Capítulo 60

31.1K 1.6K 118
                                    


Narra Daniela.
Escuché una voz en mi cabeza, sonaba familiar pero no lograba concentrarme en lo que decía. Un dolor me recorría del abdomen hasta la espalda por una costado de mi cuerpo. No estaba muy segura de donde se originaba pero iba y venía dejando una sensación de electricidad. Mi cuerpo estaba de lado en la cama, lo supe porque sentía todo el peso recaer en la parte contraria al dolor.
Traté de abrir los ojos pero se sentían pesados, casi como si muriera de sueño pero solo me sentía cansada, como exhausta de dormir.
-Estarás bien amor, aquí estaré cuando despiertes
Volví a escuchar la voz, pero ésta vez si recordé de quien se trataba, claro que lo sabía, la voz le pertenece a mi amada, a Gabriela. Entonces recordé por qué sentía dolor y donde me encontraba, el hospital. Si la estaba escuchando hablar significa que estoy viva, y ella sonaba tranquila por lo que imagino que la operación salió bien.
Traté de nuevo de abrir los ojos pero una luz incandescente me obligó a cerrarlos. ¿Qué rayos era eso? Parecían los reflectores de un concierto.
-Hola cariño, ¿estás despierta?- pregunto cuando yo intentaba abrirlos pero me lastimaba la luz
-Me lastima- dije con voz baja
-¿Que te duele? La herida? Quieres que llame a una enfermera?- su voz sonaba preocupada
-No, la luz me lastima- dije tratando de abrir los ojos, ésta vez puede mantenerlos abiertos
-Es porque duraste mucho tiempo con ellos cerrados, la luz está normal ya te acostumbrarás ahorita- dijo parándose frente a mi junto a la camilla
Se veía hermosa, fue como despertar y ser recibida por un hermoso Ángel, si no fuera porque me dolía el cuerpo habría dudado de estar muerta y llegando al cielo.
-Hola hermosa- dije intentando sonreír
-Hola amor- contento apretando mi mano-¿cómo te sientes?
-Como si me hubiera arrollado un autobús- dije haciendo una mueca por el dolor
-Te duele mucho? Quieres que llame a la enfermera para que te dé medicamento?
-No, espera, déjame verte, no quiero que hagan que salgas de aquí
-Aún quedan unos minutos de visita
-¿Qué hora es?
-Las 4:45
-Tanto estuve dormida
dormida
-Es por el medicamento, estarás cansada pero es necesario para que no te duela tanto y puedas reposar
-¿Cómo está tu papá?
-El esta bien, gracias a ti- dijo con los ojos brillosos
-Me alegra que saliera bien
-Ahora debemos cuidarte amor, debes tener unos días de descanso
-Me siento bien- menti pues lo único que deseo es ya salir de ahí
-No, aun no estás bien, debes quedarte unos días aquí y cuando te den de alta vendrás a quedarte conmigo en mi casa para cuidarte
-No, eso no es necesario
-Si lo es, ya le avisé a tu tío, el vino a verte, salió hace unos minutos y luego entré yo. Quería que al salir llevarte a su casa pero le dije que te irías conmigo para estar al pendiente de ti
-Yo estoy bien, debes cuidar a tu padre
-Mi madre lo cuidará, déjame cuidarte
Era raro que alguien quiera estar tan al pendiente de mi, no recordaba la última vez que dejé a alguien hacerse cargo de mi.
Un dolor me recorrió el cuerpo pero ésta vez fue más intenso y no pude evitar quejarme en voz alta.
-¿Que pasa?- preguntó asustada
-Nada, tranquila solo me dolió un poco
-Traeré a la enfermera
-No, espera
-Necesitas que te de algo para el dolor, déjame llamarla
-Regalame un beso primero- dije extrañando sentir sus labios
-Con gusto- dijo ella acercándose a mi rostro y depositando un corto beso en mi boca
-Ahora si trae a la enfermera porque me está doliendo más- dije al fin aceptandolo
Ella se alejó por la puerta y a los minutos regresó acompañada de una señora vestida de blanco, ella me sonrió y le inyectó un líquido al catéter que tenía en el brazo.
-Con esto te sentirás mejor- me dijo la mujer y se marchó
-Ya me tengo que salir, ya se termino la hora de visita- me susurró Gabriela acercándose a mi para besar mi frente
-No te vayas- dije sintiendo de nuevo esa pesadez de hace rato -te extrañaré si te vas
-Lo sé cariño, también te extrañaré pero estaré aquí cuando me dejen entrar de nuevo
-Oye, te amo- dije cuando los ojos ya se me estaban cerrando -Mas que a nadie
-Te amo Daniela
Tras escuchas esas últimas palabras volvi a introducirme en la oscuridad y el sueño.

Cumpliendo sus Fantasías SexualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora