Capítulo 22

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Narra Anna

Oscuridad. Silencio.

Hasta que un estruendoso ruido suena, y algo cae en seco al suelo. Varios segundos donde el silencio absoluto vuelve a reinar, hasta que unos sollozos se escucha.

Ahí es cuando vuelvo a abrir los ojos, y ojalá lo que estoy viendo no sea real, pero lo es. Lo primero no puedo moverme porque estoy atada a una silla. Y empiezo a mirar para saber dónde estoy.

En la pared del fondo están Scott y Nick contra la pared sin moverse. A un lado tengo a Lucía con las manos en las boca para no llorar, y eso lo sé porque está luchando por qué no salgan, sabe que si una sola lágrima se le escapa no podrá parar de llorar.

Sigo mirando veo a Ryan de pie con una pistola en la mano apuntando a algo o alguien, con los ojos muy abiertos. Cuando veo donde apunta su pistola, veo a Diego, tiene los ojos cerrados y está tumbado encima de un charco de sangre. Su novia, María, está encima de su cuerpo inerte llorando y agarrándole la camiseta, como si eso pudiera hacer que la muerte no se lo lleve. Y a su lado, veo a alguien que desde hace tiempo no quiero ver, Aaron, mi exnovio.

Al parecer, Aaron pierde la paciencia y pega una patada al cuerpo sin vida de Diego. María enfurecida por lo que acaba de hacer, se levanta y lo encara.

Se quita las lágrimas de los ojos, y con una velocidad impresionante le quita la pistola y le apunta con ella.

-Me has quitado a una persona que yo amaba yo te voy a quitar la vida, o por lo menos haré que no tengas descendencia hijo de puta.- entonces María apunta a Ryan quien ha matado a su novio, pero no dispara.

-¡Alto!- dice Ryan- Yo no quería esto, yo solo estaba ayudando a mi primo a volver con su novia...- intenta excusarse.

-¿No te dijo que intento violarla y que la engañó con su mejor amiga?- dice María aún enfadada y con la mano que sujeta la pistola temblandole un poco.- ¡Menudo gilipollas! Lo de imbécil es de familia- grita María sin contener su rabia.

-Mira yo no quiero ir a la cárcel por asesinato, ni por cómplice- dice empezando a dar vueltas con cara de asustado- No puedo... Es demasiada presión... Soy buena persona... Yo, yo...- se pone la pistola en la sien y dispara, cayendo al suelo al lado de Nick y Scott. Nick coge la pistola y poco a poco se acerca al cuerpo inerte de Ryan. Empieza a mirarle los bolsillos hasta que consigue su móvil, hace un gesto a Lucía, quien se acerca y coge el móvil.

Ahí es cuando me ve, y mientras María acorrala a Aaron, Scott y Lucía intenta llamar a la policía, Nick se acerca a mí, evitando por el camino el cuerpo de Diego.

Se arrodilla a mi lado y me desata las cuerdas. Cuando estoy desatada se pone delante de mí y me mira a los ojos sin ninguna expresión, solo para comprobar cómo estoy.

-Anna- me susurra- ya ha pasado todo.- yo sigo sin contestar, sé que si hablo me derrumbaré y no quiero.- Vamos, enana, estoy aquí, estás a salvo- se acerca y me abraza. Yo con la poca fuerza que tengo le correspondo el abrazo y me desahogo en su hombro. No he podido evitarlo, a muerto uno de mis mejores amigos, y aunque sé que María debe estar peor, no puedo evitarlo, pasan minutos apenas soy consciente del paso del tiempo sigo mareada y desorientada.  Pero lo que más me duele de toda esta situación es que sea por culpa de Aaron, no sé como pude salir con él, y ahora María ha perdido a Diego, y todo por mí culpa, si no hubiese salido con él, nada de esto habría pasado.

De repente Nick se separa, sus cálidas manos me secan las lágrimas y muy lentamente acerca sus labios a los míos pero cuando están  milímetros suena como en el piso de arriba, alguien derriba la puerta principal y se acercan corriendo al sótano.

Al cabo de pocos segundos, un montón de hombres equipados con armas y chalecos antibalas entran por la puerta del sótano.  Van hacia Aaron y lo detienen llevándoselo esposado. También entran unos médicos con camillas, donde ponen los cuerpos sin vida de Diego y Ryan.

Nos obligan a tomar declaración, pero como ni si quiera puedo sostenerme en pie, deciden llevarme a un hospital cercano, ya que aunque no sea deliberadamente, he tomado alguna droga, y necesito una desintoxicación.

Durante todo el trayecto en ambulancia Nick me a acompañado, María, Lucía y Scott los van a alojar en un hotel cerca del hospital. Si todo va bien mañana cogeremos un avión y volveremos a España.

Ya en el hospital, en la habitación que me han asignado, y con la bata de hospital puesta, Nick se ha quedado fuera mientras me chequean.

Una vez acabado, Nick entra y se acuesta al lado mío en la cama de hospital. Durante unos minutos no decimos nada, hasta que él me dice.

-¿Te molestaría si vuelvo con vosotros a España?- me pregunta con cautela- si no es ahora, iré en una o dos semanas para empezar la universidad, y así puedo ver cómo estás...- me dice en un tono suave.

-No, no me importaría- le digo sinceramente.- No sé de dónde eres- razonó en voz alta.

-Soy de Madrid- me dice sonriendo.

-Yo también- digo sorprendida.

Sin decir nada más se acerca un poco a mí, coloca su mano en mi mejilla introduciendo los dedos en pelo, mientras que con la otra mano se sostiene. Se sigue acercando hasta que nuestro labios se juntan, se mueven lentamente, queriendo transmitir todo lo que hemos pasado en apenas dos semanas. Poco a poco el beso intensifica, muerde mi labio inferior, haciendo que un pequeño gemido trepa por mi garganta y él aprovecha esto para introducir su lengua en mi boca, esta recorre mi boca hasta encontrar a mi lengua y la acaricia con suavidad.

Me coge y me pone a horcajadas encima de él, baja sus manos a mi cintura y yo subo las mías a su pelo, tirando levemente de él haciendo que gruña, lo que causa que yo suspiré en su boca. Cuando nos estamos quedando sin oxígeno, nos separamos, pero solo nuestra caras.

Y así abrazados es como me quedé dormida en su pecho, no hacen falta palabras solo descanso.

Los ojos se me van cerrando cuando él acaricia mi pelo, y así acabo dormida en unos pocos minutos.

Narra Nick

Después de esta experiencia, sé claramente que me gusta todo de Anna. Quiero pedir que sea mi novia, pero aún no es el momento, mañana cogeremos el avión a España, y a lo mejor, si seguimos en contacto y todo va bien, conoceré a su familia. Pero por ahora me conformo con ser su amigo, y que se recupere. Pero la que peor lo va a pasar es María, aunque todos han perdido a un amigo, era su novio.

También hay que decir que hecho de menos a mí familia, que veré después de un vuelo de quince horas, pero se hará corto porque voy acompañado por los mejores amigos que se pueden tener.

Los policías nos dijeron que se hará una autopsia, y que en una semana será el funeral de Diego, no lo conocí mucho, pero sabiendo lo que están sufriendo sus amigos y pareja, era una buena persona y un gran amigo.

Lo que importa ahora, es que tengo que ayudar a mis nuevos amigos a superar esto y poder tener un futuro con Anna.

Después de veinte minutos pensando, el sueño me vence y acabo dormido con Anna entre mis brazos. Es una sensación agridulce.

La Chica Del TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora