Narra Gabriela.
Escuché un ruido entre mis sueños y después de tres veces noté que no era sueño, que era mi celular el que sonaba así que abri los ojos y vi en mi despertador que eran las tres de la mañana. Quién rayos me llamaba a las tres de la madrugada. Estiré el brazo para tomar mi telefono y en la pantalla apareció el nombre de Daniela.
-Bueno- dije tras contestar
-¿Gabriela?- sonaba extraña como si estuviera ebria
-Sí, ¿qué pasa Daniela?
-Sólo quería llamar para decirte que tenias razón
-Tenía razón? Daniela ¿estás ebria?- me senté en la cama ya más despierta
-No, bueno un poco pero eso no importa, tenías razón
-En qué tenía razón?
-Sobre lo que dijiste hoy en la tarde- apenas le entendía lo que decía –no puedo amarlas a las dos
-Daniela, podemos hablar de eso después, ¿dónde estás?
-No, no después, ahora
-Okay, porqué no me dices dónde estás y voy para que hablemos
-No, no estoy en ningun lado
-Cómo que no estás en ningun lado? tienes que estár en algún lugar
-Sí, pero no estoy en otro lugar
-Diablos, cuánto has tomado? no te entiendo
-Estoy en mi casa no en otro lugar, descuida
-Oh, bueno aún así no debes estar tomando, ya viste que hora es?
-No
-Son las tres de la mañana
-Lo siento no queria molestarte sólo necesitaba decirtelo
-No, no me estás molestando, pero tienes que para de beber ¿entiendes?
-Sí, tenías razón yo no las amo a las dos, y ahora ella lo sabe
-¿Ella sabe qué?
-Que te amo
-Daniela, ¿de qué estás hablando?
-Anne, lo sabe yo se lo dije
-¿Qué?! ¿Qué le dijiste?
-La llamé y le dije que no podía amarlas a las dos
-Daniela, diablos!
-Tenía que decirselo, no era justo para ella
-Estás ebria, no sabes lo que dices
-No, no es así, sé que lo digo
-Ve, ni siquiera pudes hablar bien
-Sí se lo que digo, se lo dije antes de beber
-Rayos, ¿qué fue lo que le dijiste?
-Que es genial y que merece a alguien que la ame no yo
-Daniela
-No, espera, también le dije que no la puedo amar porque amo a alguien más
-Daniela
-No, no digas nada por favor- escuché como si ella estuviera llorando
-Daniela, tranquila ¿qué ocurre?
-Nada, yo no debí molestarte
-No me estas molestando
-Sí, lo hago y tú no quieres escuchar esto
-Daniela sí quiero, calmate
-Es solo que no entiendo
-¿Qué no entiendes?
-Por qué me tuve que enamorar de ti
-Daniela yo
-No, no me digas nada, yo sé que tu no me amas y que nunca lo harás, creeme que lo sé
Daniela se quedó en silencio un momento y después dijo que la perdonara y colgó el teléfono. Me quedé sentada con el teléfono en la mano sin saber que hacer. La llamé pero ella no respondió y entendí que en esos momentos no quería hablar conmigo así que dejé de intentar y me recosté. Me quedé viendo el techo y pensando en lo que acababa de pasar, Daniela terminó con Anne porque está enamorada de mi.
Narra Daniela.
Un golpe fuerte en la puerta de mi casa hizo que despertara, cuando me levanté sentí un fuerte dolor en la cabeza y supe que era por todo el alcohol que consumí la noche anterior. Caminé agarrandome la cabeza hasta la puerta y abrí para ver quien estaba golpeando con tanta urgencia
-Anne- dije al verla parada ahí con los ojos rojos e inchados por llorar
-Daniela- me moví para que pudiera entrar y tras dudarlo un poco entró
-¿Qué haces aquí?
-Me terminaste por teléfono, tras decir un montón de locuras, no crees que merezco que me lo digas a la cara?
-Lo siento
-No vine a escuchar una disculpa, necesito que me lo digas de frente para poder dejarte ir
-Yo... perdón por hacerlo así, sé que no estuvo bien
-No, ¿quién termina por teléfono? ¿acaso no merecía más que eso?
-Sí, mereces todo Anne, por eso es que no te merezco
-¿No me mereces? más bien no me quieres, eso es lo que dijiste
-No Anne, sí te quiero, eres una increible mujer pero no puedo
-Dijiste que amas a alguien más- Ella tenía lagrimas en los ojos y yo sentí un gran dolor en el pecho por hacerle eso –Estuviste con alguien más mientras estabas conmigo?
-Anne yo
-Dime! ¿te acostaste con otra?
-Sí
-Eres una maldita perra- dijo ella soltandose a llorar
-Anne lo lamento
-No! no quiero oir tus disculpas, no lo lamentas así que no mientas
-De verdad lo siento y es por eso que te lo dije, no quería hacerte daño
-No querías? lamento informarte que ya me lo hiciste
-Lo sé
-Pudiste ahorrarme todo esto, pudiste no coquetear conmigo, no salir y no enamorarme
-No Anne, a mi me gustas yo estaba interesada en ti pero no pude evitarlo
-No pudiste evitar acostarte con otra? eso es lo que no pudiste?
-No pude evitar enamorarme de ella
-Espero sean muy felices- dijo limpiandose las lagrimas del rostro y saliendo por la puerta sin mirar atrás
-No lo creo- susurré pero ella no podía escuchar pues se había marchado
Regresé a mi habitación y me tiré en la cama, lágrimas corrían por mi rostro. Lo único que quería era no lastimarla y terminé haciendolo. Pero no era la única razón por la que me sentía fatal, la otra era por lo obvio y es que yo sabía perfectamente que Gabriela nunca me va a corresponder y mis sentimientos por ella ya están muy marcados, ya no puedo fingir que no estoy enamorada.
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...