Cumpliendo sus Fantasías Sexuales

Capítulo 50

Narra Gabriela.

-Creo que debería irme- dijo Daniela sacandome del trance en que quedé al ver a mi madre ahí

-Ella...- dije sin saber que pensar –creo que me odia

-Es tu madre, no te odia

-Ella no dijo nada, pero sé que me odia

-Gabriela, tu madre es tu madre, no podría odiarte, no dijo nada porque debe estar sorprendida y confundida

-Y si deja de hablarme, o me corre de la casa- dije empezando a sentir mucho miedo

-Ey! tranquila, ella no hará nada de eso, y si pasara sabes que cuentas conmigo

-Tengo miedo Daniela, qué debo hacer ahora? salgo y la busco para hablar con ella?

-No creo que sea el momento, afuera esta toda esa gente celebrando, no creo que tu madre quiera hablar justo ahora

-Y qué se supone que debo hacer entonces?

-Esperar, ya hablaras con ella cuando todos se vayan

-Dios!- dije sentandome en la orilla de la cama, Daniela se sentó junto a mi y me abrazo

Comence a llorar y la abrace fuerte, no sabia qué hacer y eso me estaba matando, tenia miedo y queria salir a hablar con mi madre pero Daniela tenía razón, no era el momento adecuado para eso. Deje que las lagrimas corrieran por mi rostro y deje que todo esos miedos salieran atraves de mi llanto.

-Quieres que me vaya o que me quede?- preguntó Daniela –Sabes que estaré para ti si estas bien con eso

-No me dejes

-No lo haré- dijo abrazandome más fuerte

Escuche que tocaron la puerta asi que me limpie las lágrimas y fui a ver quien era, mi padre estaba ahí parado con cara de confusión.

-Gabriela, ¿Sabes a dónde fue tu madre?

-No, ¿cómo? ¿se fue?

-Sí, hace unos minutos la vi salir de la casa y luego solo se subio a la camioneta y se fue, pero no me dijo nada, supongo que fue a comprar algo que le faltaria pero no sé

-No papá, ella se fue molesta conmigo

-¿Contigo? ¿Qué pasó?

-No es momento para hablar de eso, ve a atender a tus invitados

-Pero qué le hiciste? no entiendo

-No es el momento papá, hablaremos de eso cuando ella regrese

-De acuerdo, solo dime que no es nada de lo que tenga que preocuparme

-No, no es grave solo ve a tu fiesta

-Puedes salir, no puedo yo solo con todo

-Sí, lo siento, ire en un minuto

-Bien

Una vez que papá se fue le dije a Daniela que bajaramos a la fiesta, ella se sentia incomoda tras lo que pasó pero dijo que me apoyaría, al menos hasta que regresara mi madre. Pues no era buena idea que ella estuviera presente cuando mi madre saque todo lo que se aguantó hace unos minutos.

Daniela me ayudo a servir la comida y entre las dos atendimos la fiesta el resto de la tarde ya que mi madre no apareció. Las personas no paraban de preguntar por ella y no me quedó más que decir mentiras y convencerlos de que ella estaba bien y volveria en un rato.

Eran las nueve de la noche cuando terminaron de irse las ultimas personas y por fin pude relajarme un poco, estaba estresada, sabia que mi madre estaba mal por lo que vio y tenia miedo de que algo le pasara. Y tener que poner buena cara frente a las personas se me estaba complicando demasiado.