CAPÍTULO 4.

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DongHae sintió un exquisito calor recorriendo su piel. Como si fuera un hormigueo invadiendo cada parte de su cuerpo. Un delicioso hormigueo.

Abrió los ojos con pereza, la habitación en donde se encontraba seguía igual de oscura que la noche anterior. La oscuridad le sorprendió, dado que a unos metros de donde él se encontraba acostado había una mesita de noche donde sobre ella había un reloj digital en el que se marcaban las 8:47 a.m. Sus ojitos escanearon lo poco que pudo ver en la habitación, encontrándose con dos ventanas tapadas por unas cortinas de gruesa tela negra. Esa era la razón del por qué el lugar seguía tan oscuro como si fuera de noche.

Algo duro se removió bajo su rostro. ¡El tonto no se había dado cuenta del enorme Adonis que lo tenía entre sus brazos! Los músculos del pecho de HyukJae hicieron babear al niño. ¡El jodido pandillero estaba buenísimo! Fue entonces cuando recordó la noche pasada. ¡Ufff! ¡Que jodida le habían dado!

Poco a poco fue repasando el cuerpo del hombre junto a él. HyukJae parecía seguir durmiendo. DongHae se perdió por un momento en el atractivo viril del hombre. "¡Es que está tan sexy!", pensó Hae mirando con cara de sexo a HyukJae, relamiéndose los labios al ver desde el perfecto lavadero que tenía Hyuk por abdomen, subiendo por el duro pecho donde tenía recostado la cabeza, sus jodidos brazos musculosos, ¡Oh mie**a! No había visto las exquisitas venas que sobresalían de los brazos del hombre... el niño casi se corre. Y su rostro. Su rostro era tan varonil y atractivo. Su mandíbula tan bien definida le fascinó al niño. Le gustaba todo de HyukJae. ¡Todo! Sobre todo su enorme polla, que para su mala suerte la cubría una sábana.

-Me desgastarás si sigues mirándome... -la voz mañanera de HyukJae hizo dar un pequeño brinquito a Hae.

-¡Pensé que estabas durmiendo!

-Ya ves que no. Buenos días, cariño. –Hyuk acercó el rostro del niño al suyo para darle un beso lento pero profundo.

HyukJae había despertado casi diez minutos antes que Hae. Vio como el niño se removía entre sus brazos y hacía gestos curiosos mientras abría lentamente sus ojitos, parpadeando y restregándoselos con los puños de sus manos. HyukJae jamás había visto cosa más hermosa que DongHae despertando en la mañana.

-Buenos días... -dijo Hae después del sensual beso.

-Tu primo ha de estar preocupado por ti, cariño. Tu celular estuvo sonando a cada rato en la madrugada, lo tuve que apagar.

-¡Es verdad! Mi tía ya debió de haber llegado y yo no estoy en casa... -la carita preocupada de Hae era hermosa. En realidad, HyukJae no sabía que no era hermoso en el niño. Hasta el culo lo tenía bonito.

-Cámbiate, cariño, y te llevo. ¿Tienes hambre?

-No tengo hambre. Y sí, necesito llegar pronto a casa de mi tía.

DongHae se sentó en el colchón, se destapó y salió de la cama mientras buscaba su ropa regada por el suelo. HyukJae sólo le observó, la desnudes de DongHae era en realidad majestuosa.

-¿No quieres darte un baño antes? Ahí está mi baño, puedes usarlo. –dijo Hyuk señalando una puerta en una esquina.

-¿Tú sí tienes el botoncito para que salga calientita el agua? –preguntó Hae con el rostro iluminado en esperanza. ¡Extrañaba tanto ese botón!

-¿Qué? Jajajaja. Oh, cariño. Lamento decirte que no encontrarás ninguno de esos en los barrios bajos.

¡Oh, jodido niño pijo con culo follable!

Un pucherito se enmarcó en el rostro de Hae. ¡Eso era muy malo! ¿Qué les pasaba a todas las personas en Busan que no podían colocar un jodido botoncito en la pared para que salga el agua calientita? ¿Cuánto más puede costar un botón? Puso los ojos en blanco y recogió la ropa del suelo para dirigirse a darse una "ducha", si es que se le podría llamar darse una "ducha" cuando en el baño no había un botón para que el agua saliera calientita. ¡El niño estaba muy molesto!

ALTOS Y BAJOS. La clase social no importa cuando el placer manda. [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora