En el momento que llegué a casa me meti a dar un baño. Me sentía muy extraña, después de tener sexo con Daniela le dije que tenía que regresar a casa y aunque insistió en que me quedara a hablar, me negue y casi salí corriendo de ahí. La verdad estaba abrumada, me sentía confundida.
Mientras me enjabonaba, recorde las manos de Daniela acariciando mi piel y sentí un escalofío. Me di prisa para salir y meterme bajo las cobijas. Ahí en mi cama, cubierta por mi cobertor me sentía menos expuesta. Trate de sacar los recuerdos de lo ocurrido de mi cabeza y cuando menos me di cuenta me quedé dormida.
Al despertar note que ya había amanecido, lo que significaba que dormi toda la tarde y la noche. Me levante, arregle mi cabello y me vestí para ir a la Universidad. Antes baje a la cocina, prepare un café y me desayune un emparedado de mermelada con crema de maní.
Salí de casa y me puse rumbo a la escuela. De camino los pensamintos me volvieron a surgir. Sus manos pasando tocandome, sus dedos dentro de mi, su lengua. Moví la cabeza tratandod e borrar todo, pero eso era inutil, mientras más trataba de olvidarlo, más fuerte eran los pensamientos.
Estacione en la Universidad y corrí a mi salón ya que casi era hora de la primer clase. Una vez sentada en mi lugar, revisé mi celular ya que había notado varios mensajes sin leer. Había unos de mi madre preguntando a que hora llegaría, supongo no se dio cuenta que ya estaba en casa cuando ella llegó.
Después unos de Alan, quería saber donde estaba, por que no respondía y el ultimo era un poco grosero, solo contesté que me sentía mal y llegue a dormir a casa por eso no respondí, cerre su conversación y revise los que faltaba, entonces llegue a los de Daniela.
Daniela: Ya estas en casa?
Daniela: Estás bien?
Daniela: Mira, sé que estaras algo confundida, lamento si te sentiste obligada a algo, no era mi intención
Daniela: Responde, no sé si estás molesta conmigo o si me dejarás de hablar
Daniela: Entiendo, te daré espacio, aquí estaré para cuando quieras hablar
Leí sus mensajes unas cinco veces antes de animarme a responder. Sólo le escribí que estabamos bien, y que preferiría hagamos de cuenta que nada había pasado. Después de enviarlo me metí en al cabeza que eso era lo mejor y que si quería dejar de pensar en lo ocurrido lo mejor era hacer de cuenta que no pasó. Además me sentía mal de engañar a Alan, si el se enterara de lo que hice, o mis padres, o quien sea, no solo seré la golfa de la Uni, también una lesbiana.
Tras terminar las clases, tuve que ir al salón del periódico estudiantil, había evitado a Daniela todo el día pero ya no podría pues teníamos trabajo juntas. Al entrar, ella estaba viendo unos ajustes con uno de los chicos, así que casi corri a sentarme frente a mi computadora y me puse a trabajar, esperando a que no tuviera que preguntarle o preguntarme nada.
-Hola Gabriela- la escuché saludarme, voltee a verla y noté que estaba angustiada, me sentí mal y respondí a su saludo.
No quería terminar mi amistad con ella, pero sabía que las cosas ahora serían extrañas para ambas. La miré enfocada en hacer todo bien por algo que le gusta y pensé en que no podíamos arruinarlo sólo por que tuvimos sexo. Olvidariamos eso y pronto las cosas estarían normales.
-Oye, puedes ayudarme con algo?- le pregunté, y casi da un salto de alegría al saber que le hablaba a ella
-Claro, voy en un segundo- Terminó de explicarle al chico lo que estaban hablando y se acercó hasta mi -¿Qué necesitas?
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...