Narra Gabriela.
Miré de nuevo la maleta sobre mi cama e hice revisión mental de todo lo que llevaba, no quería que me faltara nada, pues una semana es mucho tiempo fuera de casa. Llevo suficiente ropa, llevo mis maquillajes, cremas, desodorante, perfume, una cámara, mi laptop, un pequeño kit de primeros auxilios que me obligó mi madre a llevar y un poco de dinero de mis ahorros, ya que aunque el viaje sea con gastos pagados, no está de más llevar un poco de dinero para mis gastos personales o algún antojo.
Cerré la maleta ya que todo estaba dentro y la coloqué junto a la puerta para tomarla al estar lista y salir. Me puse frente al espejo y ordené mi cabello en una trenza francesa, miré mi reflejo, estaba usando un pantalon negro, playera blanca y unos tenis converse negros. Se supone que el viaje es largo y cansado por lo que es necesario ir en ropa comoda. Tomé mi bloso, me puse mis lentes y agarré mi maleta saliendo de la habitación.
-¿Llevas el kit que te di?- preguntó mi madre al verme aparecer en la sala
-Sí mamá
-Llevas suficiente ropa?
-Sí madre, como para dos semanas aunque sólo sea una
-Uno siempre debe estar preparado para lo que sea
-Lo sé madre
-Bueno, entonces vamos
-¿Y papá?
-Está en el auto, dijo que había que ponerle aceite y se está encargando, esperemos el coche no explote
Amabas reimos y salimos camino al auto, mi padre estaba bajando el cofre pues según él ya había cambiado el aceite pero tanto mamá como yo sabemos que mi padre no sabe nada de autos y probablemente solo fingió hacerlo y más tarde lleve el coche a un taller para que le cambien el aceite.
Subí mi maleta y me senté en parte de atrás de auto mientras mis padres subían al frente. Ellos insistieron en llevarme al campus a tomar el autobus que nos llevará al aeropuerto. Son dos horas de viaje hasta el aeropuerto por lo que nos llevaran en el autobus escolar, van las chicas del equipo de gimnasia, el entrenador, su ayudante, Daniela y yo.
Cuando llegamos mi padre estacionó y bajamos del coche, mi madre me abrazó y me pidió que me cuidara mucho y le hablara tres veces al día para reportarme con ella y así saber que estoy bien, accedí a hacerlo ya que de otra forma sé que se pondría histérica. Después mi padre se acercó a darme un abrazo y me entregó algunos billetes hechos rollo, dijo que era un dinero extra para que me diera algún gusto por allá, le agradeci y lo guardé en mi bolso.
Una vez que terminaron de sermonearme sobre lo que tenía prohibido hacer, subieron al auto y se marcharon. Caminé en dirección al autobus y poco antes de llegar escuche a Daniela gritarme, voltee y ahí venía ella tirando de su maleta, me sonrió y automáticamente una sonrisa se dibujó en mi rostro. Ella venía vistiendo un pants negro nike con su capuchón a juego y unos tenis blancos.
-Hola- dijo al llegar hasta donde yo estaba
-Hola- dije aún con la sonrisa en mi rostro
-Te ves muy linda- dijo analizandome –nunca te había visto con trenza
-Bueno, no suelo peinarme, pero el viaje es largo y preferí llevar el cabello atado
-Me gusta- Daniela se acercó y depositó un corto beso en mis labios
-Tú te ves muy linda con ese conjunto- dije señalando su ropa
-Quería viajar comoda- contestó
-Chicas!- escuchamos un grito de hombre
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomantikGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...