Cumpliendo sus Fantasías Sexuales

Capítulo 33

Narra Daniela

Estaba recostada viendo una serie cuando recibí la llamada de Gabriela, me llamó llorando y dijo que ya había roto con Alan. Le dije que se calmara y que iría a recogerla, cuando logró calmarse me dijo en donde estaba y salí de mi casa para ir a buscarla.

Llegando al café la miré, estaba sentada en una meza en el fondo, tenia la cara entre las manos y por el movimento de sus hombros supuse estaba llorando. Me acerqué a ella y la llamé una vez que estaba a su lado.

Levantó el rostro y al verme se puso de pie y se tiró a mis brazos así que la envolví en un abrazo y nos quedamos unos minutos así, ella sacando todo su dolor y yo masajeando su espalda. Cuando al fin se calmó, salimos del establecimiento y la llevé hasta mi coche, le pregunté que si la llevaba a casa pero me dijo que no estaba lista para ver a sus papás así que la llevé a la mia.

Entramos y nos fuimos a mi habitación, le dije que se acostara y la abrace, ella seguía llorando pero ya estaba más tranquila.

-Quieres contarme qué pasó?

-Le dije

-¿Qué le dijiste?

-Le dije que no podía casarme con él- dijo entre sollozos –y le conté que lo he estado engañando

-Le dijiste eso?- me sorprendió pues no esperaba que le contara esa parte

-Sí, el estaba tan molesto y decepcionado, me siento una maldita perra

-Ey! tranquila, no eres eso

-Yo lo engañe, y después acepté ser su esposa solo para terminar rompiendole el corazón

-Bueno, tal vez si actuaste mal, pero no eres una perra

-Claro que lo soy- dijo limpiandose las lagrimas

-Mira, tu ya no lo amabas, y no querías lastimarlo, simplemente las cosas pasan

-Me siento tan mal

-Lo sé, lo siento- dije masajenado su hombro –esto en parte es culpa mia

-No, la única culpable soy yo

-Le dijiste que lo engañaste conmigo?

-No, no quise involucrarte, solo sabe que estuve con alguien más

-Y ahora? qué le dirás a tus padres?

-No lo sé, no quiero tener que decirles- comenzó a llorar de nuevo

-Oye, no tienes que decirles todo, solo hablales del rompimiento, ellos tendrán que entender

-Mis padres no son de entender, querrán que arregle las cosas con él

-Sabes, que ellos quieran algo no significa que debas hacerlo, tienen que aprender a respetarte

-Tienes razón

-Y sé que te sientes mal por lo que pasó, pero debías hacerlo, sería peor que siguieras con él

-Sí, lo sé- Gabriela ya estaba más calmada –no era justo para él

-Ni para ti, no está bien que te obliguen a estar con alguien

-Bueno, eso ya terminó, gracias por ir a recogerme

-No me agradezcas, cuando me necesites estaré.

Narra Gabriela.

Ya eran casi las dies de la noche por lo que le pedí a Daniela que me llevara a casa. Nos pusimos en camino y cada kilometro que me acercaba a mi hogar me ponía más nerviosa. Había pensado en no decirles aún a mis padres nada pero después entendí que eso solo sería aplazar estos nervios por lo que busqué valor dentro de mi y decidí hacerlo.