasoles, miro mis zapatillas de vestir y creo que ya estoy lista.

—¿Para dónde crees que vas tan guapa? — pregunta mi abuela mientras entra a la recámara, dejo de mirarme en el espejo de cuerpo entero y me giro para poder verla mejor.

—Por ahí, iré a hacer una guía turística a San Francisco— le digo, ella me mira con atención.

—Que te valla bién— me dice con una sonrisa, sonrío y camino hacia ella, le doy un beso en la mejilla.

—No le digas a mis padres y menos a Connor— le susurro en el oido como si fuera un secreto, ella asiente con la cabeza en forma de complicidad.

No espero más y bajo al primer piso, gracias al cielo no se encuentra nadie en la sala de estar. No entiendo dónde pasan ellos todo el tiempo, sé que mi padre se encuentra con mi abuelo en el patio trasero haciendo cosas de hombres pero ¿mi madre y Connor? Ni idea, los más seguro están encerrados en su recámara.

Cuando salgo de la casa, gracias al cielo el taxi ya se encuentra frente de la casa esperándome, sé que Ashton me vá a matar cuando me vea llegar en un taxi pero ¿sino en qué coños me voy? El shofer de mi padre, con él no puedo contar, sé que le dirá todo a él igualmente en este momento no se encuentra y ni idea de adónde anda.

Duramos al rededor de unos treinta minutos para llegar al local, le doy el pago al taxista y me bajo del auto. El taxista se sorprendió al verme montar en su taxi, según él no es digno de llevarme en su auto. Ridículo ¿no? Solo por ser la hija del presidente, soy una chica común y corriente ¿porqué no viajar en taxi?

Cuando cierro la puerta del taxi y me doy media vuelta, mi vista se posa en un chico a unos metros de distancia. Ashton se encuentra a recostado sobre su auto negro, él me mira muy serio ¿vieron? Les dije que me iba a matar, lo digo por ver su rostro en este momento. Lleva puesto un pantalón de mezclilla que se ajusta perfectamente a sus piernas, una camisa de color azul marino lo acompaña junto con unas tenis nike blancas. Su cabello se encuentra perfectamente cortado y peinado, bién creo que lo estoy sobre analizando.

—¿Un taxi? ¿En serio, Amber? — pregunta cuando ya estoy lo suficientemente serca de él, sonrío con inocencia.

— El shofer de mi padre tubo que ir a dejar a mi abuela, entonces tuve que tomar un taxi— miento mientras me encojo de hombros, restándole importancia. Él niega con la cabeza.

—Pudiste llamarme, Clayton— dice en tono frío, lo miro raro. ¿Sé está poniendo bravo? Oh vamos, tiene que estarme jodiendo.

—Oh Ashton, no te enojes. Me echarás a perder el día— le reporcho, una sonrisa de medio lado se le dibujo en sus labios.

—Bién, pero que no se vuelva a repetir— dice,
mientras comenzamos a caminar hacia el negocio.

—No te lo aseguro— le digo, ganandome así una mirada asesina de su parte. —Bién, no se vuelve a repetir— digo con fastidio, él sonríe satisfecho.

Al entrar a el local, muchas miradas caen en nosotros. Sobre todo las de las chicas en Ashton, claro ya me lo suponía ¿quién se vá a resistir a ver un chico como él? Bueno no, debo controlarme. Nos sentamos en uno de las mesas de al fondo, de camino escuché varios comentarios como "¿Ese no es Ashton Green, el mariscal de los Chicago Bears?" o "¿Esa no es la hija del presidente?" "¿Qué hacen ellos dos juntos? " y muchos más comentarios pero a ninguno le puse atención. Me cae mal la gente chismosa, aunque yo sea una de ellas (tengo que admitirlo).

—¿En qué les puedo servir? — nos atiende una chica algo nerviosa, Ashton me mira esperando a que le responda. Al ver que no digo nada, habla él.

—Nos dá una pizza mediana con extra queso y con borde grueso— le responde Ashton, ella asiente con la cabeza y anota algo en su libreta.

—¿Y para tomar? — pregunta de nuevo, ésta vez hablé yo.

—Una coca cola mediana— le respondo, ella asiente y se marcha dejándonos solos.

Primero comeré con tranquilidad, después le pediré a Ashton que me acompañe a un parque que no está muy lejos y ahí le haré las preguntas que quiero hacerle. Creo que me iré preparando mentalmente para eso.

La Hija Del Presidente [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora