Narra Gabriela.
Llegamos a la casa de Daniela, se veía bien, supuse que estaría abandonada por lo que tendría aspecto desordenado y sucio pero al entrar la casa estaba en orden y limpia como si hubiera personas viviendo ahí, lo cual tendría sentido pero ya antes Daniela me contó que la casa estaba sola.
-Está muy limpio- dije caminando por el pasillo al entrar
De lado derecho se veía el comedor y la cocina, mientras que del lado izquiero se veía la sala. Al final del pasillo estaba la escalera de caracol que llevaba a la parte superior, a donde aún no subimos pero seguro están las recamaras.
-Ven te mostraré la casa- pasamos al lado de la sala donde se encontraban algunos muebles, pero no tantos como se esperaria, lo que le daba un aspecto medio vacio a la casa –Cuando me mudé regalé algunas cosas, por eso no hay muchos muebles- dijo leyendo mis pensamientos
Al final de la sala estaba una puerta corredisa que daba al patio de atrás, el cual no estaba tan limpio, lo que me decia que efectivamente nadie vive aquí, tal vez solo vinieron a limpiar la casa por dentro.
Regresamos y me mostró la cocina y el comedor, que igual contaba con algunos muebles pero no todos los necesarios para una casa habitada.
Bajo la escalera estaba una puerta que daba al baño, uno pequeño que solo tenia escusado y lava manos, me comentó que arriba hay dos baños más, en dos de las habitaciones los cuales sin tienen ducha.
Subimos y arriba se encontraban tres habitaciones, de las cuales solo me mostró una, la suya. Es la que se encuentra en la parte tracera de la casa por lo que la ventana daba al patio.
Dentro de su habitación está una cama, un par de muebles y un espejo, todo lo demas está en cajas guardado, no habia cosas sobre los muebles o dentro de los cajones, se veia como la tipica habitacion que acabas de desocupar o que apenas vas a decorar y organizar.
-Cuando me fui, pedi que guardaran todas mis cosas en cajas- dijo mirando alrededor y sentandose al borde de la cama.
-Y aquí dejaste todo- comenté viendo el montón de cajas
-Solo me llevé una maleta con ropa, de alguna forma todo lo que tengo aquí me recordaba a mi familia
-Entiendo- dije sentandome a su lado y tomando su mano
-Me siento rara, no me siento lista para tomar esta desición de vender o no
-Si no estas lista no lo hagas, no tienes que hacerlo
-La casa está abandonada, me gustaría saber que querrian mis padres que haga
-Ellos estarán de acuerdo con cualquier desición que tomes
-¿Quieres ir a verlos? o quieres descansar primero
-Vayamos a verlos, muero por conocerles- dije sonriendo y ella asintió dandome las gracias
Dejamos la maleta que llevabamos con ropa ahí en su habitación y salimos de la casa para tomar un Uber que nos llevaría al panteón.
Cuando llegamos pasamos a comprar un par de ramos de flores del puesto frente al panteón, Daniela se veía nerviosa, las manos le temblaban y sus ojos estaban cargados de lagrimas que no se atrevia a soltar.
Caminamos en silencio y tomadas de la mano por entre los pasillos de las tumbas hasta llegar a una capilla en la cual se encontraban, ella sacó unas llaves y abrio el candado que mantenia la puerta cerrada y los restos a salvo de pandilleros que quisieran hacer una maldad.
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...