Capítulo 17

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Narra Gabriela.

Daniela me estaba besando, estabamos en los vestidores, donde alguna vez tuve la fantasía de tener sexo y al parecer Daniela lo sabía así que estaba segura de lo que estaba tramando. Sentí mi corazón acelerarse con cada una de sus caricias. Daniela me empujó contra la pared y dejó de besar mis labios para posar su boca en mi cuello, solté un pequeño gemido y ella sonrío entre los besos que iba dejando por mi cuello.

Se acercó a mi oreja y me dio un pequeño mordisco, pero sin lastimarme. La situación se estaba poniendo caliente y mi cuerpo reaccionaba con deseo a su tacto. Sentí como me iba humedeciendo entre las piernas, Daniela llevó una de sus manos bajo mi blusa subiendo por mi abdomen hasta mi pecho, tomó una de mis tetas en su mano y comenzó a masajear por encima del brasier.

Sus labios volvieron a los míos y después con ambas manos levantó mi blusa sacandola de mi cuerpo, sentí escalofrios al quedar casi desnuda de arriba, ella sonrió y volvio a atrapar mis labios en un beso. Sus manos estaban en mis tetas masajenado suave, pronto las dejó solo para llevar sus manos a mi espalda, subió acariciando y dejando una corriente electrica subir por mi columna. Llegó a su objetivo y desabrochó mi brasier sacandolo y ahora sí dejando mis tetas libres.

Llevó sus labios hasta mis pechos y comenzó a besar entre uno y el otro turnandose con un poco de desesperación. Sentí la necesidad de emparejar las cosas así que tiré de ella y desabroche su camisa lento mientras nuestros labios volvían a encontrarse. Saqué la camisa por su espalda y después le quite el brasier. Lleve una de mis manos a su teta y la acaricie, ella me tomó de la cintura empujandome más a la pared, sus labios viajaban por todo mi cuello besando con hambre y pasión.

Bajó sus manos hasta el botón de mis pantalones y lo desabrochó, después metió una de sus manos y comenzó a acariciarme, sentí como la humedad incrementaba con cada una de sus caricias, me vió a los ojos y sonriendo comenzó a bajar. Depositó besos en mi cuello, después en mis pechos, bajó por mi abdomen y una vez frente a mis caderas bajó mi pantalón y bragas. Me los quitó por completo dejandome desnuda, sentí un fuerte escalofrío a causa de la excitación.

Daniela se puso de pie de nuevo y me llevó de la mano hasta una de las bancas en el centro del vestidor, me recostó a lo largo de la banca bajando mis piernas una por cada lado, dejandome así completamente abierta para ella. Se acomodó frente a mi sumergiendo su cabeza entre mis piernas, sentí sus labios rozar la ranura de mi centro, ella comenzó a lamer provocando arcadas en mi espanda. Coloqué una de mis manos en su cabeza, atrayendola más a mi, mientras que con la otra me apoyaba en la banca para no caer.

Daniela movió su lengua entre mis labios inferiores haciendome terminar en minutos. El orgasmo salió acompañado de un pequeño grito de placer. Ella sonrió victoriosa por lo que acababa de lograr, se puso de pie y se quitó los pantalones y bragas. La observé hipnotizada y lista para lo que viniera. Una vez que estuvo desnuda se colocó sobre mi pasando una de sus piernas hacia el otro lado de la banca, me acomodó un poco de lado, dejando una de mis piernas bajo ella y la otra la paso por un costado dejandonos en posición y listas para lo que comunmente se conoce como tijeras. Ella pegó su centro al mio y comenzó a moverse creando fricción entre nuetras pieles, sentí como volvía a excitarme y como nuestros liquidos se mezclaban. Ella sostuvo mi pierna levantandola más para tener más acceso, moviendo sus caderas de atrás hacia delante y en movimientos circulares, puse una de mis manos en su teta y masajee mientras con la otra mantuve la estabilidad, sentí como el orgasmo estaba cada vez más cerca, ella lanzaba pequeños gemidos, aceleró la velocidad de los movimientos, hasta no poder más, sentí como nuetros orgasmos se juntaban y terminamos al mismo tiempo. Daniela bajo mi pierna despacio y me dejo recostada. Mi respiración estaba entrecortada, ella se escuchaba igual, se sentó junto a mi para recobrar las fuerzas y volteo a verme con una enorme sonrisa en los labios.

-Te ves hermosa- dijo observandome

Probablemente en estos momentos estaba sudada, con la cara roja y mi cabello revuelto, pero si ella decía que me veo hermosa, le creo, ya que ella se encontraba con un aspecto similar y debo confesar que la imagen era increible.

-Tu también- contesté haciendola sonreír más

-Esto fue... intenso- dijo comenzando a vestirse por lo que tomé mi ropa y comencé a hacer lo mismo

-Fue...- no encontraba las palabras adecuadas

-Bueno?- preguntó ella terminando de vestirse

-Más que eso- dije evitando su mirada, aunque sabía que lo fue, no evitaba que me sintiera algo extraña al decirlo en voz alta

-Sí, lo fue- contestó ella pensativa –Nos vamos? alguien podría venir y este lugar huele a sexo

-Sí- dije abriendo la puerta y caminando rápido por el pasillo, no sé si era miedo a que alguien nos descubriera o sólo estaba huyendo de ella.

Llegamos hasta su coche y aunque me sentía un tanto extraña, ignore la sensación y subí. Daniela entró segundos después de mi, ensendió el auto y condujo en silencio.

-Muero de hambre- dijo después de diez minutos

-Sí, también tengo- contesté viendo por la ventana

-Te parece si llegamos a comer algo?

-Mmmh tengo tarea, necesito llegar a casa

-¿Estás bien?- pregunto apartando la vista del camino para verme

-Sí, lo estoy

-Te sientes mal por lo que acabamos de hacer

-No, bueno, un poco

-Entiendo

-No, mira no es por lo que piensas, ambas sabemos que está mal

-Porque tienes novio

-Y tú tienes novia- dije recordandole que ella también sale con alguien

-Ella no es mi novia

-Es igual

-No es igual

-Sí lo es, no es tu novia pero apuesto a que también deseas tener sexo con ella

-Respondeme algo- dijo estacionando el auto fuera de mi casa

-Qué?

-Te molesta que salga con Anne?

-No

-Y te molestaría si yo me acuesto con ella?

-No puede molestarme- dije abriendo la puerta para bajar –Nos vemos mañana

Cerré la puerta de su auto y me alejé rumbo a mi casa. Escuché su auto encender y alejarse, entré a mi casa y subí a mi habitación directo a la ducha, necesitaba lavar mi piel y sacar la sensación de su tacto de mi antes de volverme loca.

Nota: Ya sé que está corto, quería escribir un maratón para mi siguiente actualización pero ustedes han estado muy insistentes en que actualice, así que esto es un pequeño capitulo para calmar sus ansias, espero tener tiempo e inspiración para trabajar en el maratón. Gracias por leer, votar y sus comentarios (excepto donde dicen que me odian por dejarlos con ganas de leer más) jaja.

Cumpliendo sus Fantasías SexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora