Narra Gabriela.
Abrí los ojos al escuchar mi puerta abrirse, no sé cuantas horas llevaba dormida pero sé que me recosté como a las tres de la tarde y ya se veía oscuro el exterior a través de la ventana. Giré mi cuerpo en la cama para ver quién abrió la puerta y se trataba de mi madre. Esta me estaba observando con lo que pareciera un poco de melancolía en la mirada pero al verme de frente cambió su expresión a una más inexpresiva.
-No has salido de aquí en toda la semana- dijo ella con más preocupación que reproche
-¿Qué horas es?- pregunté con la voz roca después de no usarla un tiempo
-Las nueve pero tal vez deberías de preguntar que día es, después de tanto tiempo aquí encerrada dudo que sepas en que día vives
-Es viernes- dije muy segura pero al ver su cara supe que no estaba en lo correcto -¿sabado?
-Sí, es sabado- dijo levantando una blusa que estaba en el suelo –llamaron de tu escuela, quieren saber por qué no fuiste toda la semana
-¿Qué les dijiste?- pregunté sentandome en la cama y tallando mis ojos
-Que estas enferma pero que el Lunes sin falta ya te presentarás
-¿Ah sí?- pregunté mirandola retadora
-Sabes que faltar a clases solo te traera problemas a ti, ni a tu padre ni a mi nos afecta, solo a ti Gabriela- dijo mostrando señales de molestia -¿Qué pretendes demostrar con esto? Encerrandote aquí, sin ir a la escuela ni comer
-No intento demostrar nada- dije poniendome de pie –simplemente quiero que tu y mi padre hablen conmigo, quiero que me escuchen y dejen de juzgarme
-Y crees que haciendo berrinche o lo que sea esto, vas a conseguir algo
-Ya estás hablandome no? después de una semana hoy por fin me estás dirigiendo la palabra
-Gabriela- dijo ella respirando más fuerte de lo necesario –Tu padre y yo no estamos felices contigo, lo que hiciste no está bien y debes saberlo
-¿Qué hice?- pregunté molestandome
-Besaste a una chica, ¿crees que eso está bien? y lo hiciste aquí, bajo nuestro techo el día que se suponía era especial para tu padre
-No hice nada malo, ella es mi novia
-No- dijo ella caminando unos pasos hacía mi –deja de decir eso, ella no es... tú no eres eso
-No soy qué?- la reté a decirlo
-No eres una desviada
-Pueden dejar de decir eso, no es ser una desviada el hecho de tener gustos diferentes
-Sí lo es, y tú no eres eso, tú eres normal, yo lo sé y tu padre también, te conocemos Gabriela y tú no eres así
-Madre, escucha- dije tomando aire para no gritarle en la cara –Tú y mi padre creen saber todo sobre mi y lo entiendo porque son mis padres y sé que me aman y quieren lo mejor para mi, pero si me conoces sabrás que yo no soy una chica confusa, yo cuando digo algo o decido algo es porque asi lo creo o deseo
-Gabriela
-Dejame hablar por favor- dije sentandome en la orilla de la cama –Yo no amanecí el domingo de la semana pasada pensando en que quería besar a una chica, yo llevo meses saliendo con Daniela y creeme que al principio también pensé que estaba confundida, pero con el tiempo logré comprender mis sentimientos y entendí que estaba enamorada de ella, ahora puedo decirlo sin dudar, estoy enamorada de Daniela y lo que siento por ella no lo había sentido antes
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...