Narra Daniela.
Desperté con el cuerpo adolorido, mi cabeza se sentía pesada y me dolian los ojos. Me senté en la cama y vi el reloj sobre el buró que marcaba las diez de la mañana. Recordé la noche anterior, Gabriela se había quedado a dormir, pero no la vi por ningún lado, así que supuse ya se había marchado. Entré al baño y cuando salí ahí estaba ella, iba entrando a la habitación y al verme sonrió.
-Buenos días- dijo deteniéndose junto al marco de la puerta
-Buenos días- respondí con la voz muy rasposa a causa de tanto llorar
-Preparé el desayuno
-En serio? ¿Qué cocinaste?- pregunté poniendome unos tenis para no salir descalza
-Hot cakes y café, no tenía muchas opciones- dijo saliendo de la habitación para regresar a la concina
-Lo siento, no he ido de compras- dije alcanzandola y tomando la taza de café que me ofreció
-Sientate, desayunemos que debo ir a casa, mi madre se preguntará por qué no amanecí en mi cama
-No le avisaste que estabas aquí?
-No, pensé en hacerlo anoche pero era muy tarde, así que, supongo no ha notado mi ausencia o ya me habría llamado
-Tal vez, o ya está en la comisaría poniendo un reporte de búsqueda para su hija desaparecida
-No creo- reí de imaginar el show que se armaría –Primero me llamaría al celular
-Sí, tienes razón, y esto está delicioso- dije comiendo el tercer bocado de mis hot cakes
-Debe ser tu hambre- dijo ella sonriendo y continuó comiendo
-Gracias por quedarte y por preparar el desayuno
-No fue nada
Mi celular comenzó a sonar y al revisar vi que se trataba de Anne. Tenía algunos mensajes de ella y un par de llamadas perdidas. Opté por lo más facil que era contestar sus mensajes, aún no me sentía lista para llamarla, sabía que tendría que compensarla por lo de la noche anterior, ella solo quería que la acompañara y estuviera a su lado pero fui demasiado débil.
Anne: Cariño ya te sientes mejor?
Anne: Lamento lo que sucedió anoche
Anne: Espero estés bien
Anne: Si necesitas hablar sólo llámame
Anne: Hoy tendré trabajo así que no podremos vernos pero tal vez en la noche
Anne: Si necesitas algo sólo llama
Yo: Hola, buen día, tranquila todo está bien
Yo: Perdón por salirme de la fiesta así
Yo: te lo compensaré
Dejé el ceular y regresé mi atención a Gabriela quien me estaba observando. Sonrí y continué comiendo. Cuando terminamos ella se despidió pues su madre ya había notado su ausencia y la llamó, Gabriela le dijo que ya estaba en camino así que se fue. Me di una ducha y me recosté en la cama. Me sentía cansada emocionalmente, la noche anterior me había dejado exhausta y necesitaba dejar de pensar en eso. Vi que me llegó un mensaje y revisé, pensé que sería Anne pero se trataba de Gariela
Gabriela: Te apetece que hagamos algo hoy?
Yo: Me gustaría, ¿cómo qué?
Gabriela: Podemos ir a la playa, la vez pasada que lo planeamos no se pudo
Yo: Sí, me parece bien
Gabriela: Genial, paso por ti en un momento
Yo: Bien
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...