ALTOS Y BAJOS. La clase social no importa cuando el placer manda. [EUNHAE]

CAPÍTULO FINAL ( Parte 3)

El sonido de algo cayendo al piso sobresaltó al niño. Abrió los ojos inmediatamente y se encontró de nuevo en su habitación. ¿Así eran las cosas? ¿Así era la muerte? No... esto no era la muerte.

No podía serlo porque Ren no estaba frente a él con su arma.

No podía serlo porque Ren estaba en el suelo con un charco de sangre a su alrededor.

No podía serlo... porque HyukJae... estaba en la puerta empuñando un arma.

-Hyuk... -susurró Hae sin entender qué rayos pasaba.

-¡DongHae! –HyukJae se acercó rápidamente al niño. DongHae aún estaba en shock. ¿Estaba vivo? ¿Es en serio?

-¡HYUK! –gritó Hae aun en el suelo. No podía mover un solo musculo. Las lágrimas nublaban su vista y los gritos de angustia no dejaban de salir de su boca.

-¡DongHae! –el niño sintió que su alma regreso a su cuerpo cuando los brazos de HyukJae lo abrazaron. Hyuk se hinco al lado del rubio zanahoria.

HyukJae desató la soga en las muñecas de DongHae y lo colocó sobre su regazo. El menor se colgó del cuello de HyukJae y hundió su rostro en su pecho. El sollozo desgarrador de DongHae hizo que Hyuk abrazará más y más fuerte a su niño, dándole todo el consuelo y amor que su amante pedía a gritos.

-Mi DongHae, mi hermoso niño... -decía el castaño besando el cabello enredado del rubio zanahoria.

-Hyu... Hyukie... pensé que... iba... que yo iba... -Hae no tenía que terminar la frase para saber a qué se refería.

-Shhh... -acunó a su niño en sus brazos y besó su frente. Miró la carita bañada en lágrimas y manchas de sangre de su Hae y no pudo reprimir un ligero sollozo. Con mucho cuidado, HyukJae limpió las lágrimas en el bello rostro de su niño y besó la pequeña herida sangrante en su ceja y en sus labios. -Nunca voy a dejar que algo malo te pase, mi amor. No importa quién sea el que te lastime... -miró con pena a Ren tirado en el suelo. ¿Qué más podía haber hecho? No es como si tuviera muchas opciones, no iba a dejar que nada ni nadie lastimara a su DongHae. ¡Mucho menos que lo alejaran para siempre de su lado! –yo siempre voy a protegerte.

Hyuk se puso de pie con su niño en brazos y lo llevó al cuarto de baño. Llenó la tina con agua caliente y metió al niño ahí. Dándole un beso en los labios antes de salir del cuarto le dijo:

-Voy a estar afuera, amor. Báñate y cuando termines me avisas. ¿Está bien? –DongHae, aun temblando de miedo, se limitó a asentir y dejar que la calidez y el aroma a jabón lo relajara. El peligro ya había pasado, pero la impresión aun seguía en su mente.

Ren estaba muerto. HyukJae lo había matado.

Todo daba vueltas dentro de su cabeza.

HyukJae salió del cuarto de baño y miró hacia la ventana. Se acercó a paso lento y se dejó caer de rodillas frente a Ren.

-¿Por qué fuiste tan tonto? –cuestionó con lágrimas en los ojos. Había matado a su amigo de la infancia, con su propia arma, sin dudarlo un solo segundo.

El sólo recordar la imagen de DongHae en el piso temblando de terror siendo apuntado con un arma le hirvió la sangre. El sólo pensar que si hubiera llegado unos minutos tarde... Dios... su niño ya no estaría con él. El sólo pensar estar sin DongHae... sin volver a ver su cara bonita, sin volver a besar sus labios, sin volver a tocar su piel, sin volver a escuchar su voz diciéndole lo mucho que lo amaba... no podría vivir en un mundo en donde DongHae no estuviera.

-¿¡QUÉ COÑOS PASÓ!? –un gritó tomó desprevenido a HyukJae e inmediatamente volteó hacia la puerta de la habitación.
-Joder, KyuHyun. –rugió el líder.