Cuando llegamos a la ubicación mostrada en el gps notamos que se trataba de un edificio grande y parecia abandonado, miramos alrededor con desconfianza y después ambas pusimos nuentras vista en Lola, quien parecia muy confiada de estar ahí.
-¿Qué es éste lugar?
-Ya verán, vamos- dijo ella bajando del auto y dejandonos con la duda de si era buena idea seguirla
-¡Espera Lola!- grité bajando del auto
-¿Qué pasa?- dijo esta mirandome extrañada
-¿Vas a entrar ahí? el lugar no luce muy confiable
-Porque así debe lucir amiga, confia en mi, no tienes de qué preocuparte
-¿Qué hay ahì dentro?
-Diversión- dijo ella y con una gran sonrisa se acercó a la puerta y tocó
Observé a mi alrededor y al menos se encontraban unos veinte autos o tal vez más, todos parecias coches nuevos pero que hacían en ese lugar con aspecto tan desagradable y viejo. El edificio era como un gran almacen de lamina vieja, con algunas ventanas en la parte superior de lo que parece un segundo piso, por lo que sería imposible ver dentro.
La puerta se abrió y se asomaron tres hombres, vestian de negro y no parecian personas muy agradables.
-Hola, mi nombre es Carlota Smith- mintió y les mostro un tipo credencial pero era de color rojo con un logotipo en el centro –y ellas vienen conmigo
Uno de los tipos tomo la credencial y la pasó por una maquina en su mano, tras unos segundos asintió y se hizo a un lado para dejarnos pasar. Cruzamos la puerta con algo de nervios pues no entendia a donde nos estabamos metiendo.
-¿Carlota Smith?- le pregunté a lola una vez que cruzamos la puerta y no me escuchaban
-Sí, es un alias para éste lugar
Cuando entramos todo era lo contario al exterior, el sitio estaba decorado de manera espectacular, era como entrar a un hotel de prestigio. Frente a nosotras estaba un mostrador con unas recepcionistas, las cuales nos sonreían educadamente.
-Buenos días, bienvenidas, ¿a que área les gustaría pasar?
-¿Area?- le pregunté a Lola
-Sí, miren, en el piso de abajo es un casino, en éste se encuentra un spá y en el tercero...- lo pensó unos minutos –ahí no tengo autorización, pero que quieren hacer? ¿bajamos al casino o quieren un masaje?
Voltee a ver a Daniela y ella solo se encogió de hombros, así que elegimos casino, no me sentia con la confianza de entrar a que una desconocida en un sitio como éste me diera un masaje.
La mujer que nos atendiò le entregó a Lola tres pases y nos entregó uno a cada una para poder acceder al casino. Caminamos hasta una puerta del lado derecho del edificio y un hombre la abriò para dejarnos entrar, una vez que cruzamos la volió a cerrar y senti un poco de panico de estar ahí encerrada.
Bajamos unas escaleras que nos llevaban al casino, una vez que estuvimos abajo mire a mi alrededor con sorpresa, el lugar parecia sacado de una pelicula en las Vegas. Habian maquinas por todos lados, un mini bar al lado derecho, al izquiero se veían mesas de juego y al fondo estaba un pequeño esenario, en estos momentos estaba solo pero probablemente hay musicos en otro horario.
-¿Qué tal?- nos preguntò Lola
-Este lugar es ilegal?- preguntó Daniela a mi lado
-Por supuerto, por eso daba mala espina afuera, pero he estado aquí antes y no se tienen que preocupar
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Cumpliendo sus Fantasías Sexuales
RomanceGabriela era una chica ordinaria, de familia conservadora y un novio tradicional. Toda su vida ha hecho las cosas como sus padres y la sociedad le han inculcado, sin romper reglas ni meterse en problemas. Pero eso cambió el día que conoció a Daniela...