Capítulo 53

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Narra Daniela.

Estaba a punto de escribirle un correo a Gabriela cuando en mi pantalla apareció su nombre, al parecer me estaba llamando, eso me sorprendió pero reaccioné y contesté.

-Hola- dije emocionada sabiendo que escucharía su voz después de tantos días

-Daniela- y bueno, no esperaba que fuera la voz de su madre la que escuchara

-Señora Montes, digame- me preocupé un poco de que fuera ella quien me estuviera hablando

-Escucha Daniela, no mentiré diciendo que estoy de acuerdo con lo que tienes con mi hija, pero quiero apoyarla, y si su desición es estar contigo, tendré que respetarla

-Señora, yo solo quiero que sepa que amo a Gabriela y que lo último que quiero es que ella tenga problemas con su familia por mi, sé lo importante que son ustedes para ella

-Y mi hija es lo más importante que tengo, por eso no pienso perderla por orgullo

-Es bueno escuchar eso- dije sintiendome feliz por Gabriela, sabía que lo que ella más desea es la aceptación de sus padres, por lo que seguro está contenta ahora que su madre lo aceptó

-Mi esposo llegará a las ocho, si vienes temprano puedes verla, pero deberás irte antes de que llegue

-¿De verdad? eso sería increible, muchas gracias

-No agradezcas, solo quiero la felicidad de mi hija

-Yo igual

Después de colgar no pude evitar sonreír de la felicidad, por fin podré ir a ver a Gabriela, la extraño tanto que solo deseo poder abrazarla y quedarme horas así con ella

Narra Gabriela.

Tras hablar con mi madre me sentí más tranquila, ella al fin lo había aceptado. Asi que después de eso tome una ducha y al parecer me quede dormida, hoy al despertar vi que ya había amanecido. Me vestí y sali de mi habitación, estaba lista para volver a vivir, hoy era domingo por lo que no había clases pero estaba lista para volver al día siguiente.

Mi madre estaba en la cocina, le sonreí y ella me regresó la sonrisa, noté en su rostro que había regresado, la mujer de antes, quien me amaba y apoyaba.

-¿Cómo estás hija?- preguntó sirviendo dos tazas de café

-Bien, gracias- tomé la taza de sus manos -¿y papá?

-Salio de viaje, regresa hoy mismo, en la noche, algo del trabajo

-¿En domingo?

-Pues sí- dijo mi madre dirigiendose a la puerta al escuchar que tocaban

-¿Preparaste desayuno?-pregunté pero ella ya había desaparecido de mi vista rumbo a la puerta

Reviste en la estufa y había un par de sartenes con comida, en uno chilaquiles y en el otro huevo con jamón

-Sí, acabo de cocinar para que desayunemos juntas- dijo mi madre regresando con Daniela tras ella

Al ver a Daniela casi caigo de nalgas, a caso estaba imaginandolo o mi madre estaba ahí con Daniela a su lado y no le estaba gritando y corriendo, de hecho no se veía extrañada de verla ahí

-Hola- dijo Daniela sonriendo y saludando con la mano, en la otra traía un pequeño ramo de rosas

-¿Qué haces aquí?- pregunté sonriendo y acercandome a saludar

Ella me dio un abrazo y me entregó el ramo, nos contuvimos para no besarnos ahí frente a mi madre, no por ocultarnos ya que ahora ella lo sabe, pero al menos quiero evitar hacerla sentir incomoda, más ahora que cuento con su apoyo, ¿para qué presionarla?

Cumpliendo sus Fantasías SexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora