Quién será la Mala Influencia? (BTS)

Cap 10 -Solo por trabajo-

Narra (Tn)

Ahí lo tenía frente a mi. Tan cerca, otra vez.
Al escuchar eso me quedé en silencio por unos momentos. No sabía que rayos decir, sin mencionar que me sentía completamente intimidada.

Que pasa conmigo?
Estos chicos me están volviendo loca. Bueno, más de lo que ya estoy.

—Qué? No dirás nada? —Cuestionó acercándose más a mi—

A pesar de que no podía ver nada, sabía que estaba muy cerca, podía sentirlo.
Estaba encima de mi pero no lo suficiente como para aplastarme, sus brazos me retenían, y su rostro estaba a centímetros del mío.

— Qué es lo que quieres escuchar? Da igual lo que pueda decir, no vas a creerme —Susurré, no sé de donde saqué el valor para que las palabras salieran de mi boca—

Él se quedó en silencio por unos segundos más, luego suspiró y aflojó el agarre de las manos.

— Así que eso es a lo que estás jugando? —Dijo—

Respiré profundo y me tranquilicé, no iba a dejar que este niño me hiciera esto de nuevo.
Si iba a vivir con él tenía que aprender a manejarlo.
Vamos, tú puedes (Tn)!

—Yo no estoy jugando a nada cariño—Hablé normal— Tu eres el que se está imaginando cosas.

—Ahora soy yo? —Cuestionó burlón—

—Si. Y sabes que? —Pregunté—

— Que cosa? –respondió muy cerca de mi oído, haciendo que se me erizara la piel—

Aguanta (Tn)

—Me cansé de esto! —Dije, mientras al mismo tiempo me movía rápido cambiando de posición, ahora yo estaba encima de él—

Ja! Esta vez te tomé por sorpresa Yoongi.

—Que... haces? Estás loca? —Habló, en su voz se podía notar lo furioso que estaba, o... nervioso?—

Él trataba de moverse pero yo puse cada pierna aún lado de su cuerpo, y me acerqué lo suficiente como para que pudiera sentirme.

Eso sonó raro.

Bueno, sentir mi presencia digo.

—Tú te buscaste esto! —susurré ya frustrada en su oído— Yo solo vine en son de paz, no quiero problemas con nadie! Así que respétame, y yo voy a hacer lo mismo. No estoy para tus niñerías. 

—Entonces lárgate. —Dijo con todo el odio del mundo—

Click, de esa forma mi corazón se rompió.

—Te estás dando cuenta de lo que acabas de decir, no? —Él no dijo nada— Sabes acaso para que estoy aquí? Para ayudarlos idiota! —Le grité mientras me levantaba rápido y prendía la luz —

Su cara era un poema.

Y no por lo hermosa que era, sino porque se acababa de levantar y se notaba hasta muy lejos el sueño que tenía.
Bueno; aunque él siempre tiene esa cara.

—Por Dios apaga esa luz! —se quejó mientras ponía una almohada en su cara—

—No! Ahora me escuchas! —Grité enfada para luego correr hacia él y quitarle la almohada—

—Déjame! —Chilló—

Le quité la almohada y comencé a golpearlo con ella. Él solo se quejaba e intentaba esquivar mis golpes.