Capítulo 17

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Vamos a la puerta de la habitación de Diego y como no abre, abrimos nosotras y entramos.

Nos encontramos con un Diego con marcas de haber llorado pero intenta disimularlo y frunce el ceño al vernos entrar.

-¿Qué hacéis aquí?- dice mientras se levanta de la cama con intención de echarnos de su cuarto.

-¿Qué le has hecho a María?- dice Lucía enfadada.

-¡Pregúntale a ella que me ha hecho a mí!¡Es una zorr...-le doy una hostia en la cara.

-Cuenta tu versión de la historia, e intenta no insultar a mi amiga.-digo enfadada.

-María ha ido a por la prueba de embarazo, como se le había olvidado el dinero he ido a llevárselo pero cuando he llegado se estaba besando con el imbécil de Ryan. Es una put...- le cortan.

-No hace falta que me insultes.- María entra de repente en la habitación- y eso es mentira. Cuando le he pedido la prueba, ÉL me ha besado y yo estaba intentando separarme. Yo te quiero a ti, gilipollas.- acaba insultándolo.

-Ahh... -dice arrepentido de haber sacado conclusiones precipitadas.

-Lucía, vámonos, dejémoslos solos.- le susurro a Lucía, esta asiente y nos vamos.

Cuando Lucía abre la puerta, Nick y Scott caen al suelo.

-¿No estaríais intentando escuchar lo que hablábamos, no?- pregunto de manera sarcástica.

- No, solo comprobábamos el tipo de madera de la puerta, ¿verdad Nick?- dice Scott.

-Sí, es muy buena...- le responde Nick.

-Anda vámonos, dejémoslos hablar a solas.- digo empujando a Nick y Scott.

Cuando estamos fuera, Lucía y Scott se van a su habitación, Nick y yo volvemos a la nuestra.

Una vez en la habitación, me paro a pensar cómo podría cambiar toda la vida de María, daría un giro de 180°, si estuviese embarazada, pero María se cuida, habrá sido un descuido... Si yo me quedase embarazada no sabría que hacer, ni como decírselo a mis padres.

-Anna- Nick interrumpe el hilo de mis pensamientos, ya se ha metido en la cama.-¿Estás bien? Te noto callada...- me dice.

- Sí, tranquilo, solo pensaba.- sacudo mi cabeza para no volver a pensar en eso.

-Al final no hemos visto la película, pero la verdad no me apetece verla... ¿A tí?-me pregunta.

-No, la verdad. Ya es tarde, deberíamos acostarnos.- le digo.

-Si no recuerdo mal estábamos haciendo algo muy entretenido...- Nick se pone encima de mi, con una mano sujeta su peso y con la otra acaricia mi mejilla. Poco a poco se va acercando y cuando va a juntar nuestros labios, giro la cabeza y acaba dándome un beso en la mejilla.

-Buenas noches, Nick.- él resopla y se acuesta de nuevo. Yo le doy la espalda, él pone su brazo en mi cintura y me acerca a él.
No me quejo, porque la verdad es que estoy cómoda. Después de varios minutos, caigo en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente.

Noto que alguien me sacude y me giro para poder dormir más.

-Vamos Anna hay que desayunar- esa es la voz de Nick.

- Pero aquí se está muy bien, mira acuéstate y compruébalo tu mismo- digo aún con los ojos cerrados.

- Aunque la propuesta es tentadora, si no sales ahora mismo de la cama te llevo en pijama al vagón comedor.- resoplo y me levanto con pereza.

Voy al baño me lavo la cara, los dientes y cepillo mi pelo, después voy al vestidor y me pongo unos vaqueros cortos y una camisa blanca, junto con mis Converse. Cuando salgo Nick ya está preparado y juntos vamos a desayunar.

En el vagón comedor, no hay nadie conocido, así que nos sentamos en una mesa separada a las demás y desayunamos en silencio.

-¿Te molestó lo de ayer?- dice Nick de repente, sacando tema de conversación.

-¿Lo de ayer?- digo confundida.

- Sí, ¿te molesto qué te besara?-
Me atraganto con el pan que estaba comiendo, le resulta sorprendentemente fácil hablar de estos temas, cosa que a mí no.- Perdón- digo aclarándome la garganta.- No, ¿por qué me iba a molestar que nos besáramos?- pregunto confundida.

- No lo sé, como después de que pasase lo de María y todo eso... Pues intenté besarte y te negaste... Pensé que iba muy rápido o que simplemente no te gustaba.- me dice sincero

- Ahh, solo estaba cansada...- miro sus ojos de color miel y me pierdo en ellos. Nick chasquea sus dedos delante de mí porque no le contesto- Lo siento que decías.- sonríe de lado enseñando sus dientes blancos y se le forma un hoyuelo. Me derrito por dentro al pensar que yo he probado esos labios.

- Decía, si te apetece tener una cita conmigo- espera me he perdido, ¿Una cita? Cuando ha pasado esto. Él frunce el ceño cuando ve que no contesto.

-¿Cuándo?- digo, él relaja su expresión y me responde.

- En un par de días habrá otra parada, y quiero pasar contigo ese día, pero no solo como amigos. Quiero que lo intentemos.- de dónde se ha sacado está idea.

- Pero si apenas nos conocemos.-digo sorprendida por su propuesta.

- No es problema, quiero conocerte y voy a tener todo el verano para estar contigo, y si tengo suerte, estaremos solos.- dice con tono seductor.

- Eres un poco raro, pero eso me gusta- sonrío y en respuesta el sonríe con un brillo especial en los ojos.

-Hola pareja- Lucía aparece de la mano de su novio Scott.

-Buenas días- decimos Nick y yo al unísono. Lo miro y él me mira. Me vuelve a sonreír y me pierdo de nuevo en sus ojos penetrantes.

- Anna- Lucía me llama y me giro para mirarla, ella me sonríe y yo me sonrojo.- ¿Me puedes acompañar a por mi desayuno? Por favor.- Se gira y empieza a andar hacia la cafetera, yo me levanto y la sigo.

-¿Qué pasa?- le pregunto.

- No lo sé, dímelo tú.- frunzo el ceño ante su respuesta.

- No lo sé, ¿Sabes algo de María?-cambio de tema.

- Primero, no, tenía pensado ir a ver como está contigo; segundo, no intentes evadir el tema. ¿Qué te traes con Nick?- me pregunta levantando una ceja.

- Yo... Yo no me traigo nada... Porque me preguntas eso.- intento cambiar el tema

- Por nada, solo os he visto... Muy juntitos antes de que llegáramos. Voy a ignorarlo, pero solo esta vez.- acaba cediendo.

Cuando terminemos de desayunar vamos a ver a María, quiero saber si se ha hecho las pruebas.

- Vale, te ayudo con los cafés, coge tu algo para comer.- mientras llevo los cafés de Scott y Lucía a la mesa, agradezco que no haya hecho preguntas ya que ni si quiera yo sé responder. Cuando llego a la mesa me doy cuenta de que Nick y Scott, han añadido dos sillas para sentarse con nosotros.

- Aquí tienes el café, Scott.- el sonríe y asiente en agradecimiento. Yo le sonrío y me siento al lado de Nick.

Minutos después, llega Lucía con bollería en un plato, se sienta al lado de su novio y se ponen a desayunar. Mientras desayunamos hablamos de cosas triviales. De repente, Nick pone la mano en mi pierna y la aprieta levemente. Yo intento ignorarlo, pero mueve su silla levemente hacia mi, poniéndome nerviosa. Intento separarme, pero él hace fuerza para que no me separe.

Yo río nerviosa, como ya hemos acabado de desayunar me levanto haciendo que la silla chirriase contra el suelo, lo que conlleva que los que estaban en la mesa me miraran con el ceño fruncido excepto Nick que tenía una sonrisa victoriosa en la cara.

-¿Y si vamos a ver a María?- digo cambiando de tema.

La Chica Del TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora