Casi de inmediato se desplomó en la silla con la mirada perdida y ojos a punto de llorar. No podía impedírselo...y tampoco tenía las palabras que quería escuchar.
Así únicamente me mantuve en silencio hasta que no soportó más, y lloró.
Como me hubiese gustado que alguien me viese así como estaba Ted. Solo necesitaba que alguien me dijese que lo que hacía, tenía algún valor significativo, aparte de destruir.
Pero creo que a todos no les da la misma moneda. Fue lo primero que pensé.
— Tu...las personas...todo este tiempo, se reúsan a decirme la verdad. Así que...—sus ojos se desmoronaban a cada instante—...tú debes decírmelo.
— ¿Disculpa?
— Tú lo sabes. Nadie más que tú.
No entendía de lo que hablaba, pero a juzgar por su entusiasmo. Debía suponer que se trataba de la cruda y oscura realidad.
— No creo entender de lo que hablas —hablé sin expresión alguna y mirada firme.
— ¿Sabes para qué matas? ¿Para qué haces todo esto? O es que acaso tu...¿lo disfrutas?
Mi boca carraspeó alguna palabra mal dicha, y luego se reanudó.
— Ted. Yo hago mi trabajo porque tengo un favor que devolver, el cual no puede ser pagado con simples palabras.
— Pero tú---
— Solo muerte.
Lo siento mucho Ted. Realmente no sabes cómo mi alma se irá al infierno, pero en este momento aún no voy ahí, así que no pienses que me salvaré.
— No te...—murmulló algo casi inaudible.
— ¿Qué?
— No te creo...
— ¿Piensas que la gente aquí, o yo, te estamos mintiendo? —pregunté soltando un suspiro cansado, mientras jugaba con mi cabello.
El sólo agitó su cabeza en confirmación.
— Bien, entonces...—lo miré—No te sirvió de nada, todo el entrenamiento —finalicé de manera fría y voz cortante llena de desprecio.
Rápidamente pude sentir como una M1911 (pistola semiautomática) era dirigida a mi cabeza en cuestión de milisegundos. A pesar de que aún no había acabado totalmente mi café, y todas las personas de nuestro lado, se hallaban temerosas.
— Suelta eso Ted —hablé sin mucha presión y mirada baja.
— No. Si no estás dispuesta a cooperar, tendré que hacerte hablar a las malas —movió el gatillo.
—Ted...¿sabes algo? —Sonreí llevando mi mano suavemente hacia su hombro— Creo que me he equivocado.
— ¿Últimas palabras? —amenazó con voz firme y mirada sagaz. Ignorando mi movimiento.
Asentí aún con la mirada al hombre de mi lado.
— Nunca te confíes de alguien que lleva más años que tú, y tiene una Ricina en su mano directa al punto débil del objetivo —señalé mientras movía mi mano de su hombro.
**Bueno esta es la primera vez que actualizo desde inicios de 2018 así que les traje un maratón (*^▽^*) Espero les guste***
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Mafiosa
Misterio / SuspensoDiversión, armas y ser Jefa de una banda de mafiosos, no es lo que cualquiera tiene...menos una adolescente. ¿Te atreves a venir? Entonces ven, te invito con gusto y cortesía. A entrar en mi mundo, mi lugar de origen, mi preciada y adorada "The Moo...