Capítulo 63

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Narra Daniela.

Desperté y miré a Gabriela durmiendo a mi lado, estar en mi antigua casa me traía buenos recuerdos que pronto se transformaban en tristeza, me sentia impotente y melancolica cada que recordaba lo que le pasó a mi familia. Les extrañaba y me sentía miserable de saber que ya no están. Pero ver a Gabriela ahí a mi lado me daba esperanza, de volver a tener una familia, una que construiria con ella.

-Hola- dijo abriendo los ojos y mirandome confundida –¿hace cuanto despertaste?

-Unos minutos, te estaba observando

-¿Por qué?- dijo sonrojandose un poco

-Porque me gustas y disfruto de mirarte así- dije sonriendo –verte recien levantada es magia

-¿Magia? ¿lo dices porque parezco bruja?

-No, lo digo porque pareces imposible, eres tan hermosa que me es dificil de entender como es que logré conquistarte

-¿Quién dice que tú me conquistaste y no yo a ti?

-Lo hice, tú al principio me odiabas

-No es verdad

-Bueno, tal vez no odiar pero no te agradaba

-Yo nisiquiera era tu tipo, ¿recuerdas?- dijo burlonamente

-Yo me senti atraida desde el primer momento que te vi, pero no te lo iba a decir- confesé

-Calla que ni tu te lo crees, a ti te gustaban más las chicas faciles

-¿Qué dices? Eso no es verdad

-Claro- dijo sentandose y estirando su cuerpo -¿qué haremos hoy?

-¿Cómo ves si desayunamos y luego vamos por ahí a dar un paseo?

-Me parece bien- dijo tallandose los ojos –Ire a darme una ducha y luego salimos

-¿Irás? ¿Qué? ¿No hay invitaciòn para mi?

-¿Quieres venir?- preguntó sonriendo coquetamente y saliendo de la cama para dirigirse al baño. De camino se quitó la playera que usó de pijama y me hizo señas para alcanzarla, por lo que no pude resistirme y salte de la cama para acompañarla.

Entramos a la ducha, ella estaba poniendose shampoo así que tome la esponja y le puse jabón para tallar su cuerpo. Comencé por su cuello, después fui bajando por su espalda, masajee sus gluteos y despues me acerqué más a ella para abrazarla por detrás y enjabonar su abdomen. Bajé la mano despacio hasta alcanzar su entrepierna y comencé a tallar pero más lento.

Ella soltó un gemido, solte la esponja dejandola caer al suelo y la sustitui por mi mano, masajeando con mis dedos entre sus labios. Besé su cuello mientras continuaba masajeando. Gabriela se retorcia de excitación, y yo continué tocandola hasta conseguir su orgasmo.

Ella se giró y me beso en los labios, fue un beso lleno de pasión y deseo, nos acariciamos y besamos hasta que casi no sentiamos nuestros labios. La tomé de la mano la llevé de regresó a mi cama. Nos recostamos y le abrí las piernas para sumergirme y meter mi lengua en ella.

Gabriela me tomó de la cabeza y me acercó más a ella, casi rogando que no me detuvira, aunque tampoco pensaba hacerlo. Continué penetrandola con mi lengua y moviendola de arriba hacia abajo hasta hacerla explotar en un gran orgasmo.

Gabriela me tumbó en la cama cambiando de posición y quedando a horcajadas sobre mi, se colocò sobre mi moviendose lentamente y creando fricción entre nuestras vulvas. Primero iba lento pero poco a poco fue acelerando sus movimientos y haciendome terminar, sentia como el orgasmo recorria todo mi cuerpo y mi centro seguia palpitando tras tenerlo.

Ella sonrió y luego se coloco entre mis piernas para hacerme sexo oral, me dio tres increibles orgasmos, después nos recostamos lado a lado y respiramos tratando de recobrar el aliento.

-Eso estuvo increible

-Lo sé, supongo que somos alamas gemelas sexuales, o algo así porque te juro que el sexo contigo es lo mejor que me ha pasado en la vida

-¿Qué preferirias? ¿tener sexo el resto de nuetras vidas pero sin amarnos o amarnos el resto de nuestras vidas sin tener sexo?

-¿Qué clase de pregunta es esa?

-Solo es una pregunta, contesta, ¿qué preferirias?

-Es horrible, no quiero elegir, quiero ambas cosas el resto de nuertas vidas

-Lo sé, pero es solo un juego, así que responde

-Pues, sin duda no quisiera vivir una vida sin sexo contigo, amo el sexo que tenemos, pero... Prefiero mil veces vivir amandonos que tenerte en mi cama sin amor

-Buena respuesta

-Pero solo es un juego ¿verdad? No estás planeando quitarme el sexo ¿cierto?

-Claro que no, también disfruto del sexo

-Entonces?

-Solo era una pregunta- dijo riendo –ya calmate

-Estoy calmada pero no me hagas esas preguntas que me preocupan

-Deja de alterarte y vistamonos para ir a desayunar, ya me provocaste hambre

-Bien, vamos

Nos vestimos y salimos a la calle a desayunar y después fuimos a dar un paseo. Ese día se sintio bien volver a mi antigua ciudad, caminar con Gabriela de mi mano era lo unico que impedia traer malos recuerdos. Pensé en lo feliz que era con ella y en que no me gustaria perderla nunca, eso era algo que me preocupaba desde el inicio de la relación, que ella un dia despertara y se diera cuenta de que en realidad no esta enamorada de mi y que solo soy la chica con la que experimentó el sexo lesbico, pero entonces la miré y vi esa sonrisa que ponia cada vez que estabamos juntas y supe que eso tenia que ser real.



Cumpliendo sus Fantasías SexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora