Capítulo 50 (Final)

417 27 5
                                    

Narra Nick.

Después de aquella noche, a Anna le ha costado andar y sentarse por algunas molestias. Yo sonreía al pensar en lo que habíamos hecho y ella se pone roja cada vez que la pillo mirándome con ganas de comerme. Así que hoy que ya han pasado unos días para que no le duela y porque ahora que conocido este mundo, no la voy a dejar escapar.

-¿Cómo estás?- le pregunto bajito al oído ya que todos nuestros amigos y familiares están delante.

-Bien.- dice un poco sonrojada.

-Prepárate para esta noche.- le doy un beso en la mejilla y vuelvo a la conversación, como si hubiese pasado nada.

Me siento la persona más feliz del mundo, después de todo lo que hemos pasado en unos pocos meses que Anna me quiera tanto como yo la quiero es impresionante. Y esto no acaba aquí, tengo toda la vida por delante para seguir enamorándola más de mi cada día. Pero todo a su debido tiempo, por ahora vamos a liberar tensiones, vivir la vida al máximo y aprender todo lo que podamos.

Narra Robin

Este trabajo ha sido el más difícil hasta la fecha. No soy yo, tengo que ocultarme, a mi mismo y a mis sentimientos, debería estar acostumbrado ya que me educaron así, pero no puedo. Soy humano y todos tenemos necesidades.

Y por eso como cada viernes, una vez más en este antro de mala muerte para "desahogarme".

-Hola- me saluda Pedro quien siempre está vigilando la puerta.- ¿Lo de siempre?-

-Sí, lo de siempre.- me sirven una cerveza.

-Hola- saludo en general y a David le doy un beso en la mejilla. Si supiese que estoy jugando con sus sentimientos...

-Otra vez tú por aquí- otra vez el gilipollas de Steven como casi todas las semanas desde que lo conozco le gusta joderme la existencia.- Cuando le vas a decir a tus amigos y a tu novio la verdad...- sonríe con autosuficiencia y yo aprieto mis puños, mientras deseo lo más fuerte posible poder pegarle con mis propias manos hasta que pida clemencia.

Narra Lucía.

Hemos quedado en el apartamento de Anna y Nick, pero vamos dando un paseo. Vamos de la mano, me cuenta cómo le ha ido en la universidad, mi fisioterapeuta le queda un año para acabar la carrera y ya está buscando sitios para trabajar, mientras trabaja en un gimnasio dando clases.

-Pues hoy cuando estaba recogiendo mis cosas del gimnasio para irme- se para haciendo que yo me pare y se pone a mirar por la ventana de un bar, abre los ojos y me suelta la mano para entrar, cuando está en la puerta, se gira y me dice- Quédate aquí, no te muevas.- y se va dentro.

Escucho de repente el sonido de cristal rompiéndose y justo después gritos, sin pensármelo dos veces entro y encuentro a mi novio intentando separar a dos hombres quienes se gritan e intenta pegar puñetazos. Me acerco para ayudar pero el hombre que está siendo sujetado por Scott me da con el codo, me toco la nariz y cuando veo sangre empiezo a ver borroso y marearme.

-Scott- digo lo más alto que puedo, supongo que no es muy alto porque nadie se da cuenta de que me he mareado hasta que mi cuerpo choca contra el suelo medio desmayado. Todos se paran y giran en mi dirección y ahí es cuando consigo ver qué uno de los hombres que estaba metido en la pelea es Robin, y tiene toda la cara con cortes. Consigo no desmayarme y me incorporo poco a poco, todo el bar nos está mirando, a mi lado solo están Robin y Scott.- ¿Y el otro chico?- pregunto un poco desubicada aún.

-Se ha ido corriendo por la puerta- dice Scott ayudándome a levantarme.- Robin, ¿quién era ese?- Robin sin ninguna expresión en la cara mira primero a Scott y luego a mi, un gesto de arrepentimiento llega a su cara pero apenas dura un segundo y con su cara de póker nos dice:

-Voy a tener que irme, posiblemente no volveremos a vernos nunca, siento no poder explicaroslo, pedirle disculpas a David y a María de mi parte, soy una persona despreciable por lo que os he hecho, lo siento de verdad.- y así sin más se da la vuelta y se va del establecimiento, dejando a todo el bar en un silencio que en apenas diez segundos desaparece igual de rápido que Robin, es gracioso que se haya ido igual de rápido que lo conocimos, como de un día para otro paso de ser un completo desconocido a nuestro mejor amigo, y ahora lo ha vuelto a hacer, pero esta vez al revés, y eso va a dejarnos un vacío importante en nuestras vidas.

Narra María

Estoy en mi piso con Victoria, estamos viendo una película romántica pero la verdad, yo estoy mirando al móvil todo el rato, tengo la impresión de que algo malo va a pasar, y no quiero que nada malo pase.

-Maria relájate no pasa nada.- me trata de calmar Victoria.

-Es que tengo la impresión de que va a pasar algo malo.- seguimos viendo la película y de repente suena el timbre. Me acerco a abrir la puerta y no encuentro a nadie, solo un sobre blanco con mi nombre escrito a mano con la letra de Robin, esto no me da buena espina.- Victotia voy un momento a mi habitación, ahora vuelvo.- le digo, ella sigue inmersa en la película y yo voy a mi habitación para abrir este sobre, entro cierro la puerta y me siento en la cama con las piernas cruzadas. Dentro del sobre hay un papel perfectamente doblado, lo saco y empiezo a leer:

Querida María:

Quiero que sepas que nunca quise mentirte, mi trabajo es mi vida me debo a él, pero tú me has hecho sentir especial, eres alguien importante en mi vida y nunca lo olvidaré. En serio no podré aunque quiera. Quería despedirme, aunque me gustaría que fuese a la cara, por razones que no puedo decirte, me es imposible, así que por lo menos me despido por aquí.

Me despido y te agradezco que hayas estado en mi vida, has sido muy importante para mí, y por eso me va a costar más no volver a verte nunca, es por tu seguridad y la del resto del grupo, espero que lo entiendas y me perdones.

Hasta siempre,
R.

Las lágrimas salen de mis ojos como nunca antes, mi corazón que ya estaba roto, se ha roto más, no queda nada, los hombres que más me han importado me han abandonado. Pero prometo como que me llamo María, que lo encontraré, me niego a vivir con la duda de dónde está y porque me ha abandonado. Me seco las lágrimas y miro por la ventana al cielo estrellado de Madrid. Haciendo una promesa silenciosa.

Robin, prepárate voy a por ti, te voy a encontrar, y no voy a permitirte escapar sin una explicación.

La Chica Del TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora