"CAPÍTULO 25"

2.3K 59 9
                                    


— Oye, Alia ¡Alia! ¡Alia!

Su voz se desgarraba con cada letra.

— Escucha pequeño pedazo de hombre, estoy haciéndome cargo de trabajos importantes, si tienes algo que declarar hazlo ahora —sentencié de manera grosera e irritada.

Se calló por segundos, en tanto la figura femenina más alta que yo, sorbía un poco más de café con una sonrisa de oreja a oreja como signo de cómplice.

— ¿De qué estás hablando? Salí muy preocupado de mi departamento buscándote, pero nadie me daba una respuesta concisa —su reclamo sonaba bastante real.

— Créele, tu amigo tiene razón, hermosa.

Juro que el día en que te vayas haré una fiesta en tu honor. Planifiqué macabramente en mi mente. Maldita huérfana.

— Gabriel hablaste con alguien ¿no es así? —dije sin expresión.

— Pues sí. Te dije que estuve buscándote.

— ¿Era alguien que me conocía? —tragué saliva.

— Pues eres bastante conocida Alia.

— ¡Responde! —grité de sobremanera.

— Bien. Bien. Sí.

Me dio un extraño y desconocido temor. Si estaba en lo correcto, él debió encontrarse con la rubia de mí delante. Y eso sin duda era un mal predicción.

— Escucha Gabriel...por casualidad —rasqué a lengua molesta—...¿comiste o tomaste algo que te dio alguna chica?

Hizo un sonido intentando recordar su respuesta.

— Pues no...alguien me dijo que era un regalo para ti, y el otro obsequio que me dio una chica rubia, me lo quito un chico muy raro. Creo que me odia.

Su forma de sonar tan calmado a pesar de la situación, fue gracias a un buen trabajo; pero sin duda fue algo que lo benefició en su actual trabajo.

Respiré normalmente tranquila.

— De acuerdo. ¿Terminaste el papeleo?

— Déjame ver —pude escuchar una máquina imprimiendo, para luego cesar el sonido—. Ya acabó.

— Linda si deseas algo apúrate, tengo papeleos —río la más alta en el cuarto, tecleando lentamente el PC.

Bufé casi en silencio.

— Ya terminé, no te enojes Jefa —habló molesto en la otra línea el pelirrojo.

— Como sea. Sal de aquí. Mandé un mensaje importante a nuestro departamento, necesito que lo recojas.

— ¿Qué? —Continuó— Pero vengo de ahí, no quiero ir.

Arrugué mi frente levemente; se me había acabado mi paciencia. Sin embargo, sabía que eso disfrutaba bastante la Señorita B, por lo que opté en la forma más calmada que pude hablar.

— Gabriel...si no quieres que tu comida desaparezca en una semana, mas te vale recoger ese mensaje...¿me estás escuchando?

Mi potente voz, hizo que tragara saliva el contrario.

— C-como di-diga Jefa —tartamudeó.

Colgué.

La llamada fue un desastre, eso lo admito. Más me dio una pista.

Ahora tenía pruebas de que me intentaron hacer un complot, y que utilizaron medios bastante sucios. Típico de "The Moon".

MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora