ALTOS Y BAJOS. La clase social no importa cuando el placer manda. [EUNHAE]

CAPÍTULO FINAL (Parte 2)

La sangre del niño se congeló cuando pudo reconocer a quien pertenecía esa voz. ¿Cómo coños había entrado? 

-¿Cómo entraste a mí casa? –cuestionó con algo de miedo. 

-Verás, Hae. Yo llevo haciendo esto más tiempo que tú. –el joven fue acercándose a paso lento hacia DongHae hasta que la luz de la luna lo iluminó por completo. El niño abrió mucho los ojos al ver la gran cicatriz en el costado del rostro del chico. -¿Qué? ¿No sabes quién me hizo esta cicatriz? –Lo sabía... Ren sabía que él le había hecho esa cicatriz. ¿Cómo se había enterado? Antes de que Hae pudiera hacer la pregunta, el rubio claro le dio la respuesta.- hace un mes escuché que HyukJae le dijera que tú fuiste el que me hizo ésta cosa en la cara y el que escribió esa palabra en mi cuerpo.

DongHae se petrificó. Las palabras de JaeJong vinieron a su mente. "No te metas con él". Pero ya era tarde y el niño había jugado con fuego. No quería quemarse y el miedo comenzaba a consumirlo cada vez que Ren se acercaba más y más a él. No sabía qué hacer, no había una sola palabra que llegara a su mente.

-¿Creíste que no iba a encontrarte? ¿Creíste que iba a quedarme de brazos cruzados? ¿Creíste que no iba a devolverte el favor? –una sonrisa sádica se pintó en el rostro de Ren y DongHae sintió un escalofrió recorrer su cuerpo.

El rubio zanahoria no lo pensó dos veces y corrió lo más rápido que pudo hacia la puerta para salir de la habitación, pero Ren fue más rápido y le dio un fuerte jalón en el cabello que hizo que el niño cayera al piso. El dolor del golpe perturbó unos segundos a DongHae, pero inmediatamente recuperó la consciencia e intentó ponerse de pie. Sin embargo, Ren se colocó sobre el niño impidiendo que huyera.

DongHae intentó quitarse de encima a su enemigo, pero Ren tomó con fuerza sus brazos sobre su cabeza y le dio una dura cachetada. Después otra, y otra, y otra más hasta sentir que sus manos quemaban.

-¡Yaaaaaaa! –gritaba Hae. Le dolía el rostro, podía sentir algo derramándose de su ceja. Se sentía tan inmóvil. ¡Quería que HyukJae le salvara! 

-¿Ya? Maldito hijo de put*. –dijo Ren con rabia dándole un fuerte golpe que hizo sangrar la boca de DongHae. El niño pudo sentir el sabor de su sangre en su boca y con eso se alteró más. -¡TÚ ME QUITASTE TODO! ¡ME QUITASTE TODO LO QUE MÁS AMABA EN ESTA put* VIDA!

Ren se puso de pie y amarró las manos de Hae con una soga. Apretó fuertemente la soga en las muñecas del niño, lastimándolo demasiado. Hae no podía dejar de llorar. Maldita sea, ¡Maldito Ren! Le dolía todo el cuerpo.

-Lo siento... lo siento... -sollozaba Hae con todas sus fuerzas. –No me lastimes... por favor... no me lastimes...

Haciendo caso omiso a las palabras de Hae, Ren volvió a jalar con fuerza los cabellos rubios zanahorias y arrastró de esa manera al niño hasta dejar que luz de la luna iluminara su cuerpo. Hae no paraba de gritar, ¡eso había dolido demasiado!

-¡Noooo! ¡Paraaaaa! Me duele... ¡me dueleeeeee! Lo siento... 

-¿Lo sientes? Aun no, querido. Escúchame bien, imbécil, porque mis palabras serán las últimas que escuches en tu "perfecta vida de niño de papi". –Ren miró con odio al rubio tirado en suelo con sangre en su labio inferior y en una de sus cejas. –Tú me quitaste al hombre que he amado desde que tengo memoria. HyukJae no debería de estar contigo. Él no debería de amarte a ti. ¡ÉL ES MÍO! ¡YO ESTUVE CON ÉL TODO EL TIEMPO! ¡LO HE ESPERADO MÁS TIEMPO QUE TÚ! ¡LO AMO MÁS QUE TÚ! ¡ÉL NO TE PERTENECE! –Hae sintió los gritos rabiosos de Ren calar en cada uno de sus huesos para provocarle el más intenso terror. Esto estaba mal... sabía que esto iba a acabar muy mal.