La Chica Del Tren

Capítulo 27

Narra Anna

Estoy sentada al lado de Nick, nadie sabe que decir.

-Que cambiado te veo Diego.- dice Robin mirando a Nick.- Vale, es coña. ¿Me lo explicáis o vais a seguir en silencio?- miro a María y le sonrío. Ella niega y entiendo que quiere que lo diga yo.

-De acuerdo, lo digo yo.- Me acerco a Nick y le doy la mano.- Robin,- llamo su atención y me pongo seria, él también- Diego a muerto recibió un disparo.- así rápido y doloroso, pero es mejor, como las tiritas te las quitas rápido o no podrás quitártelas.

Robin me mira y la sonrisa que siempre tiene en la cara ya no está, solo veo su rostro serio.

-¿Qué?- dice casi en un susurro.

-Recibió un disparo y murió, el cabrón de Ryan le disparó.- dice María

-Vale necesito que me expliquéis la historia entera, ¿quién es Ryan?¿Y quién eres tú?- dice señalando a Nick con la cabeza.

-Robin- le llama Scott.- Aaron, ¿te acuerdas del exnovio de Anna?- Robin asiente.- Pagó a un chico, Ryan su primo, para no sé qué venganza, total que consiguió que un vagón del tren se separará del resto del tren, y en ese vagón estábamos los presentes y Ryan. Encontramos una casa que encontramos y la utilizamos para dormir, ya que estábamos en mitad de la nada, Aaron apareció por la noche y nos ató a todos en sillas en el sótano de la casa. Allí, una cosa llevo a la otra y Ryan disparó a Diego y luego se suicidó. La cosa es que las autoridades nos pagaron un vuelo para volver, pero por problemas nos pararon en Portugal, pasamos la noche en un hotel y luego vinimos en autobús.- es un buen resumen del viaje.

Cuando Scott acaba de narrar las primeras semanas de vacaciones, todo se queda en silencio excepto los pequeños sollozos de María. Robin le pasa el brazo por los hombros y ella vuelve a llorar, pero es mejor que se desahogue.

-Vale, luego acabo de asimilarlo- dice Robin mientras María sigue llorando en su pecho.- Solo queda que me digas quién eres.- dice directamente a Nick.

-Soy Nick.- yo sonrío porque solo él puede decir eso.- El novio de Anna- es en ese momento en el que la sonrisa desaparece de mi cara. Me giro hacia él para mirarle y preguntarle desde cuándo pero antes de que diga nada me besa.

Me separo con una mueca en la cara de enfado pero más bien es para que me explique porque somos novios y yo no me había enterado.

-¿Y desde cuándo si se puede saber?- le pregunto con una ceja enarcada.

-Robin, dormí con ella en la misma habitación por un fallo que hubo en el tren.- ignora mi pregunta y sigue hablando con Robin. Mientras habla con mi compañero de piso, yo miro a María y Lucía. Ellas me miran y señalan hacia la puerta con la cabeza. Me levanto y dejo a los chicos hablando y vamos al apartamento de en frente, donde viven Scott, Lucía y María, antes también vivía Diego.

Entramos con la llave de repuesto que hay en mi apartamento y nos sentamos en el sofá.

-¿Qué?- pregunto.

-¿Desde cuándo sois novios?- pregunta María.

-Eso me gustaría saber a mí- respondo.

-Espera, ¿no lo habéis hablado y ha dicho que sois novios?- dice Lucía extrañada. Asiento dudosa. Ellas sonríen y yo sigo sin entenderlo.

-¿Me lo explicáis?- pregunto.

-Yo te lo explico.- esa voz viene desde la puerta, me giro y veo a los tres chicos en la puerta pero Nick un paso por delante.- Bueno más bien te lo pregunto. Anna, ¿quieres ser mi novia?- cuando dice la pregunta está a mi lado. Al principio me cuesta reaccionar pero sin pensarlo asiento sonriendo y le beso.

Le acerco a mí cuando profundizó el beso introduciendo mi lengua en su boca, el mete su mano debajo de mi camiseta, pasando su cálida mano por mi espalda. Paso mis manos desde su nuca hacia su estómago, pasando mis dedos por su cuerpo tonificado.

Cuando nos separamos para poder respirar, Robin aplaude y Scott está dando dinero a María y Lucía.

-¿Habéis hecho más apuestas?-pregunto abrazada a Nick.

-Es que eres predecible y Scott no sabe por quien apostar, como si no te conociera.- dice María. Frunzo el ceño pero prefiero ignorarlo.- Es una muy buena manera de ganar algo de dinero...- dice guardándose el dinero.

-Anna- me llama Robin.- Ahora te toca presentar a tu familia a Nick. Ya sé que no te acordabas, de nada.- dice tan tranquilo. Ay dios mío, no me acordaba, y si a mi madre no le gusta Nick y si mi padre...

-Anna relájate.- Me dice Nick.- No pasa nada no estés nerviosa, solo sois cuatro. En mi familia somos cinco hermanos en total. Más mis padres y los tíos, primos y los abuelos.

-¡Eso no me ayuda a relajarme! Imbécil.- le grito.

-Enana no empecemos.- me dice sonriendo.

-Mierda no me acordaba del estúpido mote...- él me aprieta contra su pecho y yo intento separarme pero no lo consigo al ser él más fuerte. Al final me rindo y él me da un beso en la frente.

- ¿Son siempre así?- pregunta Robin.

-Si- responde Scott.

-Dejadnos en paz.- le digo a los dos.

-¿Quién quiere jugar a la PlayStation?- pregunta Robin.

Scott se gira hacia el sonriendo y Nick me aparta de un empujón y grita- ¡Yo!-

Salen los tres corriendo hacia el apartamento que comparto con Robin, y María, Lucía y yo nos quedamos en el apartamento hablando.

-¿Entonces vas a cambiar de trabajo?- pregunta Lucía a María.

-Sí, solo tengo universidad, mucho tiempo libre y poco dinero, y con el de la cafetería no me basta, así que cambiaré de trabajo lo antes posible. ¿Tú seguirás en la librería?- me pregunta María.

-No- respondo.- son pocas hora y no es suficiente dinero, tengo que cambiar de trabajo ya mismo. Lucía, ¿tú qué vas a hacer?- pregunto.

-Tengo que mirar más trabajos, nunca encuentro nada.- se queja.

-Sí encuentras, lo que pasa es que te despiden.- digo y me río, ella frunce el ceño pero acaba riéndose porque sabe que es verdad.

Oigo que tocan el timbre, pero el de mi apartamento, el de en frente.

Me levanto y voy hacia la puerta abro y veo a mis padres, pero no digo nada, quiero ver qué hacen así que me quedo en silencio. La puerta la abre Nick.

-Hola- dice mi madre-¿Eres novio de Robin?- directamente al grano claro que sí mamá.

Por detrás de Nick aparece Robin y dice- Es el novio de Anna, no el mío.- Yo cierro de un portazo.